Francisco de Vitoria y la negación jurídica del Imperio
En una línea similar a la de fray Alonso de Castrillo se encuentra Francisco de Vitoria, cuya principal obra es Relectio prior de Indis (1538).
Frente a la articulación Pontificado-Imperio, este pensador perfila la idea de “república”, como algo tan necesariamente plural que en su propia definición entra la referencia a otras repúblicas. Es una idea anti-imperial.
Vitoria parte de la bondad del hombre en sociedad, frente a las enérgicas actitudes del maquiavelismo. Sólo la vida en comunidad política permite la comunicación y ayuda mutua, y los hombres se unen a esas comunidades en virtud del “consentimiento común”. Pero no hay una comunidad única, con un fin universal. Cada comunidad tiene el suyo, aunque pueda estar dentro de un bonum commune.
Del mismo modo, no hay una potestad universal, cada agrupación civil tiene un poder necesario y propio. Esta visión del tema lleva a Vitoria a afirmar que, contra el título que a su señor, Carlos V, se le da oficialmente, ni antes de Cristo ni después de Él, ha habido un Emperador señor del mundo.
Sintetizando, podemos decir que Vitoria afirma la pluralidad de repúblicas, la peculiaridad de sus fines, la relatividad del poder civil (que queda adscrito a cada comunidad) y la particularidad de los príncipes (que poseen una potestad esencialmente limitada a la república de la cual son parte).
Queda claro que Vitoria defiende un orden político fundado en el pluralismo de los Estados, y esto lo hace colocándose enfrente del monismo medieval que trataban de reedificar otras doctrinas. En este sentido, algunos autores como Günther Kraus han llegado a afirmar que “Vitoria es el destructor de la Edad Media cristiana”.