Indignación y rebeldía en el seno de las Comisiones Obreras

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Para Andreu, que también se escandalizó 

No se pretende alterar el sosiego de una habitación de la casa de la izquierda en sentido general y muy generoso. Se trata de informar de la voz crítica, no siempre escuchada, de algunos de sus componentes y de sus acciones más relevantes.

Fundadores de CC.OO. distribuyeron recientemente un escrito crítico (muy crítico) de la actuación del sindicato durante la reciente celebración de la Universitat Progresista d’Estiu en la sede de CCOO.

La nota adjunta, señalan los militantes críticos (y veteranos) del sindicato, Miguel Guerrero entre ellos [1], había sido ya entregada a la Secretaría General de la CONC, las CC OO de Catalunya. Las copias se distribuyeron entre personas que estaban en el local central de la CONC, en la Via Laietana de Barcelona, a la hora del descanso de una asamblea de la UPEC, la Universitat Progresista d’Estiu de Catalunya, una Universidad de verano en la que estaba -y no sé si sigue estando- muy implicado el profesor de la UPF Vicenç Navarro.

La distribución de la nota, de manera afable y respetuosa, no impidió, según los críticos, la intervención de dos provocadores con absoluta falta de respeto a los veteranos sindicalistas, llegando a enfrentamientos verbales que les recordaron, cito a los críticos, “cuando los funcionario falangistas nos agredían en el sindicato vertical”. Uno de los provocadores, sigo tomando pie en la información crítica, exhibía “su carnet de afiliado a CC OO de un centro de trabajo del Banco de Santander y decía ser fundador de CC OO”, como los veteranos a los que hablaba peyorativamente, “para intentar hacerles callar”, un individuo, señalan ellos, “que rozaría tan solo los 40 años al que se le caían a chorro las mentiras”. La voz de Francisco Liñán, indignado como todos sus compañeros, “sobresalió como un trueno llamándoles “mutadores del franquismo””. Nada menos.

La nota a la que se hace referencia lleva por título “Contra la troika y el PP y por el sindicalismo de clase”. Resumo su contenido:

En Abril de 2011 se entregó “un manifiesto a Joan Carles Gallego, secretario general de la CONC”, avalado por más de 1.400 firmas de veteranos y veteranas sindicalistas de CC OO. A día de hoy [26 de junio de 2013], señalan, siguen esperando respuesta. En el manifiesto hacían “un relato de los gravísimos problemas que aquejaban a los trabajadores, a los sectores populares, a la mujer trabajadora, a los jóvenes y a las personas mayores”. Apuntaban “el recuerdo de lo que significó en el franquismo la lucha de CC OO” y se quejaban de su actual política (nada reciente por lo demás: soy yo quien matizo) de pacto y concertación. En octubre de ese mismo año, estas voces críticas hacían público su rechazo “al acuerdo sobre las pensiones y la edad de jubilación a los 67 años del Gobierno Zapatero con la firma, de entre otros, de CC OO”. Lo “pactado”, sostenían, tendría para la clase obrera y sectores populares durísimas consecuencias en lo sucesivo.

Desgraciadamente, constataban en la fecha de la redacción de la nota, sus malos augurios no estaban equivocados. Los trabajadores y trabajadoras desocupados en todo el Estado había llegado a la escalofriante cifra de más de 6,2 millones, y en Catalunya, a más de 900.000. Los bancos de comida para indigentes, proseguían, “avisan alarmados que sus estanterías quedan vacías”, y los colegios más conscientes de educación infantil anunciaban su voluntad de continuar impartiendo sus raciones de comida a los niños necesitados durante el verano. Mientras tanto, “los sátrapas de la Troika (UE, BM y FMI), exigían “la liquidación de los derechos sindicales, de la negociación colectiva, a la vez que más recortes de los salarios y de los servicios sociales públicos”.

El Gobierno del PP continuaba su línea marcada, apuntabam atacando sin piedad a todo lo que aún, con dificultades, se seguía manteniendo. “Ahora toca el turno al asalto de las pensiones públicas, congelándolas y achicándolas e imponiendo el difícil acceso a éstas de una parte de la población laboral”, sin importarle los 500.000 hogares que vivían exclusivamente de las pensiones de sus mayores. En ese afán de rapiña el Gobierno había encargado “un estudio para desvalijar aún más al sistema público de pensiones, figurando con su firma en este grupo de neoliberales el representante de CC OO que, al no ser cesado ni expulsado de nuestra organización sindical, llena de oprobio a estos firmantes veteranos y veteranas y de connivencia vergonzante con la Troika y el PP a los que permiten esto en CC OO.”

Los firmantes de la declaración, “continuadores del manifiesto de Abril de 2011”, veteranos sindicalistas de CC OO, se dirigen al secretario general de Catalunya y exigen: 1. La baja inmediata del sindicato del firmante del informe sobre pensiones. 2. Un cambio radical en la política de concertación, el abandono del pactismo, de la política de concertación a toda costa.

Abogan estos críticos, además, por la recuperación del sindicalismo de clase, “mediante una dinámica de movilización permanente contra la política de la Troika y del Gobierno”, dinámica que de inmediato converja en la Huelga general con la exigencia de “la recuperación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, incluyendo entre los ejes de esa movilización general la salida de Catalunya y de España de la UE, del euro, y también de la OTAN.

Hasta aquí este colectivo crítico. Pero no son ellos la única instancia rebelde. Otro ejemplo:

Desde COCOlisos se ha enviado un correo para agradecer “el apoyo que habéis dado a esta campaña, y para comunicaros que la misma se cierra, dado que se han conseguido la mayor parte de los objetivos perseguidos”.

Cierran también la campaña dadas las declaraciones del pasado 10 de Julio de Toxo, el secretario general del sindicato, “indicando, entre otra cuestiones, que “no ve en el horizonte una Huelga General” y que “se negociará con el gobierno cuando presente su propuesta de reforma de las pensiones en septiembre” [3]. Ante tal desatino y tales contradicciones con las vigentes propuestas de CCOO, “parece que queda claro que la decisión del voto favorable al Informe de Pensiones fue de al menos una parte de la Comisión Ejecutiva Confederal, y no meramente del técnico presente en la Comisión de Expertos, que parece que “sólo obedecía órdenes””. No es lo mismo, no es lo mismo.

Por ello, apuntan, no tiene “sentido” pedir su cese “pues era un mero “currito” que seguía instrucciones (quizá habría que pedir un cese sí, pero el de quien le ordenó o consintió que hiciera ese voto favorable)”. La intención de estos críticos con la campaña que iniciaron era “que además de producirse una rectificación sobre el voto favorable del representante de CCOO en el Comité que emitió el Informe sobre Pensiones, quedase claro el rechazo de CCOO al contenido del mismo, así como que se cesase a la persona que realizó ese voto favorable”.

Los dos primeros objetivos podrían darse por conseguidos a pesar “de la tibieza para “desmarcarse” de los contenidos del Informe”. Sin embargo no se ha conseguido hasta el momento “el cese del técnico presente en la Comisión de Expertos, que votó favorablemente a dicho Informe” [4]. A pesar de no conseguir todos los objetivos, sí que se había logrado -o ayudado en lograr- “una rectificación y un reconocimiento del error, y un rechazo significativo de la afiliación y ciudadanía a la actuación realizada por la cúpula de CCOO en ese supuesto Comité de Expertos y en la gestión del proceso”.

Junto a otras iniciativas y acciones de otras personas, como afiliados, técnicos, o como ciudadanía y trabajadores en general, estos críticos creen haber mostrado que el sindicato está vivo “y que los/las trabajadores/as no vamos a admitir que nos manejen como “les dé la gana” a unos pocos”. No se trata ni de “mayorías” ni de “minorías”, sino de democracia, y de la defensa de los derechos de los trabajadores. Así lo han mostrado la personas que han apoyado esta campaña o acciones similares, “y así se han expresado bastantes federaciones de ramo y territorio de CCOO en todo el Estado.”

No hay que echar campañas a vuelo pero hay colectivos del sindicato de CC.OO que entiende que el sindicalismo de clase no es solo un slogan sino unas prácticas años-luz alejadas de lo que el sindicato hace (no de lo que dice que hace) en estos últimos años.

Por poner un ejemplo: se podría empezar por el lenguaje. ¿Qué sentido político-cultural tiene (lo tiene desde luego) que un sindicato organice seminarios o cursos de formación en los que se habla no de activistas, ni de militantes, ni siquiera de afiliados, sino de clientes? ¡De clientes para hablar de miembros de la organización! ¿Clientes es el término que refleja el papel de los miembros de un sindicato que dice ser de clase, democrático y antineoliberal en la cosmovisión de las personas del sindicato que imparten esos cursos de formación? ¿Qué formación es esa?

Notas:

[1] Guerrero fue fundador de las CCOO de Catalunya y uno de sus principales dirigentes de primera hora. Ha sido también secretario general del Partit Comunista del Poble de Catalunya (PCPC) hasta el I Congreso celebrado el pasado mes en Santa Coloma de Gramenet.

[2] El mensaje ha sido enviado por COCOlisos de CCOO utilizando el sistema de Change.org.

[3] http://www.rtve.es/alacarta/audios/programa/dia-menos-pensado-fernandez-toxo-austeridad-como-unica-receta-fracasado/1925728/

[4] Señalan. “parece que porque obedecía órdenes, y cabe pensar que la decisión era de esa misma Comisión Ejecutiva, o al menos de su responsable de Seguridad Social en la misma, Carlos Bravo”.

[5] http://cartaatoxo.blogspot.com.es/2013/07/en-getafesindicalistas-de-ccoo-y-ugt.html

Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)

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