Recientemente compré un artículo en la plataforma (me referiré a la plataforma en lugar de citar concretamente el nombre real de la tienda online más grande del mundo). Al completar el proceso de compra, a los dos segundos de finalizar dicho proceso, me di cuenta que la dirección de entrega no era la más conveniente para mi para el día que previsiblemente y según los cálculos de la plataforma se entregaría el producto. Por lo que procedí a cancelar el pedido, para volver a realizarlo indicando la dirección correcta. Todo ocurrió en un lapso de tiempo muy rápido. Pero al querer volver a comprar el mismo artículo del mismo vendedor en la misma plataforma del mismo país, el producto sube de precio, en un segundo sube un 50% de su precio y en dos segundos sube otro 100% del precio ya subido. No daba crédito, se me quedó una cara de infeliz y un mal cuerpo que duró los dos o tres días siguientes. A raiz de tal hecho realicé una reclamación a la platadorma para intertar anular la cancelación del pedido para poder aprovecharme del mejor precio, lógicamente. Hablé por teléfono con dos trabajadores de la plataforma e intercambié cuatro correos electrónicos, dos de esos correos creo que me los remitieron máquinas programadas para ello y otros dos personas físicas.
Los hechos relatados corresponden a abril y mayo de 2018. A partir de esos días comencé a seguir varios productos para intentar averiguar cómo varían de precio con el paso de las horas y los días. Se pueden añadir directamente a tu carro de la compra y cada vez que entras a consultarlo la plataforma te indica si han subido o han bajado de precio. Se pueden utilizar aplicaciones instaladas en el teléfono móvil que te avisan de los cambios de precio de los productos que tienes en seguimiento o en tu carro de la compra o en tu lista de deseos pública o privada. También existen páginas web que te permiten hacer un seguimiento de los precios de los productos que te puedan interesar. Y otras paginas web te muestran los productos a la venta que, durante el día, la semana, el mes o siempre han experimentado una bajada de precio ordenado por porcentaje, más recientes, descuento y precio clasificado por categorías y por supuesto mostrando la evolución a la baja o al alza y otra vez a la baja. Dichas aplicaciones y páginas te pueden enviar, si lo deseas correos electrónicos cuando el precio baja una determinada cantidad o alcanza el precio mínimo deseado.
Me gustaría indicar que los precios de los artículos que estoy siguiendo son de productos de invierno. Estamos en plena primavera a las puertas del verano. Se trata por tanto de prendas de vestir que no se utilizarán hasta dentos de varias estaciones. No hay urgencia en la adquisición de dichos artículos.
Pues bien, acostrumbado a comprar prendas de vestir en grandes almacenes o tiendas de toda la vida, lo primero que me llama la atención de la plataforma es que el precio de un determinado producto varía en función de la talla y el color del mismo. Curiosamente receientemente leí un cartelito en una tienda física de calzado que especificaba que los artículos “pueden variar de precio dependiendo de la talla”. Y no estamos hablando de céntimos o unos pocos euros. Se trata de diferencias de precio del 60% e incluso el 80%. De tal manera que si una cazadora por ejemplo se vende al precio de 100 euros, la puedes encontrar a 32 euros para una talla y color concreto. En ocasiones es evidente que los precios están muy subidos para algunos artículos, como en época de rebajas o promociones de dudosa rentabilidad para el comprador en determinadas grandes superficies. En la plataforma se pueden encontrar chollos a un tercio de su valor (es un decir). Y no estoy hablando de casos aislados. El problema viene cuando hay muchas gangas de productos de buena calidad de marcas de buena reputación. Por supuesto no son productos con taras o desperfectos (el proceso de devolución de la plataforma es excelente) y una mala experiencia puede suponer la pérdida de un cliente de por vida para una marca o para la misma plataforma. Y no hablamos de precios diferentes en función del país donde opera la plataforma o el tipo de comprador. En el primer caso sería fácil comprarlo en el otro país (salvo el tema de los gastos de envío que daría para otro post). En el segundo caso estaríamos hablando de posible fraudulenta discriminación en función de inmorales factores sociológicos, económicos, médicos o los que se te puedan ocurrir.
Por tanto nos referimos a precios que fluctúan a mucha velocidad tanto al alza como a la baja para relativamente muchos productos. Y todo con la facilidad de poder visitar la tienda de la plataforma en cualquier momento de cualquier día, de madrugada, los domingos,… y en cualquier lugar, en el autobús, viendo la televisión, en la playa o en la montaña,… Es o no es esto una auténtica locura revolución??
Pero cómo hace la plataforma para fijar los precios y modificarlos con tanta soltura. De qué variables depende el cambio? De la oferta y la demanda, así al modo tradicional academicista?? No lo creo. Del deseo de consumir productos que no necesitamos pero la plataforma se empeña en que compremos?? De las campañas de márketing y las tendencias del momento? De intentar fidelizar clientes y nuevos modos de compra?? De marcas clásicas de países desarrollados pero poco conocidas en el continente o el sur en busca de nuevos mercados?? De stocks de temporadas pasadas o pasados de moda?? Me extraña. De intentar atraer valoraciones positivas de clientes satisfechos con el producto para ayudar a los potenciales nuevos compradores en sus decisiones??
Precios dinámicos les llaman. Pero está claro que no se aplican a todos los productos ni a todas las empresas que venden en la plataforma. Parece que es la empresa o la categoría de los productos de una misma empresa la que decide sobre si el artículo va a cambiar de precio y sobre su dinamismo. Es decir cuánto puede fluctuar y cada cuánto tiempo. Parece claro que cuando de una talla y/o un color de un producto concreto sólo queda una unidad, pues se liquida y aparece como no disponible. Pero hay productos en existencia, casi siempre marcando cuatro o cinco unidades a la venta, que también fluctúan.
Otro factor a tener en cuenta es la política de expansión de determinadas empresas que buscan abrir mercados y atraer nueva clientela. Pueden introducir novedades paulatinamente de artículos a muy buen precio para crear el hábito de visitar la tienda con cierta frecuencia. Hablamos de poder visitar una tienda virtual varias veces al día para ver si unos determinados artículos que tienes en tu carro de la compra han variado de precio y de paso ver otros artículos que muy hábilmente se muestran en tu pantalla. Y está claro que quien visita una tienda tiene algo de dinero para gastar, puede ser mucho o poco pero algo tiene. Alguna vez alguien pudo imaginar que un cliente iba a visitar una tienda física varias veces al día?. Pues en el mundo virtual parece que puede ser una tendencia. Y quien dice entrar en la plataforma dice utilizar aplicaciones de seguimiento de precios en tiempo real que te envían alertas notificandote las bajadas de precio o existencias de un producto o te muestran la información a través de deteminados complementos instalados en el navegador.
Han pasado varios meses, (estamos en octubre) y no hay que pensar mucho para darse cuenta de los cambios que vienen y están por venir. Recuerdo, cuando se instaló determinado centro comercial en la pequeña ciudad donde resido hace unos 25 años, el comentario familiares de los propietarios de los pequeños comercios; muchos desaparecieron con la jubilación y/o fallecimiento del dueño, los hijos (ya enseñados) se colocaron en la gran superficie. Pero las tiendas de barrio han ido desapareciendo pese a quien pese. Pues lo mismo puede estar ocurriendo ahora con estos centros comerciales. La pataforma se los está merendando. Es cuestión de tiempo. De momento creo que me voy a dar de baja de mi suscripción premio (que permite recibir muchos de los artículos comprados en la plataforma de manera gratuita) para descansar un poco de tanta frenética bajada y subida de precio. Por cierto a partir del 4 de octubre de 2018 la suscripción premio pasa de 20 a 36 euritos al año. Y como conclusión a modo de colofón me gustaría afirmar que las decisiones de compra y de de precios las seguimos tomando las personas, no las máquinas, aunque en esto posiblemente no deberíamos generalizar.
Este post no guarda la línea de los últimos publicados pero como decía KR, “el blog es mío y escribo de lo que quiero”