Después de el saqueo de Margarita las fuerzas de la corona en el nuevo mundo actuaron rápido para llevar a su fin la locura causada por Aguirre. Solo unos pocos de los amigos mas leales de Aguirre, y su hija quedaron a su lado mientras lo persiguieron por Venezuela soldados de corona. Un hombre condenado, Aguirre hizo una ultima locura. Escribió una carta al rey Felipe II.
Es una obra de un hombre demente, pero dentro de ella se encuentra algo peculiar. Algunas frases que Aguirre usa, y ideas que invoca refleja la lenguaje de los grandes revolucionares del siglos XVIII y XIX.
“Bien creo, excelentísimo Rey y Señor… he salido de hecho con mis compañeros, cuyos nombres después te dire, de tu obediencia, y desnaturándonos de nuestras tierras, que es España, y hacerte en estas partes la más cruda guerra que nuestras fuerzas pudieren sustentar y sufrir; y esto, cree, Rey y Señor, nos ha hecho hacer el no poder sufrir los grandes pechos, premios y castigos in- justos que nos dan estos tus ministros que, por remediar a sus hijos y criados, nos han usurpa- do y robado nuestra fama, vida y honra…”
El resto de la carta. (PDF) 176 KB
Seguro que esta carta nunca alcanzó el rey Felipe. Felipe se conocía por su burocracia muy efectivo que probablemente no dejara pasar una cosa tan rara así al cargo mas alto del imperio. Pero nunca se sabe Felipe también se conocía por ser un obseso de control.
Doscientos años después Thomas Jefferson, revolucionario americano escribió sobre algunas de las mismas cosa que Aguirre, sin la demencia.