La relación con Erasmo

Al principio Lutero y Erasmo gozaron de una buena relación puesto que ambos compartían deseos comunes como la renovación de la Iglesia y que las enseñanzas de la Biblia llegaran al pueblo llano. Se escribieron varias cartas e incluso apoyó la petición de Federico el Sabio de que Lutero fuera escuchado.

Cuando las posturas se radicalizaron Erasmo optó por la ambigüedad, pero eso sólo ocasionó el aumento de las críticas de sus enemigos. Ante la presión de los católicos de que mostrara su opinión al respecto Erasmo escribió “De libero arbitrio” en el cual se oponía a una de las principales prmesisas de Lutero. Erasmo defendía que el hombre era libre de elegir si se salvaba se condenaba frente a la predestinación defendida por Lutero fruto de pesimismo antropológico. Este escrito enfadó mucho a Martín que le respondió con una obra titulada “De servo arbitrio” diciendo que para él no existía la libertad del cristiano. Este tema ya lo había abordado con profundidad en una obra anterior publicada en 1520 titulada “La libertad del cristiano”. Lutero acabó el escrito pidiéndole que se mantuviera al margen de la disputa aludiendo a la amistad que mantenían, pero Erasmo continuó criticando al Reformador. En 1526-1527 publicó una obra llamada “Hyperaspistes” en clara oposición a Lutero y a sus doctrinas.

La ruptura de la amistad entre ambos tuvo consecuencias para ambos ya que la imagen de Erasmo se desprestigió y la Reforma perdió simpatizantes.

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