El iPad: porqué no me gusta

Yo fui uno de los que no tuvo móvil hasta hace apenas 6 años. Me negaba, por un cierto sentimiento de rebelión hacia el márketing radical que nos quería imponer la necesidad de ciertas cosas que muchas veces son innecesarias. Me parecía alucinante que jóvenes con 14 años tuvieran teléfono móvil. Pero tuve que rendirme por necesidad. Necesidad de usarlo en ciertas ocasiones: viajes, trabajo, contacto con la familia, etc. Sí que usaba reproductor de música, puesto que me gusta y me acompaña en mis salidas con la bicicleta, cuando corro, o simplemente cuando voy paseando solo. Cuando vi el iPhone me pareció una idea genial: ya no tenía que llevar dos aparatos, el móvil y el reproductor de música, sino que con un aparato lo tenía todo. Incluso algunas de las aplicaciones del iPhone me servían en mi trabajo (productividad, predicción del tiempo, poder tener acceso a Internet en cualquier sitio, enseñar mis fotos, sincronización de agenda y muchas más).

Y ahora llega el iPad. Cuando lo vi anunciado pensé: dónde lo puedo usar? Como un teléfono: imposible. Para trabajar con él: le falta un teclado y ya tengo el portátil. Para ver películas: prefiero la tele o el portátil en su caso. Para jugar: las video consolas lo superan con creces y son mucho más baratas y con mejores prestaciones (la Play3, por ejemplo, con un lector de BlueRay). Para leer libros: prefiero leer libros (suelo comprar muchos y me sigue gustando ese vínculo que se crea con el libro conforme lo vas leyendo, viendo cuánto te falta para terminar). Para navegar por Internet: uso el portátil o el iPhone.

Ahora he tenido dos iPads en mis manos. Sí, tiene algunas aplicaciones interesantes, como las del iPhone. Pero sigo sin encontrar su utilidad, salvo esa creciente actitud de los Apple Fanboys para diferenciarse del resto de mortales y pensar que el poseer un aparato de Apple los hace más “cool” (sin acritud, eh!). Lo primero que no me gustó fue al intentar escribir. Tienes que sujetarlo con una mano y es lo suficientemente grande para que sea incómodo. Un teclado como el del iPhone pero que no permite escribir de manera rápida (con una sola mano, claro). Nos pasó que al intentar escribir, de manera natural se giraba el iPad hasta que el giroscopio detectaba un cambio y giraba la pantalla. Nos lo hizo varias veces. Luego es complicado de llevar: no te cabe en el bolsillo, por supuesto. No le puedes conectar ningún dispositivo USB y tienes que pagar “otra” tarifa para la conexión 3G.

Resumiendo: no me lo voy a comprar. Muy caro, sólo se tiene que comparar una Play3 por menos de 300€ y los casi 500€ del iPad. Y por más vueltas que le doy no le encuentro la utilidad ni cuándo lo voy a usar. Creo que mi siguiente adquisición será un ordenador con lector de BluRay que tendré conectado a la televisión y en el que podré navegar por Internet (idea de mi amigo Fran!).

About miguelon

Soy profesor Titular de Universidad, en la Universidad de Alicante. Me encanta la montaña (y la playa!).
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