A la muerte de su padre, Carlos I es el legítimo heredero del poder en 1516. El poder estaba en las manos del cardenal Cisneros porque Juana I era reconocida como incapaz de reinar. En 1517, recibe la regencia de Castilla y Aragón entonces. La llegada al territorio de Carlos I no esta bien percibida de todos por varios motivos:
Primero, el Rey acababa de tener 16 años y su madre sigue viva, lo que no estaba bien claro para todos. También llega al territorio sabiendo casi nada del castellano. Luego, era considerado como un extranjero, y su poder sublevaba preguntas porque su coronación tuvo lugar fuera de la península ibérica, en Bruselas el 14 de Marzo de 1516. Muchos españoles preferían su hermano Fernando, porque él había sido educado en España. Al llegar al territorio, viajo hacia Tordesillas para ver a su madre. Carlos I recibió muchas presiones de diferentes partes de España porque no querían su presencia.
Carlos I consiguió hacer una plaza en España y también al nivel internacional. Era el más potente del mundo en aquella época. Tenia varias aventajas, su entorno era muy importante, contaba con una persona de confianza en cada sector. Este entorno era el mismo que el de Fernando el Católico y contaba mucho con ello. Tenia también el mejor ejercito de Europa. Su imperio era inmenso, lo que podía ser tanto positivo como negativo porque no podía controlar bien o estar en cada parte porque en aquella época, para ir de un país a otro era muy difícil y largo. Carlos V, al nivel internacional, debió contar con varios enemigos también. Su trono fue muy deseado, por el Rey Francisco I de Francia por ejemplo, y todo a lo largo de su reino debo enfrentarse a conflictos. A parte de conflictos armados, tuvo que enfrentarse a problemas religiosos, como con los protestantes por ejemplo. Después de tantos problemas, el imperio empezó a empeorarse. Tanto en las batallas como en las negociaciones. Lo que alcanzo su perdida era la tercera Guerra con Francia y el desastre de Argel.
El 25 de octubre de 1555 Carlos V abdico los Países Bajos a su hijo Felipe II, siguieron España e Italia también a su poder. En febrero de 1556 renuncio definitivamente a la corona imperial y decidió retirarse en el Monasterio de Yuste, donde falleció el 21 de septiembre de 1558.
Deja un comentario