Felipe II conocido como “el Prudente”, nació el 21 de mayo de 1527 en Valladolid. Era el hijo del emperador Carlos V y de Isabel de Portugal. Subió al trono después de la abdicación de su padre en 1556. Su padre le enseño la política después muy joven le dejo también sus regencias cuando no estaba, así que estaba bien preparado para ser rey. Gobernó hasta el año 1598 los inmensos territorios de su padre, es decir: Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Rosellón, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afroasiático, toda la América descubierta y Filipinas. El quiso dedicarse a gobernar desde la Corte madrileña.
Felipe II tenía un entorno bien elegido, se apoyaba en un gobierno de consejos, tenía todas las claves en cuestión de economía también. Al nivel del país, sus problemas era debido principalmente a la muerte del príncipe heredero Carlos. La parte religiosa era también muy importante, un hecho ya presente en el gobierno de su padre, pero más desarrollado en el suyo. Quiso proteger su Imperio y mantenerle fuerte. Sus matrimonios diversos lo prueban bien. Se caso primero con María de Portugal en 1543, después de su muerte con María I Tudor reina de Inglaterra en año después. Luego, con Isabel de Valois, francesa, en 1559. Al final con Ana de Austria, la madre de Felipe III. Sus casamientos demuestran bien la importancia de la política exterior. Sus rivales fueron los mismos que los de su padre. Los conflictos con el Imperio Otomano seguían en pie. También lucho contra los Países Bajos y Austria. Tuvo que afrontarse con Francia, todavía para las mismas cuestiones: el control de Nápoles y el Milanesado. Felipe II fue un Rey muy apreciado, consiguió anexar Portugal y sus dominios, creando la unidad ibérica, lo que iniciaron los Reyes Católicos. Felipe II falleció el 13 de septiembre de 1508 en San Lorenzo del Escorial.
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