La agricultura del Antiguo Régimen debe verse en un marco muy amplio: el que media entre la Revolución Neolítica y la Revolución Industrial. Por esa razón, los cambios que pueden experimentarse entre los siglos XVI y XVII son escasos, y no desbordan un marco estructural productivo de muy larga duración.
Los reyes católicos facilitan la concentración de la propiedad y principalmente engrosan la propiedad de la iglesia, esa tierra se llama de MANOS MUERTAS. Con el aumento de precios del siglo XVI y el aumento de población, el aumento de los mercados se intenta aumentar la producción agrícola, pero este aumento se hace aumentando la superficie cultivada. Se cultivan tierras baldías( tierras de la corona no cedidas), en la compra de estas entraban tanto nobles como pequeños campesinos estos se endeudan para comprar estas tierras pero con la crisis de finales del XVI y XVII el pequeño campesino no puede pagar sus créditos y pierde su propiedad.
La única innovación técnica es la sustitución del buey por la mula, pero tiene el inconveniente de que se alimenta de grano y a la hora de labrar los surcos son menores.
Esta expansión agraria que empieza a entrar en crisis en el XVI y XVII está motivada por estos motivos:
La economía presentaba un gran dinamismo: la ganadería lanar en torno a la Mesta, daba lugar a importantes exportaciones por el eje Burgos, Medina del Campo con las ferias y Bilbao como puerto exportador. Sevilla se convertía en el eje de las rutas atlánticas y Salamanca se constituía como centro universitario de gran prestigio. La artesanía alcanzaba un cierto desarrollo en cuenta, Toledo, Segovia y Córdoba.
El sector primario es el fundamental en las economías del Antiguo Régimen, tanto por el volumen de la población ocupada, como por consituir la principal fuente de obtención de subsistencias directas y de renta.
En cuanto a ciudades españolas destacadas por su agricultura empezaremos nuestra visita en las zonas del Ebro, Extremadura y Valencia, donde muy tempranamente se instauró uno de los principales cambios agrarios del sistema: la conversión de la tierra en regadío. Esto incrementaba extraordinariamente la productividad y el valor de la tierra, resultaba una inversión muy cara y hasta conflictiva, de modo que el total del terrazgo puesto en regadío fue mínimo.
Imagen de Valencia en el siglo XVI
Como elemento destacado dentro del panorama económico de la región de Valencia, citaremos uno de los monumentos más emblemáticos de Burjassot: es el Patio de Los Silos, situado en el casco antiguo del municipio.
En pleno siglo XVI, la ciudad de Valencia padecía problemas de abastecimiento de trigo, alimento fundamental y básico de la época. Por esta razón, las autoridades de la ciudad decidieron, a modo de prueba, construir tres silos subterráneos en un montículo calizo próximo al casco urbano del entonces lugar de Burjassot, en el año 1573. Las características topográficas de dicho lugar fueron razón fundamental para su elección, pues su naturaleza aseguraba una sequedad casi absoluta y garantizaba la conservación del grano.
Imagen Patio de los Silos en Burjassot.
Los resultados fueron tan satisfactorios que inmediatamente, en 1574, se decidió la construcción de otros tres silos más, y así sucesivamente hasta superar los cuarenta silos en el siglo XVIII.
PRODUCCION AGRARIA:
En cuanto a la producción agraria, los cultivos más destacados es sin luagar a dudas el de los cereales. En pirmer lugar el cereal panificable, en concreto el trigo, al que se dedican las mejores tierras. Junto a él, las tierras más pobres se destinan a otros cereales como la avena, el centeno o la cebada, generalmente destinado a los animales aunque también para loshombres en periodos de escasez.
En segundo lugar, la vid, con un aumento espectacular en el siglo XVI, destinado esencialmente a la elaboración de vino y aguardientes, en claro proceso de comercialización, con la aparición ya de zonas especializadas.
Completaría la trilogía mediterránea el olivo, aunque sólo era verdaderamente tradicional en el Mediterráneo, y aún así con el prejuicio antisemita aún muy extendido.
También debemos destacar algunos otros cultivos destinados a producción industrial como la morera para la seda, la caña de azúcar, el lino, cáñamo y esparto o las plantas tintóreas.
En este aspecto agrícola destacaremos para nuestro recorrido las zonas especializadas de:
La Mancha: en cuanto a la vid, los viñedos manchegos son los mayores del mundo por superficie. Sobre estos terrenos se extiende la Denominación de origen de La Mancha, que se extiende por parte de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Ocupa 190.980 hectáreas y 182 municipios, siendo la denominación de origen de vinos más extensa del planeta. No obstante, la Denominación de Origen La Mancha no es la única denominación de origen de vinos de la región: a ésta se añaden otras, tales como Valdepeñas, Ribera del Júcar, Uclés y Almansa.
Viñedo en la provincia de Ciudad Real Tierra de Campos: la comarca de tierra de campos presenta una gran homogeneidad geográficamente. Los únicos obstáculos que encuentra nuestra mirada son las pequeñas colinas y cerros que de vez en cuando aparecen entorno.La agricultura se dedica principalmente al cultivo de cereales. Las corrientes fluviales que recorren estas tierras son los caudales del Valderaduey, Cea y Sequillo, ríos que llevan poca cantidad de agua. Sus principales poblaciones son: Medina de Rioseco, Villagarcia de Campos, Pozuelo de la Orden, Cuenca de Campos, Villalón de Campos, Mayorga, Castroponce de Valderaduey, Villagragima, Palazuelo de Vedija, Tordehumos, Villadid de Campos, Cillanueva de la Condesa, Villanueva de los Infantes, Becilla de Valderaduey, Roales de Campos, Bolaños de C. Valladolid: en el siglo XVI, la ciudad fue la capital del Reino, y en ella se centralizaron los principales órganos político-administrativos. A ello se sumó el hecho de que Felipe II poco antes de morir otorgó a Valladolid el título de ciudad y aunque mediado el siglo XVI se trasladó la capital a Madrid (hasta 1601), Valladolid siguió conociendo un momento de gran esplendor económico. El siglo XVI supone para Valladolid su época dorada. Se convierte la ciudad en un centro mercantil y artesanal importante con una gran actividad en las artes. Siendo capital del mundo hispánico y sede del Consejo de Indias, suceden en ella toda clase de acontecimientos importantes: muerte de Cristobal Colón, firma de las capitulaciones de Magallanes antes de dar la vuelta al mundo, entrevista de Juan Sebastian Elcano con el rey Carlos I de España, para dar cuentas de su trascendental viaje.Grabado realizado de Valladolid en 1547
La actividad agraria del Valladolid del siglo XVI se refleja en este grabado realizado en 1574 por Braun y Hogenberg.
Salamanca: El siglo XVI fue la época de mayor esplendor de la ciudad, tanto en la demografía como en la vida universitaria, gracias al prestigio de sus profesores, con la llamada Escuela de Salamanca (se calcula que Salamanca tenía unos 24.000 habitantes y hacia 1580 se matriculaban cada año 6.500 estudiantes). Después se unió a la decadencia generalizada de las ciudades de la Corona de Castilla en la meseta norte (12.000 habitantes en 1651).
La Ribera del Duero: es una comarca esencialmente agrícola, destacando en el cultivo de los cereales, la remolacha y la vid.
La Baja Andalucía: la agricultura en Andalucía se ha basado tradicionalmente en el cultivo del trigo, el olivo y la vid. La sociedad andaluza ha sido durante siglos mayoritariamente agraria. Atendiendo a su uso, las 8.737.052 Ha del territorio andaluz se dividen en tierras de cultivo (3.996.217 Ha), prados y pastizales (843.698 Ha), terrenos forestales (2.557.668 Ha) y otras superficies (1.339.469 Ha). En la mayor parte de la región predominan las grandes explotaciones agrícolas o latifundios, como son las alquerías, los cortijos y las haciendas. Los labriegos y jornaleros encargados de trabajar estas extensas tierras se concentraban en grandes núcleos de población distantes entre sí. La pequeña propiedad agraria o minifundio no tiene una presencia significativa en la región, salvo en determindas zonas del antiguo Reino de Granada, donde existen dos comarcas especialmente importantes desde el punto de vista agrícola: la Vega y las Alpujarras. En las últimas décadas los cultivos tradicionales han ido retrocediento en el interior en favor de los cultivos intensivos y extensivos de trigo, arroz, remolacha, algodón y girasol. Del mismo modo se han extendido los cultivos bajo plástico en invernaderos, destacando los cultivos hortícolas del Poniente Almeriense y la floricultura en Chipiona y su entorno. En la zona litoral el retroceso de los cultivos tradicionales ha sido impuesto sobre todo por la urbanización masiva.
- Autoabastecimiento de América
- Política de control de precios, como suben mucho los precios deciden tasar los precios del cereal pero esta tasación no es la misma para los imputs de producción del cereal por lo tanto los costes están subiendo pero los precios no, esto hace que se destinen recursos del sector que tienen los precios tasados hacía sectores donde no hay tanta tasación. Aparición de un mercado negro del cereal y la aparición del hombre donde los precios del cereal llegaban a ser más altos de los que serían si no estuviesen tasados.
- Disminución de los rendimientos porque se empiezan a utilizar tierras marginales
- Endeudamiento de los campesinos que al no poder pagar sus deudas les hace perder sus tierras y por lo tanto se da la ruina de los pobres y el enriquecimiento de los ricos.
- Expulsión de los moriscos, desaparece la elite agrícola desaparecieron las rentas de algunos señores, se abandonan muchas tierras cultivadas y la nobleza terrateniente empieza a apoderarse de esas tierras imponiendo su sistema de cultivo de la agricultura extensiva de cereal, vid y olivo.
- Aumento de la presión fiscal la corona necesita cada vez más ingresos los tenían que pagar los municipios, cada municipio dependiendo de la población estaba obligado a pagar un dinero, como los municipios no querían aumentar los impuestos de sus conciudadanos lo que hacen es arrendar al mejor postor las tierras comunales que permitía a los agricultores completar sus salarios.
- Disminución de la demanda por parte de las ciudades.