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LA GANADERIA: LA MESTA

Considerada como una actividad complementaria con la agricultura pero también con la industria, pues además de proporcionar productos alimenticios de primera necesidad, suministra estiércol y lanas y cueros. Podemos distinguir dos tipos básicos de ganadería, estante y transhumante. La primera estaba integrada en la Mesta, pero también exitían otras organizaciones de gran magnitud. En el sentido general del siglo, la Mesta fue descendiendo, pese a sus múltiples y excesivos privilegios, pues la estrecha vinculación entre ganadería y agricultura e industria textil irían inclinando la balanza a favor de la ganadería estante, que gozaba de privilegios fiscales al no tener que pagar los derechos de trashumancia y por las ventas de propios y baldíos, idóneos para pastos. Un efecto colateral fue el aumento de los conflictos entre agricultores y mesteños.

LA MESTA

Vídeo: Los caminos de la Mesta en España

http://www.artehistoria.com/histesp/videos/81.htm

Nacida en 1273, cuando Alfonso X otorgó a los ganaderos reunidos en el Honrado Concejo sus privilegios, sus Ordenanzas modernas datan de 1492 (ampliadas en 1511). En las cortes de Toledo de 1480, se decreta dejar libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla, manifestándose el papel preponderante que los Reyes Católicos darían a la Mesta.

 

Principales rutas de la Mesta en el siglo XVI.
Principales rutas de la Mesta en el siglo XVI.

Principales rutas de la Mesta en el siglo XVI

  Desde el punto de vista organizativo, la Mesta celebraba dos Juntas anuales de propietarios que duraban veinte días. En cada Junta, se reunían las cuatro cabañas mesteñas, que destacaremos para nuestra guía cultural y son: Soria, Segovia, Cuenca y León. Destacaremos la acción de Soria.

–         Soria: En época medieval Soria tuvo una gran importancia tanto política como económica: en la ciudad se celebró la boda entre Juan de Castilla y la infanta Leonor, que sellaba la paz con Aragón firmada en la Paz de Almazán de 1375; el matrimonio entre Leonor y el infante Carlos de Navarra, y varias convocatorias a Cortes, entre ellas, las de Juan I a finales del siglo XIV, en las que se dictan las normas relativas a la población judía. A este respecto, la ciudad (desde su repoblación) era mayoritariamente cristiana, pero paulatinamente comenzó a crecer la judería, que se convertiría en una de las mayores de la provincia.

La población judía se dedicó especialmente al comercio de paños y de ganado, así como de vinos y aceite. La expulsión de los judíos, en 1609 afectó enormemente a la ciudad, ya que supuso un notable descenso demográfico. Poco antes de entrar en la Edad Moderna, Soria ya conocía un modo de gobierno peculiar: el Concejo, presidido por un juez, 18 alcaldes caballeros, e igual número de jurados, designados cada uno de ellos por los habitantes de cada barrio. Este fue el origen de los Doce Linajes, las familias de nobles que con el tiempo alcanzaron las posiciones de mayor poder político en la ciudad. Con el fin de la Mesta termina también la época de esplendor de Soria, ya que la rama soriana fue la más importante de las que integraban la Hermandad. Pese a todo, Soria vivió una gran época de esplendor desde el principio del Renacimiento, y muestra de ello son el gran número de palacios señoriales que surgieron por esa época, muchos de los cuales aún se conservan.

Durante la guerra de Sucesión Soria fue partidaria de Felipe V, aunque la ciudad no obtuvo grandes recompensas por su fidelidad a los Borbones. Durante la guerra de la Independencia el ataque de los franceses provocó que los propios sorianos se sublevasen contra las tropas invasoras y para ello destruyeron parte del entramado defensivo de las murallas y el castillo de la ciudad. Ya en ese siglo el declive demográfico es patente, y será una de las dolencias de la provincia hasta las fechas actuales.

Era necesario un quórum de cuarenta hermanos, aunque solían asistir de 200 a 300, incluidas mujeres propietarias. Los votos se emitían por cuadrillas, que se reunían por separado para tratar los asuntos que se llevarían al pleno, donde los defendería el jefe de la cuadrilla. El derecho a voto en las cuadrillas no estaba sujeto a restricción en función de la cuantía de los rebaños. Sin embargo, los grandes ganaderos influían en el Presidente del Concejo, con quién solían tener relación tanto en el Real Consejo como en la Corte (eran siempre nobles).

Para pertenecer a la Mesta bastaba con pagar el servicio o montazgo, lo que acreditaba una relación directa con la trashumancia, sin especificar el número de cabezas de ganado que se poseían. En cambio, los derechos de Hermandad sí se cobraban según el número de cabezas.

La administración cotidiana correspondía a un Cuerpo de contadores y de receptores, intervenidos anualmente por el Presidente. Buena parte de los ingresos procedían de las penas y multas impuestas a ganaderos y pastores por infracciones del reglamento.

También citaremos a un amplio grupo de funcionarios entre los que se contaban: los alcaldes de cuadrilla o de Mesta, encargados de velar por el cumplimiento de las leyes entre los mesteños, así como la guarda, custodia y administración de las reses; los procuradores de Corte o de Chancillerías, así como los de puertos secos y dehesas. Pero sin duda el más relevante es el cargo de alcalde entregador, funcionario de carácter ambulante, judicial y administrativo, actuando como protector de los intereses de la Mesta en todas sus relaciones exteriores. Su origen se remonta a los tiempos de Alfonso X, pero alcanzaría su cumbre en 1568, cuando se convirtieron en funcionarios particulares de la Mesta.

Fue una organización muy poderosa debido a los privilegios que los reyes le concedían ya que la lana era el principal producto que exportaba Castilla a Europa, por lo que debían fomentar la producción de lana en detrimento de la agricultura.

La Mesta, fue una de las causantes de la deforestación sufrida en la península a lo largo de la historia, ya que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse.

Su decadencia y posterior desaparición en el año 1836, tuvo varios motivos:

  • Elevados precios que hacen que las exportaciones de la lana empiecen a ser menos competitivas.
  • Continuos conflictos entre ganaderos y la industria que poco a poco van tomando poder y les van limando ciertos privilegios.
  • Las guerras con Portugal que hacen que muchas cañadas no puedan ser utilizadas.
  • La corona necesita tanta cantidad de dinero que les daba lo mismo de donde viniese por eso la mesta va perdiendo privilegios.

Cañadas reales

Las principales cañadas reales por las que circulaba el ganado de la mesta fueron:

  • Cañada leonesa, partía de León,  atravesaba Zamora, Salamanca, Béjar y desde allí se dirige a Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz, con ramificaciones hasta Portugal y Andalucía.
  • Cañada segoviana, partía de La Rioja con dos ramales, el 1º se dirigía al suroeste por Burgos, Palencia, Segovia y Ávila, para unirse en Béjar con la leonesa y el 2º partiendo de Cameros, pasaba por Soria, Sigüenza, El Escorial hasta Talavera de la Reina, continuando por un ramal hacia Guadalupe, Almadén y llegaba al valle del Guadalquivir.
  • Cañada manchega nacía en Cuenca con las llanuras murcianas, atravesando La Mancha y parte alta de la cuenca del Guadalquivir.

Cuando llegaban cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles…, para repartir el ganado por las zonas de pastos.

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