Enclaves principales

El Castillo

Fachada principal del Castillo de Santa Pola y puestos de venta a principios del S. XX
FUENTE: http://www.yporquenounblog.com/

En el siglo XX, el Castillo-Fortaleza de Santa Pola fue utilizado para el desempeño de funciones de diversa índole. La más importante fue la de albergar en su interior las dependencias de la Casa Consistorial y del Juzgado de Paz, lo dio vida propia al edificio al convertirse en el centro administrativo de la Villa.

Hasta 1940, aparte de su función como Ayuntamiento, registró distintos usos: el hospital, las escuelas, el Registro Civil, la pescadería, el Cuartel de la Guardia Civil y la Capilla, cuyo espacio y uso se han mantenido desde la construcción del edificio. El resto del recinto seguía destinado a viviendas, anteriormente ocupadas por los soldados, y que a partir de principios de siglo habitaban familias de Santa Pola. También se habilitó una dependencia para la venta de cupones del sorteo de los ciegos, actividad con gran incidencia en la Villa debido a que muchas personas perdieron la vista como secuela de las grandes epidemias de cólera acaecidas años atrás. Entre las funciones reseñadas nos falta por añadir la más curiosa, iniciada en 1875, cuando se habilitó como plaza de toros. Esta función se mantuvo hasta 1967, fecha en que don Tomás Buades, alcalde de Santa Pola, lo prohibió basándose en la inseguridad para las personas y en los daños que podrían tener lugar.

Cara sur del Castillo, donde se encuentra el acceso a las dependencias de la Guardia Civil
FUENTE: BAILE, A.; P. FALÓ. Santa Pola. Santa Pola, 1996. ISBN: 84-605-4841-4

Durante la Guerra Civil se suprimió el Cuartel de la Guardia Civil, que fue ocupado por cuatro familias de Alicante; se instaló la sede de Falange Española en el lugar que ocupaba el Registro Civil, y la Capilla no funcionó como tal, sino como prisión para detenidos republicanos. También se inició un proyecto para habilitar el Castillo como refugio ante posibles bombardeos, aunque dicho proyecto no se llevó a cabo.

Vista de la fachada principal del Castillo en los años 30
FUENTE: BAILE, A.; P. FALÓ. Santa Pola. Santa Pola, 1996. ISBN: 84-605-4841-4

 En los años 40 se trasladó el hospital y en su lugar se instaló una academia de música, en la que tuvo su sede la banda “La Constancia”, que sentó las bases de la gran tradición musical que aún hoy en día se mantiene. Por último, se instaló en el patio interior un mercado de abastos diario con casetas y puestos ambulantes en los alrededores.

Banda Municipal de Música “La Constancia”, creada en el año 1919
FUENTE: BAILE, A.; P. FALÓ. Santa Pola. Santa Pola, 1996. ISBN: 84-605-4841-4

El mercado

Se construyó sobre los cimientos de la llamada “Iglesia Rota”, edificio que comenzó a construirse a mediados del siglo anterior pero que sufrió un derrumbe a medio construir. En el año 1936, de ser una iglesia pasó a ser el actual Mercado de Abastos.

La “Iglesia Rota”
FUENTE: BONMATÍ MEDINA, R. Datos históricos y curiosidades. Santa Pola, 1981. ISBN 84-300-4803-0.

El puerto

El puerto ha sufrido numerosas intervenciones durante el siglo XX. El 4 de junio de 1929, se retomaron los estudios para la reforma del puerto. El escaso calado del muelle era la principal justificación para iniciar las obras con la mayor brevedad posible. En este sentido, el tamaño y calado de las embarcaciones auxiliares de la Escuadra de Marina, que utilizaba la bahía de Santa Pola como base para las maniobras y ejercicios de tiro, les había impedido alcanzar el muelle en las últimas maniobras quedando varados antes de llegar a él. Dado el estado del muelle en esta fecha, ni siquiera los barcos pesqueros podían atracar en el muelle, habiendo de transbordar en la bahía el pescado a botes de remo. Por otro lado, el fomento de la actividad comercial debido a su situación estratégica para el embarque de los productos y su utilización por parte de las distintas embarcaciones que frecuentaban las salinas, harían necesaria la reforma del puerto. Estas son las causas fundamentales que se apuntan en la memoria que acompaña al Proyecto de ampliación del puerto de Santa Pola de 1931, aprobado dos años después.

Estado del puerto en los años 30
FUENTE: BAILE, A.; P. FALÓ. Santa Pola. Santa Pola, 1996. ISBN: 84-605-4841-4

Entre obras, en 1937 la Dirección General accedió a la solicitud de las “organizaciones obreras” de Santa Pola, que proponían la redacción de un nuevo proyecto de reforma del puerto, ampliando el terreno útil. Aunque el estudio de este nuevo proyecto no llegó a realizarse, es importante saber de su existencia por la necesidad de ampliar los calados y por la necesidad de un espacio terrestre más amplio.

Las obras de ampliación del puerto concluyen el 18 de abril de 1940, quedando como aparece en el siguiente plano.

Estado del puerto de Santa Pola en 1940
FUENTE: GARCÍA MÁS, A. El puerto de Santa Pola. Ayuntamiento de Santa Pola. 1990. ISBN: 84-505-9358-1.

A continuación, y motivadas por toda una serie de temporales acaecidos en distintas épocas durante la década de 1940, se realizaron varias modificaciones a la ampliación proyectada en 1931, destacando la elevación del espaldón para evitar que las olas lo desborden y la sustitución del pavimento de macadán por otro de mayor consistencia.

Evidentemente, ante la ampliación del puerto y, en consecuencia, el incremento de las actividades portuarias, fue necesario el aumento de las instalaciones portuarias durante estas fechas. La primera de las instalaciones realizadas sobre la nueva alineación del muelle se proyecta en 1942, tratándose de un edificio destinado a la desinfección tanto de los tripulantes como de las embarcaciones, respondiendo con esto a las medidas tomadas por las autoridades sanitarias contra las infecciones de “tifus exantemático”. Una vez pasado el peligro de infección, se propuso que el edificio se destinase para oficina del guardamuelles y almacén de útiles de pesca. Tras ésta, destacan la instalación de la Cofradía de Pescadores al este de la entrada del muelle desde 1944, o el edificio destinado a la aduana en 1945, también a la entrada del muelle.

La defensa ante la Guerra Civil

Las defensas de la Guerra Civil incluyen bunkers, baterías de defensa antiaérea, refugios, etc. Algunas de estas construcciones todavía se conservan, y se está invirtiendo actualmente en su reconstrucción, constituyendo uno de los mejores testimonios para la memoria de los acontecimientos sucedidos en el municipio.

Los bunkers se extienden por la línea de costa, situándose en la playa del Tamarit, la playa de Levante y la zona del Carabassí, dentro del término municipal de Elche. Gracias a un informe militar emitido en 1940 para conocer el estado de conservación de las fortificaciones costeras y terrestres de Santa Pola, sabemos que había 13 edificaciones, tres de las cuales todavía estaban en construcción. Todas ellas fueron levantadas durante el enfrentamiento bélico (probablemente entre 1937 y 1938).

La ubicación de los nidos de ametralladoras no es arbitraria, sino que responde a la necesidad de defender las instalaciones portuarias.

Por otra parte, en la zona del Faro, en la sierra de Santa Pola, se encuentran dos baterías de costa o de defensa antiaérea comunicadas subterráneamente, así como un depósito para munición. Son obras que se excavaron en la roca de la sierra. Esta zona ya venía siendo importante desde tiempo atrás, pues al tratarse de un espacio elevado permitía una vista privilegiada hacia el mar, desde donde alertar de las posibles incursiones aéreas de aviación enemiga.

Batería de costa junto al Faro de Santa Pola
FUENTE: http://www.elgrancapitan.org/

En la parte interior de la sierra, se encuentran dos naves que podrían haber pertenecido al ejército republicano. Allí pernoctaría la tropa que estaba a cargo de las instalaciones militares próximas al faro.

En cualquier caso, todas estas fortificaciones fueron construidas con las técnicas más avanzadas del momento: hormigón en masa ligeramente armado de hierro y masonería de piedra de la sierra del entorno. El grosor de los muros es de entre 1 y 1’5 metros, según el caso, suficiente para resistir proyectiles, bombas y metrallas.

También se puede documentar la existencia de un refugio para los bombardeos, situado en el interior del Mercado. Este espacio, como consta en las actas resumidas, fue habilitado tras la guerra como un aljibe. Aunque, debido a las remodelaciones del Mercado, este enclave ha desaparecido.

BIBLIOGRAFÍA:
GARCÍA MÁS, A. El puerto de Santa Pola. Ayuntamiento de Santa Pola. 1990. ISBN: 84-505-9358-1.
GARCÍA MÁS, A. Historia del Castillo-Fortaleza de Santa Pola (s. XVI XX). Ed. Ayuntamiento de Santa Pola. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert. ISBN: 84-505-9605.

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