Personaje Destacado

Don Francisco de Quevedo, nace en Madrid el 17-9-1580, mismo año en que Portugal se adhiere a España.
Este muchacho procede de una familia cortesana y de noble ascendencia, por lo tanto, tendrá una oportunidad en la vida política de la época, ya que su padre era secretario de la princesa María y su madre dama de honor de la misma.
Sus estudios empezaron en el Colegio Imperial, donde los jesuitas educaban a los hijos de la nobleza.
Con 16 años, Quevedo estará estudiando en la prestigiosa Universidad de Alcalá de Henares , donde conocerá al futuro Duque de Osuna. Al poco tiempo, fallecerá su madre, quedándose sin familia, por ello cambiará de ámbitos, yéndose a la Universidad de Valladolid, adonde el rey Felipe III trasladó la Corte, confiando en el Duque de Lerma para que llevase el gobierno de España.  Al poco tiempo, Francisco se pondrá al servicio del Duque.
Hacia el 1604-1605, Quevedo empezará a escribir sus primeros ‹Sueños›, mientras que Cervantes dará a conocer la 1ª parte de Don Quijote de la Mancha.  Estos años serán gloriosos para la lengua castellana porque se irá consolidando, perfeccionando y afianzando, llegando a alcanzar una prosa muy expresiva.
* Según Soler Cayetano, describiendo psicológicamente a Quevedo, dice que; “ las ciencias que poseyó fueron tantas y las dominó en tal extremo, que sin lisonja ( halagos) pudo  decirle Van der Mammen que era tan universal en todas las materias y tan particular en cada ciencia o arte, que nadie juzga sino que nació para la primera que toma entre manos o que fue criado para todos”
A esta opinión se le añade, que ya en sus años universitarios, Quevedo tenía una perfección literaria que en ‹El Buscón›, redactada entre 1603 y 1608, fue considerada por muchos críticos, como una obra de auténtica madurez.

La Corte volvió a Madrid y junto a ella, nuestro querido Quevedo, dejando en Valladolid unos estudios de teología sin terminar.
En estos momentos España ha acordado una tregua de 12 años con Holanda y además se ha producido la expulsión de los moriscos del territorio peninsular.
Por otro lado, el Duque de Osuna será nombrado virrey de Sicilia y como buen amigo que es Quevedo, se marchará a Italia como consejero de su amigo y Duque.
Con el paso de los años, Francisco se hizo ver y sonar como un personaje político y literario, ya que su vida estaba alrededor de ambas ideas.
Con 33 años , Quevedo se encuentra en Palermo, como hombre de confianza del Duque de Osuna.
La forma de buen diplomático le llevó a entrevistarse con el Papa Pablo V, a informar al rey español sobre los asuntos italianos y sobretodo, a buscar grandes beneficios al Duque.

1618, se sitúa en Venecia ,donde logró deshacerse de una grave conjura que le hicieron cargo, contra el Duque de Osuna.
A pesar de los apoyos de su amigo y literario, el Duque de Osuna caerá en desgracia, arrastrando junto a él a Quevedo.
A nuestro autor le cayó una parte muy dura, ya que sufrió en la cárcel de Uclés, (Cuenca), más tarde  fue recluído a la Torre de Juan de Abad y después, permaneció en arresto domiciliario, situación que aprovechó para escribir; Política de Dios y gobierno de Cristo.

1621 muere Felipe III, dejando consigo una España envuelta en la Guerra de los 30 años y el final de la tregua con Holanda.
Ahora, al trono ascenderá Felipe IV encumbrando con él al conde-duque Olivares. A esto se le añadirá, que la política se hará desde Madrid.
Para Quevedo, el fracaso y la ruptura con el duque significó una gran desilusión, ya que tuvo que volver a Madrid.
Estando en la capital, Francisco dedicará a Felipe IV una Epístola satírica y censoria, donde la dulación y el servilismo se unen a la añoranza de los tiempos gloriosos e imperiales de Carlos V y Felipe II.
Tras convalecer en Villanueva de los Infantes, consigue ganarse la confianza del rey español. Posiblemente, la ganó tras la publicación de < El chitón de las tarabillas>. Aquí defiende la política monetaria injusta del conde-duque de Olivares.
Felipe IV le nombrará secretario, un título puramente honorífico.
Paralelamente a la crisis política, el mundo literario estaba en su momento cumbre.

La critica y la ironía de Quevedo le hicieron tener numerosos enemigos, hasta el punto de que Luís Pacheco de Narvaez le denuncie a la todopoderosa y temible Inquisición.

Durante su estancia en Madrid, se casará con Esperanza de Mendoza, pero el síntoma misógino le floreció al ver su nueva situación familiar, así que pronto se separaría.
Pese a todo, aún no habrá llegado el momento más doloroso de su vida, ya que  en 1639  lo harán  preso en la casa de su protector, el Duque de Medinaceli, de ahí lo transladarán al convento de San Marcos de León, después de confiscarle todas sus obras, cartas y poemas.
Permanecerá encarcelado allí durante 4 años, acusado  de haber sacado a la luz, en sus escritos, la situación de miseria y hambre del país.
 ” Ni han sembrado, ni pueden, ni hay pan. Los más le comen de cebada y centeno. Cada día traemos pobres muertos de los caminos, de hambre y desnudez. La miseria es universal y ultimada”.

Estando encarcelado, se produjo la sublevación de Cataluña, la rebelión de Portugal y la conjura de Andalucía. En estos momentos, la decadencia política y económica  se mezclaba con el gran esplendor de las letras castellanas.

A principios de 1643, Olivares perderá el favor del rey, mientras que Quevedo salió de la cárcel. 
En los últimos momentos de su esplendor literario, Don Francisco escribirá dos obras de carácter ascético-moral, como un fiel reflejo de su estado de ánimo. < La constancia y paciencia del santo Job> y < Providencia de Dios>.
Ya, vuelto a la vida Cortesana, publica <Vida de San Pablo apóstol> y < Vida de Marco Bruto>.  Pero, los años para nuestro autor le pasaron factura, ya que su salud estaba muy tocada.  aún así, se trasladó a Villanueva de los Infantes, donde la muerte le sorprendió el 8-9-1645.