Personajes Ilustres

Este espacio está dedicado a ciertos personajes de la época que fueron influyentes en esta época.

María Calderón. “La calderona”.

Actriz y cortesana nacida en Madrid en 1611. 

Era hija de Juan Calderón, vinculado al teatro, por ello, María se dedicará a ello.
María era una actriz secundaria, que destacaba más por su gracia y talento teatral, que por su belleza.  Este talento le hizo ganarse el sobrenombre de “La calderona” o “Marizápalos”.

Esta actriz es destacable, no por su vida de actriz, si no por los escarceos amorosos que tuvo con el rey Felipe IV, estando ella con el Duque de Medina de las Torres y él con la reina Isabel de Borbón, pero aun así, siguieron  con su amor prohibido.
Los amoríos de Felipe IV eran un secreto a voces, ya que la actriz se quedó encinta del rey, dando a luz a un heredero bastardo; Juan José de Austria.
Este niño le fue separado inmediatamente de las manos de María para que recibiera una educación principesca.
Con este hecho sucedido, La calderona  ingresó en el monasterio benedictino de San Juan Bautista de Valfermoso.  En este momento, Juan José de Austria fue reconocido como hijo legítimo del rey.
María  pasó sus últimos años de vida en aquel convento, falleciendo en 1646.

Francisco Jiménez de Cisneros.

 Eclesiástico y estadista madrileño nacido en Torrelaguna, en 1436.
Cursó estudios de teología en  Alcalá, Salamanca y Roma. Al acabar los estudios en 1471, fue nombrado arcipreste de Uceda.
Después de unos años oscuros, con algunos conflictos con el arzobispo de Toledo, en 1492 la plaza de confesor de la reina Isabel quedó vacía.  La  misma reina lo elegiría para desempeñar dicho cargo.
Al año siguiente será nombrado arzobispo de Toledo. Este nombramiento lo aprovechó y emprenderá una serie de reformas  a la iglesia, que no siempre fueron bien recibidas por los eclesiásticos.
Estas reformas eran:

•  Seguimiento se la estricta regla franciscana
• Reforma del clero secular y de las órdenes religiosas, a través de la convocatoria de sínodos provinciales.

Pero no sólo se dedico a la religión. Cisneros hizo una gran intervención política y cultural.
Por un lado, en 1504, con la muerte de  el Cardenal ocupó la regencia y se convirtió en el defensor de Fernando el Católico e impidió la ascensión al trono de Felipe el Hermoso.
Con la muerte de Fernando, el propio rey le asignó la regencia en 1516.

Su intervención cultural, supuso un gran avance para las universidades, ya que impulsó la creación de la Universidad de Alcalá, destinada a la educación religiosa solamente.  Además Cisneros reunirá en 1502  a muchos sabios de  la teología para editar una Biblia políglota complutense.

Su vida era muy envidiable, ya que gozaba de una vida muy agradable.  Un años después de que el difunto Fernando le nombrase regente, murió de camino a Valladolid, donde iba a encontrarse con el futuro monarca de España, Carlos I.

 

Juana de Trastámara, La Beltraneja.

Infanta castellana nacida el 28-2-1464. Hija del matrimonio de Enrique IV y Juana de Portugal.
Como es sabido, el rey gozaba de ser impotente, por ello , el nacimiento de Juana, dio a entender que la reina mantuvo relaciones extramatrimoniales, con el que parece ser su verdadero padre, Don Beltrán de la Cueva.  De ahí, el sobrenombre de la infanta.

A la hora de gobernar el imperio español, se encontró con una gran traba, llamada Isabel de Castilla, su tía.
La rivalidad de ambas, se envolvió en una guerra civil, donde Juana, apoyada por su marido portugués, Alfonso V, defendiera el trono de ésta.
Por el otro lado, la boda de Isabel con Fernando de Aragón propició una unión muy beneficiosa para el reino español.
Esta guerra, acabó con la Batalla de Toro en 1476, donde los partidarios de Isabel se alzaron con el poder.
Con esta batalla se dio fin a la pretensión del trono español de Juana y sus apoyos.
Como bien narra la historia, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se convirtieron en los Reyes Católicos. Esta unión permitió crecer a España en todos los ámbitos.
Pero, si hubiera ganado Juana, la historia de España hubiera cambiado por completo, pero la falta de  habilidad para exigir sus derechos, hizo que perdiera la gran oportunidad de reinar España.

Como se ha podido ver, cada personaje aporta rasgos sobre las ideologías y costumbres de la sociedad de antaño.
Cada uno regido por su filosofía, nos muestran los rasgos de una España que está creciendo a un ritmo muy acelerado, ya que quiere hacerse un hueco como gran potencia de Europa.