Primer día de guardería

Hoy es el primer día que Joanna va a la guardería. No estoy convencido de si es una buena idea, pero las circunstancias laborales nos obligan a ello. ¿Cómo influirá esto en su adquisición del lenguaje? Lamentablemente, no es una guardería en inglés como yo hubiese deseado. Se habla sólo castellano. Veremos a ver. Irá sólo cuatro horas al día. Como cuestión lingüística reseñable, destaco su uso cada vez más adecuado del género y número.

Desarrollo cognitivo

Lo que más me sorprende de Joanna en este último mes no es que no deje de hablar desde que se levanta hasta que se acuesta; ni que la adquisición del lenguaje sea cada vez más rápida y sorprendente; o que no la entendamos en ocasiones porque va más rápido que nosotros en su aprendizaje, sino su evolución cognitiva en general. Joanna con 21 meses es capaz de imaginar cosas, de mentir, de negociar, de hacer algo parecido a guardar un secreto. Desde un punto de vista fonético, es interesante analizar sus enfados lingüísticos. Algunas veces dice ‘NOOO’, cuando repites algo que ella ha dicho y no es correcto. Compartimos un mismo léxico pero con apariencia fonética diferente.

Mentiras estratégicas

La base del color de ojos de Joanneta es azul y gris, pero, como dijo hace poco Álex Alemany (el pintor valenciano) al verla: ‘¿de qué color tiene los ojos esta niña tan guapa? No sabría decirlo. Parece que todos los colores conviven en sus ojos…’ Los ojos de Joanneta lo escrutan todo. No miran, analizan el entorno para aprender constantemente. Entre elegir una empanadilla y unos garbanzos para comer ¡qué mejor que los garbanzos! hay que pincharlos uno a uno y ensayar con el tenedor varias formas aproximación. El cerebro de los bebés parece llevar a cabo constantes mecanismos de ajuste que uno puede observar a todas horas. Es como si al cerebro le hubiesen dado un juguete nuevo y probara sus componentes: ‘esta pierna va, pero ¿hasta dónde puede llegar?; estos dedos pueden coger cosas grandes y pequeñas ¿pero qué más pueden hacer?’ Con el lenguaje es lo mismo. Se ve en la fonética y en la gramática, pero, cómo no, también en la pragmática. Joanneta esta semana ha dado muestras de jugar con la mentira para conseguir objetivos concretos. Estaba intentando que durmiera la siesta -tarea harto costosa- y le pregunté después de un rato de intentos fallidos: ‘¿nono en la cuna?’ Ella respondió: ‘sí, nono cuna’. La llevé a la cuna y comenzó a llorar. ‘Cuna, no’. Joanneta sabía dónde estaba la cuna y que para ir a ese sitio había que abrir la puerta del comedor. Su objetivo era salir del comedor para jugar y no dormir la siesta. Decir que sí a la cuna era una forma de ganar tiempo o de simplemente probar una opción diferente al aburrido comedor que tenía la puerta cerrada y las ventanas bajadas. Joanneta, pues, ha aprendido que la mentira ayuda a ganar tiempo, a conseguir objetivos.

21 meses

Con 21 meses Joanneta conversa. Está claro que no conversa como un adulto, pero pone en marcha todos los recursos que tiene a su alcance para hacerlo. Recuerdo que hubo un tiempo (16 meses) en el que podía hablarse de la existencia, en su protolenguaje, de dos códigos simultáneos: uno del lenguaje adulto (palabras reales) y otro inventado por ella misma (palabras indescifrables). Ahora hay un único código, pero en parte es indescifrable porque ha sido trasformado fonéticamente. Es todo lenguaje adulto, aunque una parte de las palabras que lo forman ha cambiado la fonética. Es indescifrable (fonéticamente) porque ella va ya más rápido que nosotros. Antes éramos capaces de descifrar las palabras que decía porque reconstruíamos mentalmente lo que nosotros le habíamos enseñado, ahora son tantas las palabras que aprende por ella misma que en muchos casos no la entendemos. Las reducciones fonéticas siguen siendo similares (muchas [k] y [r] pasan a [t]), pero su lista de sonidos y fonemas ha aumentado. Tengo que registrarlos. Desde un punto de vista gramatical, la novedad más importante es la progresiva introducción del género femenino. Además de ‘bo’ (bueno), ahora empieza a decir ‘bona’ (buena). Por ejemplo: [ko’late ‘bo, pa’eʎa ‘bona]. El método que sigue a la hora de elegir una palabra en castellano o en catalán es todavía un misterio. Lo que está claro es que sabe que existen tres lenguas: catalán, español e inglés.

El salto conversacional-gramatical

El salto cualitativo de Joanna es que ahora conversa. No es que juegue a conversar como antes, sino que lo hace de verdad. También hay un cambio en sus repeticiones de vocabulario. Repite no sólo palabras sino frases y sus repeticiones son ensayos gramaticales. Busca la gramática allí por donde esté. También es interesante su gusto constante por parlotear, sea con ella misma, con la gente que se encuentra por la calle, con quien sea. Cada hora que pasa es una hora aprendiendo lenguaje (ella y yo).

Mundos posibles, humor, juegos

Hace tiempo que Joanna muestra que posee algo parecido a lo que llamar humor. La primera vez que lo reseñé fue a los 15 meses. Ahora a los 20 el humor es algo más que normal. Ayer, sin embargo, me sorprendió un cosa nueva: su capacidad para considerar la existencia de mundos inventados o posibles. Un ejemplo de ello se produjo cuando de repente se me ocurrió jugar a que hiciéramos como si comiésemos un pollo de juguete usando un cuchillo de plástico y unas marionetas. Joanna no sólo me siguió el juego, sino que ella misma inventaba y se reía como si dijera: ” esto no es real, pero qué divertido es jugar a que lo sea”.

20 meses

Este verano Joanneta ha dado un salto lingüístico espectacular. Es como si de repente hubiese aprendido la lengua de un tirón y la reprodujese de forma imperfecta. La novedad gramatical más importante es el uso de los verbos. Utiliza ‘está’, ‘n’hi ha’ (hay), etc., por señalar algunos. Repite cualquier palabra, sea en castellano, en catalán o en inglés. Creo que ya es plenamente consciente de que la gente que conoce habla lenguas distintas y que, por lo tanto, hay formas diferentes de decir las cosas: ‘bon dia, buenos días, good morning’. Su vocabulario básico es en catalán, pero, como cualquier bilingüe-trilingüe, mezcla parte de los varios léxicos que conoce. Su lenguaje es, por supuesto, creativo, es decir, no sólo repite cosas, o usa las cosas que nosotros le hemos enseñado, sino que ellas crea o aprende por sí misma. Por ejemplo, de repente empezó a decir: ‘nena sit down’ sin que nadie se lo haya enseñado así. Probablemente, lo aprendió hace un mes en el playgroup, pero no lo había dicho hasta ahora. Describe el mundo que le rodea: ‘la foto del gatet’ a todas horas. Ella dio este nombre a esta foto. Todavía cambia sonidos obviamente, pero la característica más importante de su lenguaje o protolenguaje es la constante renovación y creatividad. Joanna tiene una lengua de trapo. Good job, Joanna!

Novedades: canciones y ODP

Joanneta parece haber aprendido ya que ella es ‘la nena’ y no ‘el nene’. El domingo pasado cantó por primera vez una canción. En realidad sólo tarareó, pero lo hizo de forma consciente y voluntaria. Hasta ahora había seguido el ritmo con la cabeza y con el cuerpo, pero no había cantado nada. Cada vez son más frecuentes las frases de dos o tres palabras. Como es lógico el orden de palabras sigue un principio de más a menos informatividad. Vamos, lo que Givón llamó el orden pragmático, y que de tanto en tanto se cuela también en la conversación coloquial de los adultos.

19 meses

Cuando analizaba el orden de palabras para mi tesis doctoral, hablaba de cosas que sucedían ocasionalmente en la conversación coloquial y que algunos atribuían también al lenguaje infantil. Ahora Joanna hace algunas de estas cosas. Por ejemplo, los enunciados aparentemente desordenados (desde un punto de vista sintáctico) que se ordenan, sin embargo, desde un punto de vista informativo-pragmático. Joanna dice ‘caca↑ nene↑ no’, es decir, ‘la nena no ha hecho caca’, ordenando los contenidos por su importancia informativa y por el contexto de producción. Es obvio que lo más importante (o al menos lo más inmediato mentalmente) aparece al principio, como forma ecoica de lo dicho anteriormente (¿te has hecho caca?); después la referencia al sujeto (nene) y por último la información conclusiva valorizadora (no). Sigue, además, con la adquisición de los deícticos. Lo más interesante es que no sólo marcan palabras o cosas, sino ideas previamente expresadas. Por ejemplo, si le dices ¿nos vamos al balcón? Ella dice ‘ésta’ que equivale a algo parecido a: ‘esta idea me parece bien’. Lo más destacado en la fonética es la sistemática sustitución de las velares por las dentales. Por ejemplo: [k] por [t]. La palabra ‘carro’ pasa a ‘tato’ y ‘caca’ a ‘tata’.

18 meses

Joanna ya tiene 18 meses. Lingüísticamente lo más característico es el uso de deícticos. Usa ‘este’ [‘ete] de forma genérica. También ‘ací’ (=aquí). Usa artículos como [e] que equivale a ‘el’; o también [a] ‘a mamá’. Y utiliza frases de dos palabras: [‘papi ‘aba]. Ya lo hacia antes, pero parece haberlo generalizado. Incluso de tres: ‘ya mami nono’ ‘Nono ya mami’ (= mamá deja de dormir o la hora de dormir ya ha terminado) ‘Esta aigua papi’ (=esta agua es para el papi). Podría decirse que ya ha logrado articular una proto-sintaxis. También es capaz de contar hasta cuatro y, lo más importante, saber que esos sonidos tienen que ver con grupos de cosas o con subir varios escalones. Es capaz de repetir muchísimas palabras, por no decir, todas las que le decimos. Con respecto a las tres lenguas, domina el catalán, le sigue el castellano y pronuncia algunas palabras en inglés. Por ejemplo ‘night-night’ cuando se va a dormir. Está comenzando también a identificar personas y lenguas. Por ejemplo, sabe que el English tiene que ver con los nenes del playgroup al que asiste, y con María, la profesora de Baby-deli. El otro día se despidió de ella con bye-bye. Su capacidad de compresión de las preguntas, e incluso de las cosas que oye de forma casual, es sorprendente. Se refiere a sí misma como ‘nene’, pero sabe que ‘xiqui’ y Joanna también son maneras de llamarla. Cada día aprende y dice una cosa nueva.