LD (M. Llamas) 2008-03-05 Libertad Digital
El pasado año comenzó el esperado punto de inflexión del mercado inmobiliario nacional. La preventa de inmuebles ha bajado en torno a un 70 por ciento, al tiempo que el precio de los pisos cerró con una subida del 4,8 por ciento, muy próximo al Índice de Precios al Consumo (IPC), según los datos oficiales difundidos por el Ministerio de la Vivienda.
Y es que, “la situación actual de burbuja inmobiliaria es insostenible”. Durante los últimos diez años, “España ha vivido un innegable boom inmobiliario” como consecuencia de la emancipación del baby boom, las restricciones existentes en el mercado de alquiler y de suelo y, sobre todo, a causa de la “política monetaria expansiva (bajada de tipos) que ha sufrido España desde la entrada en vigor del euro”, según el Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana (IJM).
Así, en su informe Los precios de la vivienda y la burbuja inmobiliaria en España (1985-2007), esta entidad pone de manifiesto el “proceso de inflación de activos” que ha sufrido durante la última década el mercado residencial español. El IJM afirma que los inmuebles nacionales presentaban una sobrevaloración próxima al 40 por ciento en 2007. Esta entidad basa dicho cálculo en el ratio existente entre el precio de adquisición de un piso y su precio de alquiler (PER de la vivienda).
Tal indicador refleja cuántos años precisa esperar un comprador de este tipo de activos para recuperar su inversión (precio de adquisición) a través de su rendimiento anual (precio de alquiler). A mayor PER, menor rentabilidad.
Así, el PER de la vivienda se situó en España en “el 32,2 frente a una media histórica del 19,5 entre 1985 y 1999”, según el estudio. “Cuanto más elevado sea el PER, menor es la rentabilidad del alquiler y, por tanto, más incentivos existen para enajenar la vivienda e invertir el capital obtenido en otros activos más rentables”, advierte.