Bien conocido es el hecho de que los Reyes Católicos habían creado la Santa Hermandad como una fuerza policial armada sostenida por los municipios, capaz de enfrentarse contra los ejércitos nobiliarios.
No obstante, en esta apuesta reformadora, Cisneros daría un paso trascendental. Como regente de España, creó los llamados Guardas de Ordenanza, esto es, un auténtico ejército capaz de enfrentarse no sólo en conflictos interiores sino también exteriores relacionados con la Corona. De la idea militar cisneriana nacieron una fuerza de infantería, otra fuerza de caballería y tres unidades artilleras llamadas, en honor del Cardenal, las San Francisco.