Testamento y codicilos del cardenal Cisneros
1512-1517
Manuscrito original en pergamino
Archivo Histórico Nacional
El 14 de abril de 1512 otorgaba Cisneros su testamento, “en la nuestra villa de Alcalá”, en donde pudo ver cumplidos sus ideales religiosos y culturales.
Escrito en vitela y refrendado con la firma autógrafa del Cardenal, el testamento consta de un total de 37 cláusulas. Posteriormente rectificó sus últimas voluntades mediante dos codicilos. El primero fue dado el 13 marzo de 1515, y el segundo, el 14 de julio de 1517. Los codicilos demuestran el interés que tenía el Cardenal para que se cumplieran sus mandas testamentarias. En el segundo de ellos, rogaba al rey Carlos I que se encargara de favorecer al Colegio de San Ildefonso y a la Universidad de Alcalá.
A través de su testamento quedan recogidas sus grandes conquistas en el campo religioso y cultural. Estamos ante un documento que refleja el recuerdo de las gestas del insigne prelado por medio de evocaciones, donativos y preceptos.
En sus últimas voluntades, sobresale el amor del insigne prelado hacia Alcalá, dejando como heredero universal de sus bienes al Colegio de San Ildefonso. No sorprende, pues, su deseo de que en cualquier lugar donde hallara la muerte fuese trasladado a Alcalá. En la cláusula segunda del testamento, mandaba: “…sea traído nuestro cuerpo a la Iglesia de Santo Ildefonso de nuestra villa de Alcalá de Henares, que dentro en el colegio nos mandamos allí edificar, y que sea allí sepultado…”. Y fue allí donde se enterró tal como lo había dispuesto.
Información procedente del trabajo de Aurelio García López.