Tanto reseñar me lleva a hacer un poquito de autobombo y hablaros de mi artículo recién publicado (20 junio de 2024) en la revista de la Universidad de Venecia Rassegna Iberistica. Este artículo nace de un proyecto en el que tuve el placer de colaborar desde la Universidad de Leipzig en mi estancia allá en 2022. El proyecto de investigación tiene por objeto el análisis del tema de la familia en la narrativa de habla hispana y portuguesa. La familia representada en la novela, normalmente, guarda inmensas capas de significación: cuestiones políticas, de clase, de Estado e, incluso, historiográficas que moldean e interfieren en el establecimiento de los lazos familiares que pueden ser múltiples o multilaterales. La familia es la célula más pequeña del complejo social, por tanto, las relaciones que se establecen en el seno familiar serán reflejo de una temperatura sociocultural y, viceversa, la dinámica familiar afectará en la configuración social del momento histórico en el que se desarrolla. La relación entre los miembros de una familia lleva intrínseca factores históricos como la transmisión de la memoria de manera transgeneracional. Esos factores pueden ser traumáticos como en episodios de guerra. Los eventos de la historia imprimen un efecto en la epistemología familiar que abre un abanico de posibilidades en las relaciones intergeneracionales. Estos aspectos se representan literariamente para, precisamente, conectar con lo metaficcional y lo metahistórico.
Bajo estas premisas os invito a que consultéis el número dedicado a Las constelaciones familiares en la narrativa iberoamericana moderna que abarca el análisis de novelas publicadas desde 1969, con La madama de Concha Alós, a 2020, con la novela de Juan Gabriel Vásquez Volver la vista atrás. He tenido el honor de compartir ideas y conocimientos con un equipo investigador de alto nivel, comenzando por los catedráticos Jobst Welge y René Ceballos, mis queridas compañeras Ángela Calderón Villarino y Serena Cianciotto… además de conocer en el congreso de junio de 2022 a la catedrática María de Fátima Marinho y la colega Anne Brüske. El estudio de cada uno de ellos completa este número de relevancia científica en el campo de las letras.
Mi análisis de La madama pretende aportar un granito de arena dentro de este elenco de titanes de la investigación. Tratando de no salirme de la línea, ofrezco una lectura de la novela que pone la lupa hermenéutica sobre los Espín y su mala fortuna de pertenecer al bando de los vencidos. Las redes familiares de los Espín aparecen rotas por un determinismo de Estado −un Estado dictatorial, no nos olvidemos− que deja poco espacio a la «gangrena roja» que pudría el país o la idea que el Glorioso Movimiento tenía de él (Ríos Carratalá, 2015 y 2016). Como en reiteradas ocasiones he afirmado en este blog, La madama es la radiografía de la más reciente posguerra donde la represión encarcelaba y fusilaba sin miramientos y en masa. La miseria lo invadía todo en aquellos años, pero si encima pertenecías al bando de los vencidos o tenías algún familiar en prisión, la cosa podía ser peor: te negaban la cartilla de racionamiento, no te daban trabajo o si lo conseguías era en condiciones infrahumanas.
Esta tremenda situación empuja a una carrera por la supervivencia de lucha contra el hambre de manera feroz y literal. Los Espín, en su carrera por la vida, representan la historia de esas miles de familias que vivieron bajo la bota del franquismo más feo y rancio, si es que alguna vez tuvo atributos agradables para los que no fueran de los suyos. La realidad de los Espín está atravesada por la necesidad extrema, la extenuación, el cansancio y el hambre, sobre todo, mucha hambre. Los Espín ponen en marcha unas estrategias de resistencia que vulneran su integridad e, incluso, su dignidad. Pero hay que sobrevivir. Lo malo, todavía más si cabe, es que esas estrategias de resistencia son limitadas y están constreñidas por unos parámetros patriarcales que anquilosan el desarrollo vital de cada uno de los Espín, sobre todo, de las Espín. Esta circunstancia, inevitablemente, impide establecer unas redes familiares sanas y auténticas, basadas en la comunicación y el respeto. La supervivencia te obliga a morder al de al lado, no hay amigos, no hay parientes en los que apoyarse porque cada uno se siente solo en su lucha y el otro es visto con hostilidad, como un obstáculo. El matrimonio es una vía de escape al mismo nivel que el ejercicio de la prostitución. El estraperlo es sólo un método de dinero rápido que no desemboca en un buen desenlace y la red clientelar es sólo para los oportunistas que saben cepillar chaquetas. Este es el panorama de la España de la Victoria.
Mi artículo, con su análisis de los Espín, inicia el recorrido cronológico de estas constelaciones familiares que sacan, a través de la literatura, las grietas intergeneracionales, los traumas, las fortalezas, los déficits de las políticas de Estado, la interrelación entre sociedad y familia, el delicado equilibrio de ambas esferas que se nutren la una a la otra y del que depende la convivencia de la comunidad humana.
La colaboración entre Leipzig y Alicante continúa. Esta vez salimos del contexto familiar para hablar de la representación de las plantas y las plantaciones desde la perspectiva ecocrítica en la que los seres humanos invaden la naturaleza negando su entidad como ser vivo. Desde Leipzig y las constelaciones familiares viramos hacia Alicante y la ecocrítica en el siguiente número de nuestra Revista Pangeas. Seguid atentos porque el autobombo seguirá con próximas colaboraciones de nivel.
Bibliografía
Ríos Carratalá, J. A. (2015). Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio en la cultura franquista. Sevilla: Renacimiento.
⸺. (2016). Contemos cómo pasó. Imágenes y reflexiones de una cotidianidad (1958-1975). Alicante: Universidad de Alicante.
Ruiz Pérez, N. (2024). «Redes familiares rotas: imposición de Estado y estrategias de resistencia. El caso de La madama (1969) de Concha Alós» en Library of Rassegna iberistica, vol. 36, pp. 7-22.