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05~Siglos XVII/XVIII

Siglos XVII y XVIII

Desde Felipe II a Fernando VII, el Deseado

Hasta ahora hemos repasado la Edad Moderna desde sus inicios (generalmente unidos al descubrimiento de América) hasta el reinado de Felipe II. Desde éste hasta Fernado VII de Borbón, el Deseado, quien marcará el paso a la Edad Contemporánea, la lista de monarcas españoles, y sus reinados, no tiene desperdicio y no podemos olvidarla. A Felipe II le sucederá su hijo Felipe, el que será Felipe III el Piadoso (1598-1621). Su reinado supondrá una transición desde los gloriosos tiempos de su padre y de su abuelo (Carlos I) a la decadencia que comenzará con su sucesor Felipe IV, el Grande o Rey Planeta, y que desembocará en el espantoso/vengonzoso/triste reinado de Carlos II.

En efecto, con Felipe IV (1621-1665), tercero de los hijos de Felipe III, se produjo el declive y la ruina de la Monarquía Hispánica. Pero con Carlos II el Hechizado (1665-1700), su hijo, la cosa iría a más. Terminó, incluso, con la dinastía de los Habsburgo. Su profunda incapacidad fue el resultado de muchos años de matrimonios consanguíneos. ¡Angelito mío!, diría mi abuela.

Con Felipe V de Borbón el Animoso (1700-1746, con, en medio, el corto reinado de su hijo Luis I en 1724), comenzará la dinastía de los Borbones (…que continúa). Sucedió a su tío-abuelo Carlos II y para ello debió vencer a sus opositores en la Guerra de Sucesión Española (1700-1714). Le seguirá su cuarto hijo, Fernado. Será Fernando VI, el Prudente o el Justo (1746-1759). Tan prudente o justo que será recordado por la “Gran Redada” contra los gitanos del reino (¿?) en 1749.

A Fernando VI le sucederá su medio sobrino Carlos III el Político (1759-1788), tercer hijo varón de Felipe V. Y éste será relevado por su hijo Carlos IV (1788-1808), tan falto de energía que quien reinaba en realidad era su valido Manuel Godoy (de ingrato recuerdo, aunque algunos estudiosos están rehabilitando su nombre últimamente).

Y finalmente llegaría Fernando VII (1808-1833), hijo de Carlos IV -al que destronó-, el Deseado por aquello de que casi nadie en España hablaba francés… pero ¡cómo nos fue con él!