En sociedades del llamado Antiguo Régimen, la tierra era la principal fuente de riqueza, y Callosa no era una excepción en esta época. Por lo que dicha población luchó por extender su agro y a la vez que se ampliaba la riqueza lograr también la emancipación total de Orihuela.
Ahora vamos a desgranar las deficiencias que se podía esperar de Callosa del Segura tras su emancipación de Orihuela:
Poco después de que el Real Privilegio de Universidad Independiente fuera otorgado a Callosa del Segura, en el 1579 , según un memorial elaborado por el Consell d’Oriola, en el 1579, la nueva localidad, tras la segregación, padece ciertas carencias de ámbito agrario, un gran obstáculo para asegurar su supervivencia. Entre estos se enumera la escasez de habitantes para trabajar la tierra, la pobreza de sus tierras (cosa que era falsa) y la inexistencia de una muela para obtener harina de trigo.
También se remarcaba en el dicho memorial la dependencia del agua para el riego proveniente de la acequia que parte de la ciudad de Orihuela. Asunto que ya se trata más ampliamente en otra entrada, perteneciente al apartado de “Economía”.
El último problema a solucionar era la posesión de la tierra y la recaudación de numerosos impuestos que esto generaba. La lucha por la posesión de la tierra implicaba a su vez otro problema, cualquier litigio por la tierra obligaba forzosamente a desplazarse a Orihuela. Esto a su vez producía una inversión de capitales provenientes de los impuestos, que por otra parte dejaban de invertirse en lo que el agricultor callosino creía más importante, reinvertirlo en la Huerta y en sus infraestructuras para mejorar la producción agrícola. El tema de de la concesión del término municipal de Callosa fue uno de los temas más espinosos derivados del Real Privilegio de Universidad Independiente de 1579. Y la ampliación de este término, o más bien la consecución de un amplio terreno dedicado al agro era fundamental para la emancipación de Orihuela y la subsistencia de los habitantes callosinos.
El término otorgado mediante sentencia en el año 1582, fue impugnado por el Consell de Orihuela. Esto era consecuencia natural de la segregación de Callosa. En primer lugar Orihuela intentaría que la separación no se llevara a cabo, y en caso de que esta fuera inevitable, cedería el mínimo terreno posible a la plaza emancipada, y más si se tiene en cuenta que era su propio terreno el que le era sustraído y considerado como uno de los territorios más ricos de la zona, en cuanto a agricultura se refiere.
Tras la apelación Orihuela obtuvo en 1587 una nueva división territorial, en términos que dejaban reducida a Callosa, en relación a lo estipulado en el año 1582. Con lo que la emancipación de la pequeña localidad quedaba comprometida y oscurecida por un sinfín de sudas futuras.
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