Con la llegada del siglo XVI va a tener lugar un cambio para bien en la evolución demográfica.
No obstante, cabe decir que no entró con buen pié, pues comienza con años de epidemia y hay que situarse en un contexto en el que hace pocos años ha tenido lugar una gran pérdida de hombres durante la conquista de Granada.
Las Germanías supusieron un grave descenso demográfico. Según el cronista Miguel García, en las batallas de Almenara y Orihuela se registraron hasta 10.000 muertos. A esta cifra hay que añadirle la posterior represión de los virreyes del reino de Valencia y la consiguiente huída de una población que sentía que corría peligro en sus tierras.
Posteriormente a las Germanías y ya con cierta paz y estabilidad, tendrá lugar una reactivación del crecimiento demográfico. Callosa crecerá a una tasa de 1,66 % anual hasta el año 1609. Este hecho está provocado por el gran florecimiento de los cultivos de la huerta, como el vino y la seda. A esto hay que sumarle la importante llegada de un buen contingente de población inmigrante.
La prosperidad demográfica de Callosa en el siglo XVI contrasta con el estancamiento del resto de la comarca. Orihuela incluso se quejaba de la falta de gentes para el cultivo de sus campos.
Nos encontramos por tanto en un momento en el que Callosa de Segura se encuentra en una próspera situación económica y demográfica. Este clima de estabilidad y crecimiento alimentará los deseos separatistas respecto a Orihuela y será el contexto en el que Felipe II les concederá el Real Privilegio en el año 1579 por el cual se independizará de Orihuela.
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