Durante los años 50 y 60, la situación de España contrastaba fuertemente con la de los países industrializados de Europa: Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido, Suiza, Holanda. De este modo, al ser España un país rural, no sólo había un éxodo rural hacia las ciudades, sino también hacia el extranjero. Llegando en esta última década a los más de dos millones de emigrantes.
Ya en los años 70, con un país más industrializado, la llegada de la democracia, así como una crisis del petróleo a nivel global, la situación se invierte reduciéndose el número de emigrantes y aumentando del de retornados. Sin embargo, estos emigrantes no desaparecen, siendo Francia uno de los países más comunes.
Estas personas firmaban contratos temporales de medio año, un año, y hasta dos, que en muchas ocasiones se renovaban. El objetivo de estas emigraciones era poder llevar dinero a casa, pero con la paga de la jornada laboral no bastaba, por lo que se veían obligados en muchas ocasiones a hacer horas extras.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Anónimo.
Edad: 54 años.
Lugar: Albacete.
Fecha: 14/12/2014.
Resumen: La entrevistada, original de Chinchilla de Montearagón, trabajaba en un casino de la localidad. Al trabajar muchas horas diarias cobrando el sueldo mínimo, cuando supo de la posibilidad de ir a Francia a trabajar, decidió irse. Emprende así el viaje a los 19 años que le llevaría fuera de España por primera vez. Llegó a Avignon, donde le recogieron y le llevaron a su alojamiento proporcionada por la empresa, conviviendo con personas de otras nacionalidades que también se encontraban en sus mismas circunstancias.
Trabajaba como embaladora de fruta, y aunque la paga era buena, al ser el objetivo de su viaje ganar dinero, a la salida del trabajo iban a trabajar al campo para aumentar su sueldo. Tras seis meses de trabajo, retornó a España y a su hogar y dejó su trabajo en el casino para buscarse otro nuevo y empezar a estudiar.