Demografía de la ciudad en el siglo XV

Si durante  los siglos XIII y XIV la ciudad vive un gran auge demográfico, va a ser en el siglo XV cuando alcance las cotas más altas de crecimiento, llegando a finales del 1500 a los 80.000 habitantes, duplicando su población  y pasando a ejercer la supremacía dentro de la corona de Aragón, superando a Barcelona, además de ciudades como Sevilla, Roma o Granada y equiparándose a nivel demográfico a Milán, Nápoles, Paris y Florencia (Álvaro Santamaría estima el crecimiento desde la conquista al siglo XV de un 266 por 100).

            Según un fuero de 1418, la ciudad de Valencia tenía 8.000 focs o casas, (5 habitantes por casa) lo que se traduce en 40.000 habitantes. En menos de medio siglo duplicará su población. En 1483 la ciudad contaba con 15.000 focs (75.000 habitantes). Este crecimiento y prosperidad de la ciudad durante el siglo XV no significa que hubiesen dejado de afectar a la ciudad las pestes,  guerras, sequias, inundaciones y demás cataclismos, pero Valencia se recupera rápidamente, y esto, es síntoma de la buena salud económica de la ciudad.

 El rápido crecimiento de la población no solo se puede explicar  por el superávit de natalidad, mejora en la dieta alimenticia (consumo de algo de carne y pescado), pequeño y paulatino crecimiento vegetativo y una mejora en las infraestructuras de la ciudad, continua habiendo como en siglos anteriores una fuerte corriente de inmigrantes a la ciudad  que dotará a Valencia de una gran actividad comercial y un aumento de la producción industrial (textil, papel, pieles, tintes…). Según Álvaro Santamaría la prosperidad de la ciudad de Valencia en el siglo XV se debe, por orden: primeramente al considerable movimiento mercantil; en segundo término, a una densa industria artesana; y finalmente,  a su fértil agricultura.

20131121_130046
Ciudad de Valencia, siglo XV

Todo este crecimiento demográfico de la ciudad y mejora de las condiciones económicas y de vida de los Valencianos no habría sido posible sin las medidas tomadas por Jaime I tras la conquista, otorgándole a Valencia y el nuevo reino una identidad propias con sus propios fueros e instituciones y quitando poder  a la nobleza aragonesa deseosa de tomar partido en el reparto de  las nuevas tierras conquistadas.  Valencia será la más beneficiada de estas medidas, entrando en  el siglo XVI con unas condiciones perfectas para afrontar una época de tremendo auge comercial, económico y cultural en lo que se ha denominado por la historiografía el siglo de oro Valenciano


Posted

in

by

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *