La vivienda valenciana trás la conquista

La morfología urbana de la ciudad tras la conquista  a manos de Jaume I era completamente musulmana,  pero,  con  la marcha de una gran porción de población árabe  los repobladores cristianos  van a comenzar a ocupar las viviendas  sarracenas estableciendo sus oficios en las mismas calles que la Valencia musulmana.

Con el trascurso de las décadas la mentalidad cristiana se va plasmando poco a poco en la estructura de las viviendas de la ciudad y en menos de un siglo las nuevas casas cristianas habían reemplazado a las antiguas (a mediados del siglo XIV no había rastro del estilo de vivienda musulmana). Los repobladores cristianos habían vuelto al modelo tradicional romano que había sobrevivido a través de los siglos (Sanchis Siviera), con la única salvedad de los ventanales.

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Vivienda plebeya

Las casas Plebeyas solían seguir siempre la misma estructura, eras pequeñas y modestas, su fachada no superaba los cinco metros de anchura (longitud común de las vigas de la época) y no tenían más aberturas que la puerta principal de entrada a la vivienda, era amplia y con un arco de medio punto, encima  de esta había una amplia ventana de madera , con o sin reja, que daba ventilación a la cámara del piso de arriba. Dentro de la planta baja se encontraba un habitáculo que era normalmente  el obrador o lugar de trabajo de la familia que lo habitaba,  era bastante amplia ya que debía caber un carro o algún tipo de almacén para guardar los instrumentos y herramientas de trabajo. Desde este vestíbulo se daba paso a un comedor, y de ahí, a una corraliza donde se encontraba el animal de trabajo. Las viviendas plebeyas poseían un primer piso  donde se encuentran las habitaciones de la familia, el dormitorio  del matrimonio era la más amplia, ventilada y con una decoración más cuidada que en el resto de estancias de la casa, era la que daba a la calle a través del ventanal que se encuentra en la fachada. El suelo de las viviendas solía ser en la planta baja de tierra apisonada y en el primer piso con suelo pavimentado.

Los habitantes de las casa plebeyas solían estar el menor tiempo posible en sus hogares, los hombres marchaban a la taberna, el mesón o la calle mientras que las mujeres acudían al mercado o a la iglesia.

Las casa señoriales  estaban habitadas por nobles, caballeros y algún burgués acomodado, al igual que las casas plebeyas, solían seguir todas la misma estructura heredada de época romana, eran de piedra, grandes y lujosas, y aunque con alguna variedad distributiva se  ajustaban a un modelo común.

Se distribuían en un semisótano, un entresuelo, un piso principal y una buhardilla.  La puerta de acceso a la vivienda era de gran tamaño con un arco de medio punto que daba paso a un vestíbulo por donde se accedía al patio principal de la casa, grande y completamente descubierto. Desde el patio se accedía a través de tres o cuatro escalones al semisotano  donde se encontraba un habitáculo destinado  a los aparejos del caballero, al ”pasador”  para hacer pan y la lavandería.

En el patio central había un pozo de piedra, y una  escalera que daba acceso al primer piso, esta  poseía una ornamentada barandilla y a veces en galardonada con una moldura que marcaba el perfil de los escalones.

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Vivienda señorial

Los señores viven en el primer piso donde también había una cocina (daba a la calle) y un comedor (daba al patio central), la habitación del matrimonio al igual que en las casas plebeyas era la más decorada y cuidada de la casa.

  En último lugar dentro de la estructura de las casas señoriales encontramos la  buhardilla donde se accedía por una escalera interior y era el lugar destinado para que habitara el servicio de la casa (los criados).


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