Violencia y política

Un fenómeno extendido por toda Europa fue la lucha de distintas familias burguesas y nobles por el control de los puestos de administración urbanos y Valencia no fue menos. Estas familias forman verdaderas clientelas en busca de apoyos, estas acababan uniéndose en dos bandos con intereses enfrentados que acaban explotando en unas auténticas luchas armadas dentro de la ciudad, en Valencia conocidas como Bandositats.

Una consecuencia clara de esta, será la aparición en la ciudad de Valencia de auténticos palacios fortificados y llama verdaderamente la atención, como la burguesía pese a que lo que le interesaba a sus negocios era mantener la paz en la ciudad participará activamente en esta lucha por el poder.

El germen de estas bandositats lo tenemos en los amprius, los derechos comunales; todo ciudadano valenciano tenía pleno derecho a acceder a los bienes comunales del reino. La nobleza no toleraba esto y mediante sus tropas ponía trabas a los vecinos para acceder a estos recursos. Los roces entre unos y otros acabaron estallando en una lucha entre las villas reales y la nobleza que tuvieron especial virulencia en 1340. Estos episodios eran un intento de la nobleza de acceder al gobierno de las villas reales, de las que estaba excluida. Aunque también hubo disputas entre distintas familias nobles principalmente por temas de jurisdicciones en sus respectivos señoríos.

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Los conflictos por el salario, horario laborales, reivindicaciones económicas, así como la obligatoriedad de trabajo para residir en la ciudad provocó conflictos entre maestros, asalariados y aprendices, así los  oficis se unirían a las luchas, su participación en el movimiento unionista en 1347-1348, llevaría a los Jurats a pedir al monarca que prohibiera estas agrupaciones entre 1349 y 1363.

La formación de facciones políticas que querían acceder al poder por cualquier medio, llevó a la reforma del sistema electoral, con el objetivo de eliminar a las familias que participan en luchas armadas del gobierno de la ciudad, así los Marrades, los Soler y los Novals, quedaron excluidos del poder en 1401. Sin embargo, estas luchas se recrudecieron aún mas y sólo pararían con la llegada de los Trastámara, el carácter más autoritario e intervencionista del monarca pondría fin a estas luchas.

 


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