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Modas

Influencia Morisca y Turca

 

En el siglo XV, los cristianos españoles, atraídos por la riqueza del vestuario granadino, habían adoptado las prendas más vistosas del traje moro para lucirlas en fiestas, torneos y juegos de cañas. Estas prendas eran el quezote, la marlota, el capellar, el albornoz, el alhareme y el almaizar. En el siglo XVI los caballeros españoles conservaron estas prendas moras para los mismos usos.

Pero a fines del siglo XV, y en los primeros años del siglo XVI, la influencia morisca no sólo fue notoria en los trajes de fiestas y torneos, sino que dio lugar a algunos de los rasgos típicos del traje cristiano español. La influencia morisca se ve en la moda de las ricas camisas femeninas bordadas de seda negra (figs. 38, 57); a la influencia morisca se debía también que los españoles adoptasen las tocas como turbantes designadas con los nombres de alhareme, almaizar, toca tunecí y toca de camino (figs. 12, 140).

A la influencia morisca sucedió la influencia turca. Del mismo modo que los trajes granadinos habían deslumbrado a los cristianos españoles, el exotismo del vestuario de turcos, húngaros y albaneses ejerció espacial atracción sobre los europeos del siglo XVI.

Es así como todos los trajes y tocados descritos en los textos contemporáneos y las imágenes de los grabados del siglo XVI nos hablan de los rasgos influyentes en el traje español. En primer lugar las mangas, que se describen como largas y estrechas y pendientes de los hombros, refiriéndose a las mangas tubulares turcas, que, aunque más cortas, las encontramos incorporadas al traje cristiano en los últimos años del reinado de Carlos V (figs. 175, 194). Otro detalle de origen turco fueron los alamares, que se emplearon con frecuencia para abrochar los vestidos (fig. 170). También de este mundo procedían los altos sombreros o sombreros albaneses que llegaron a ser un rasgo típico de la moda española y europea la segunda mitad del siglo XVI.

Para acabar, mencionar también el origen turco de la prenda masculina larga, sin vuelo, con mangas y abrochada con alamares, que fue también moda española como se muestra en algunas fuentes.