Jesuitas en el Nuevo Mundo (III): Expulsión e influencia jesuita

Expulsión de los jesuitas

La expulsión de los jesuitas en España se llevó a cabo mediante el Dictamen Fiscal de Expulsión de los Jesuitas de España, rubricado en Madrid el 31 de diciembre de 1766. Campomanes escribe sobre los cuantiosos bienes de la Compañía de Jesús en Europa y en las colonias, percibiéndose claramente de que dicha compañía se aprovecha de muchas situaciones e incluso se intuye que puede estar ocultando algunos datos que impidieran mostrar los pingües beneficios de los jesuitas.  Y mediante la Pragmática Sanción de Su Majestad en Fuerza de Ley, Carlos III ordenó la expulsión de la Compañía de Jesús el 27 de febrero de 1767 y se ejecutó el día 2 de abril de ese año excepto en las misiones del Paraguay, donde se llevaría a cabo en agosto de 1768. Seguramente se tardó más en aplicar en las misiones del Paraguay por dos motivos fundamentales: que la mayoría de los indígenas estaban con los jesuitas; y que estos habían creado en torno a estas misiones poblados de un gran esplendor cultural y económico. El pensador argentino José Manuel Estrada afirmaba en 1866 que “los jesuitas eran un motor vivo y fogoso: la administración española fue una invasión de retroceso en las tierras guaraníes, cuando les arrancaron la cabeza que promovía y dirigía sus adelantos o neutralizaba las fuerzas disolventes de la utopía […] y el señor Bucarelli, pretenso reformador, nada hizo en la colonia, nada, sino echar en las fauces de las furias los pueblos niños de la república guaraní […] Diez años después de la expulsión las florecientes reducciones estaban desoladas. En muchos de los mejores pueblos no quedaba una sola cabeza de ganado, no quedaba una sementera, no había un instante de paz ni de justicia: los curas, las administraciones locales y los gobernadores, se despedazaban mutuamente; los indios eran tiranizados, y emprendían en grupos inmensos el éxodo del destierro, a quien la patria prostituida arroja de su seno, rompiendo su alma con la eyección perpetua de las leyes y el delito sistemático de la tiranía.”

Como ya se ha dicho, la pretendida excusa para la expulsión fue el Motín de Esquilache y, a partir de este momento, franciscanos, dominicos y mercedarios cogieron el testigo y se constituyó la Gobernación de las Misiones Guaraníes. Y la fiscalidad se convirtió en un auténtico desastre con el reinado de Carlos III después de la expulsión de la Compañía de Jesús. Otra de las consecuencias fue la radicalización de la reforma en el territorio colonial español, con el aumento de gravámenes a partir del 26 de julio de 1776, unos días después de que las colonias del Norte declararan su independencia, y unos días antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata. Obviamente todo esto hacía acrecentar los ánimos de independencia en las colonias españolas de América. Lejos de suponer la unidad y la lealtad a la metrópoli se consiguió todo lo contrario en una maniobra fatal.

Conclusión: influencia jesuita

La tesis de Juan Eduardo Leonetti es del todo sugerente. Este dice que “la vigencia del pensamiento jesuita sobre este tema en el proceso que llevó a la Independencia, desarrollado hasta la perfección por sus más preclaros pensadores, más allá de la participación activa que pudieran haber tenido los miembros de la Orden –ya sea antes o después de su expulsión– en las diversas manifestaciones revolucionarias, es un hecho que difícilmente pueda rebatirse a esta altura de la Historia. […] ¿Alguien podría negar la presencia de las ideas de Rousseau o de Voltaire en la Francia Revolucionaria de 1789, aunque ambos ya no estaban por entonces físicamente en este mundo? […] Sostengo desde aquí que cada vez que se levanten las banderas de la dignidad fiscal en cualquier circunstancia en que la misma sea desconocida, allí estarán las ideas fuentes de esas formulaciones prohijadas en forma precisa del mensaje de Cristo por los hombres de la Compañía de Jesús, en cuanto reconozcan en el bien común la prístina razón de su existencia.”

Es indudable la influencia de los jesuitas en Latinoamérica y es muy comprensible que la política fiscal que pusieron en práctica la compañía de Jesús en aquellas tierras fue toda una revolución. Molestaba a imperios como Portugal y, sobre todo, España. El poder de los jesuitas en la lejanía de un territorio del imperio como era la de aquella zona hacía desconfiar a las autoridades de la labor que allí se estaba llevando a cabo, y el celo que despertaba la Compañía de Jesús por parte de encomenderos que perdieron privilegios, así como la diplomacia que era consciente del prestigio que se estaba ganando la orden religiosa, hicieron que las noticias que le llegaban al monarca no fueran del todo halagüeñas. Pero lo cierto es que parece claro que si la zona del Paraguay y concretamente las misiones guaraníes gozaron de un sistema con un gran equilibrio económico, político y cultural, fue por culpa o gracias a los jesuitas, que tenían como base los buenos actos, los actos que fueron en pro del individuo para, finalmente, conseguir el bien común, el fin último del pensamiento jesuita del que debiera salir una sociedad próspera en todos los sentidos. A parte de todo esto, se ha dicho como se ha podido ver, que la política fiscal de los jesuitas, teniendo como base el pensamiento político y jurídico de Francisco Suárez y Juan de Mariana, pudo servir a los nativos para darse cuenta después de la Expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, que el sistema impositivo que se dio después fruto de la reforma fiscal de Carlos III, iba en contra de ellos y les oprimía, y que antes, con los jesuitas, eso no era así. El sistema era más justo, por lo que las revueltas independentistas que se producirían en no mucho tiempo en esa zona bien pudieron ser producto de la labor jesuita. No es de extrañar, pues, que esta orden tenga, en muchas ocasiones, una buena acogida en muchas zonas de Suramérica.

Gran parte del artículo está basado en las XII JORNADAS INTERNACIONALES SOBRE LAS MISIONES JESUÍTICAS: “INTERACCIONES Y SENTIDOS DE LA CONVERSIÓN” LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS Y LA POLÍTICA FISCAL EN LA AMÉRICA HISPÁNICA,

de Juan Eduardo Leonetti.

Universidad Católica de Argentina

Después de esta serie de tres artículos, próximamente, amplia crítica de la película La Misión, del cineasta Roland Joffé. Por Patrick Vidal.

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