El tema de este post es el grado de implantación y utilización de las nuevas tecnologías en las aulas de educación infantil en el colegio al que asiste Àngela, que este año ha cursado segundo curso de educación infantil o P4. Junto con el material del tercer trimestre, los padres y madres recibimos un cdrom con juegos y contenido multimedia para su utilización durante el verano. Se supone que parte del contenido de ese cdrom, de la misma editorial que los cuadernillos utilizados durante el curso (Papapapú), es lo que han estado viendo durante las visitas semanales, un día por semana o cada dos semanas, al aula de informática del centro. Prácticamente todo el contenido de dicho cdrom se asocia con el juego. Juegos clásicos de cuando se empezaban a utilizar los ordenadores. Juegos sencillos de pintar y asociar. Juegos de memoria y de relacionar. Y es que en determinadas edades todo es o debería ser juego. Pero tradicionalmente el juego se ha realizado en grupo, compartiendo unas experiencias con los compañeros y amigos y los padres (sobre todo con la madre), con los primos y los abuelos,… Hace unos pocos años el tradicional “ve a jugar un poquito” no se solía asociar con el ordenador o las consolas. Sobre todo porque no existían. Todo lo más con la televisión. Hoy día y en determinados momentos a muchos nos gustaría desenchufar al niño enchufándolo, paradójicamente, a un ordenador, una consola o un televisor con la única finalidad de ganar tiempo. Pero para utilizar el ordenador no como meros autómatas se necesita mucho tiempo de aprendizaje y dedicación tanto por parte de docentes como por parte de madres, padres y abuelos. De la misma manera que a la hora de ver la televisión de una manera sensata se requiere la presencia de un adulto que explique y seleccione los contenidos mostrados en la pantalla. No creo que sea lo mismo ver una serie infantil grabada en un dvd que dejar solo al niño y que seleccione cualquier cadena pública o privada de televisión una vez que las franjas horarias han desaparecido y es posible ver cualquier cosa a cualquier hora, por no hablar de los anuncios, algunos tan increíbles como el de movistar (o telefónica) de este verano 2009 en el que aparece el Rodríguez atiborrándose a cervezas en la capital después de haber mandado a la costa a mujer e hijos (parece que quieran que sigamos en la España profunda). Por tanto una televisión (+ un dvd en el mejor de los casos), un ordenador, una sala de ordenadores y una red inalámbrica con acceso a internet no va a aumentar el nivel educativo e intelectual de los aprendices de las aulas de educación infantil y primaria. Puede poner a su alcance un mayor contenido de conocimientos. Como lo pudo haber hecho la utilización del video y el dvd hace unos años y como lo puede seguir haciendo actualmetne. Pero la posibilidad de acceder a un número ilimitado de textos y contenidos multimedia por parte de los alumnos no aumentará per se su motivación intrínseca para curiosear y querer aprender. Sobre todo porque muchos seguimos asociando ordenador igual a juego. De la misma manera que asociamos televisión igual a entretenimiento. Pero hace ya muchos años que la televisión dejó de ser un entretenimiento y se centró casi exclusivamente en ser un instrumento para vender loquesea. Y si seguimos sin utilizar una televisión como instrumento para el aprendizaje no seremos capaces de utilizar un pc como herramienta para aprender. Y terminaré por cuestionar la utilización de la telefonía para aumentar, en términos generales, la comunicación entre las personas. La comunicación entendida como conversación. Y es que la comunicación entre padres e hijos no creo que haya aumentado últimamente gracias al mayor número de terminales móviles que se multiplican por nuestras casas y no creo que tenga nada que ver con que los adolescentes de hoy día utilicen un teléfono móvil. Por tanto, un pc por alumno no aumentará el nivel educativo de nuestros hijos. Todo lo más enriquecerá, económicamente, a los mismos de siempre. Aquellos que hace unos años se dedicaban a la re-edición y venta de libros y hoy deben pensar en digitalizar y redigitalizar esos contenidos para ser vendidos a la manera tradicional. De la misma manera que muchos andan ocupados en intentar instalar un SO u otro en esos peces prometidos para los alumnos de quinto de primaria y que no sé yo si este año con eso de la crisis se quedarán en promesas y palabras que se las lleva el viento.