Mr. Deeds Goes To Town

Por más vueltas que le doy, no entiendo la traducción al castellano del título de esta película de 1936, protagonizada por Gary Cooper y Jean Athur, y dirigida por Frank Capra. En la copia visualizada hay además dos escenas de lo más trivial que parecen hacer sido eliminadas por la censura en su original versión traducida y ahora se han incluido en versión original y con subtítulos al español.
Por el título de la película en inglés podemos intuir que se trata de un señor de pueblo que va a la ciudad, a una gran ciudad, una sociedad moderna y con unas formas y clases bien estructuradas y definidas. Por el título en español nos podemos imaginar cualquier cosa, algo entre un manifiesto pseudoreligiosofilosóficoromanticón y una comedieta comercial de las modernas. Pero la película bien merece una visualización en el actual escenario de crisis que padecemos todos, económica y moral. Todos los asistentes al juicio de Mr Deeds reconocen tener pequeñas manías que no afectan a la normal convivencia social y la vida diaria de los ciudadanos. Para algunos esas manías consisten en amasar dinero sin medida (aunque esto a la larga sí afecta a la convivencia en las formas que todos conocemos) y para otros en pasear bajo la lluvia sin paraguas. Los roles sociales de determinadas profesiones se bordan, por ejemplo el juez, el redactor jefe del periódico, el psiquiatra que describe brevemente y valiéndose de un gráfico buenísimo la psicopatología del acusado de manera muy acertada, el abogado que dirige el buffet Cedar, Cedar, Cedar & Budington, los patronos de la Ópera, los campesinos-trabajadores sin trabajo y sin tierras que cultivar… Alguien puede ver muchos paralelismos con el actual estado social, los agitadores con duendes y los corruptos políticos. Al final triunfa el …, mejor que veas esta película aunque hayan pasado cien años desde su rodaje.
Si yo hubiera tenido que traducir el título en el ’36 hubiera propuesto “¿Por qué van los ratones al queso?” en lugar de ese simplón, como el protagonista, “El secreto de vivir”, aunque ahora que lo pienso …