Libros de texto de iBooks

Acabo de recibir un email de iBooks@new.itunes.com que lleva por asunto “Libros de texto de iBooks: un nuevo capítulo en la enseñanza” y que comienza con esta entradilla:

“Se abre un nuevo capítulo en el mundo del aprendizaje. Ahora en el iPad podrás usar los gestos Multi‑Touch para interactuar con los libros de texto: pasa fotos en las galerías, gira objetos en 3D, muestra las barras laterales con un toque o reproduce vídeos y audio. Bienvenido a los libros de iBooks. Bienvenido a la lectura 2.0.”

Si visitas el enlace http://www.apple.com/es/education/ipad/ibooks-textbooks/ puedes leer todas las bondades de esta nueva ¿metodología? centrada en la herramienta y los alumnos, pero que parece dejar en segundo plano al profesorado. Si todo el proceso de enseñanza-aprendizaje lo redujéramos a libros interactivos, estaríamos cerca de perder el rumbo, consumiendo exclusivamente contenidos y olvidando el sentido de casi todo.

Lo ideal sería que los profesores y las profesoras utilizaran iBooks Author (una app gratuita del Mac App Store que te permite crear libros para el iPad con gráficos, vídeos, galerías de fotos, fórmulas matemáticas, animaciones de Keynote, objetos en 3D y mucho más) y tuvieran una buena formación en el manejo de estos dispositivos. Las editoriales tradicionales de libros de texto se verían en un callejón sin salida. Me temo que pasará mucho tiempo hasta que eso ocurra. Aunque ya sabemos que el tiempo en cuestiones tecnológicas… De momento, las pizarras digitales instaladas en muchas aulas de Educación Primaria han posibilitado el acceso a contenidos educativos sin necesidad de tablets ni ipads.

Lo dejo aquí por hoy. He buscado la carta que Albert Camus le envió a su maestro, Louis Germain, y al que dedicó  el discurso del premio que ganó en 1957.

Querido señor Germain:

Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continuarán siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.

Lo abrazo con todas mis fuerzas.

Albert Camus.