Categories
5) Rebeliones

Sentimiento nacionalista de los Filipinos

 

 Durante su gobierno, los españoles lucharon contra varias rebeliones indígenas y múltiples desafíos externos como los piratas chinos, neerlandeses y portugueses.

Los siglos de dominación española no fueron siempre tiempos de paz. Hasta 1896, las tropas españolas, que también nutrían sus filas con regimientos isleños, resolvieron los levantamientos contra la ocupación sin excesivos problemas. Pero el germen de la revuelta estaba sembrado. Las manifestaciones de descontento se canalizaron a través de la aparición de determinadas asociaciones en la última década del siglo XIX. Unas tuvieron un carácter vagamente autonomista y hallaron simpatías entre los demócratas y los masones españoles, como la Liga Filipina, fundada por José Rizal en 1892.

Categories
5) Rebeliones

José Rizal

José Protasio Mercado Rizal de Alejandro,  quien nació en Calambà el 19 de Junio de 1861 y muere en Manila el  30 de diciembre de 1896, fue un médico, escritor y héroe nacional filipino quién estudió en Europa, y en la capital de España.

En su mestizaje se cruzan los linajes malayo, chino y español.

Al parecer, la lealtad de Rizal respecto a España era por entonces incuestionable. Lejos de mostrarse revolucionario, era más bien el culto joven burgués que ansiaba reformas administrativas para Filipinas, entre ellas la equiparación del archipiélago a provincia española de pleno derecho; esto conllevaba el fin del estatuto colonial y, sobre todo, de la sofocante tutela clerical, que impedía la modernización y progreso de Filipinas. En Madrid se constituye en líder natural del movimiento “Propaganda,” mediante el cual los estudiantes filipinos de la metrópoli expresaban sus reivindicaciones en favor del progreso y desarrollo de la lejana colonia. Rizal contribuyó con artículos para el quincenal La Solidaridad, cuales reclamaciones eran:

–       que Filipinas fuera una provincia de España, y no una colonia (razón por la cual es también considerado por algunos como héroe nacional español, habiendo en España varias calles con su nombre).

–       que Filipinas obtuviese, por tanto, representación parlamentaria en las Cortes Generales;

–       que las parroquias regentadas por sacerdotes españoles fuesen gradualmente cedidas al clero nativo;

–       que se concediese a la gente de Filipinas libertad de reunión y de expresión;

–       que se estableciese la igualdad legal entre la población malaya y los españoles.

 

Rizal fue  acusado de asociación ilícita con otros revolucionarios y fue condenado a ser fusilado aunque no era responsable de las rebeliones realizadas por una sociedad clandestina abiertamente independentista.

Categories
5) Rebeliones

Revolución

En 1896, los independentistas tagalos se sublevaron y hostigaron a las tropas españolas a través de guerrillas. La respuesta del ejército colonial, al mando del general Polavieja, fue innecesariamente dura. Entre sus víctimas figuró José Rizal, acusado injustamente de complicidad con el Katipunan (un grupo independentista).

La guerrilla, mal organizada, mal armado, se vio incapaz de liberar el archipiélago. Sin embargo, los españoles tampoco conseguían imponerse a pesar de la represión y de sus victorias parciales. En realidad, para hacer frente al ímpetu independentista, España oponía muy pocas fuerzas. Según los cálculos, cuando se iniciaron las hostilidades las tropas coloniales estaban compuestas por unos 14.000 hombres del ejército de tierra, en los que estaban integrados contingentes de guardias civiles y carabineros, a los que había que sumar unos 3.000 de la armada, en total unos 17.000 hombres, de los cuales dos tercios eran nativos.

Ante esta situación, Madrid sustituyó a Polavieja por Fernando Primo de Rivera, un general que comprendió la necesidad de negociar. A cambio de la rendición prometió iniciar un proceso de reformas entre cuyos puntos figuraba la igualdad entre nativos y españoles, autonomía económica para el archipiélago, expulsión de las órdenes religiosas y diputados propios en las cortes españolas.

Finalmente, el 23 de diciembre de 1897, Primo de Rivera y los rebeldes firmaron la paz de Byak-nabató. Los líderes independentistas como Emilio Aguinaldo, emprendieron el camino del exilio, no sin antes recibir dinero del gobierno español con el fin de asegurar su subsistencia en el extranjero. La paz, después de muchos esfuerzos, parecía asegurada. Fue entonces cuando entró en escena un actor imprevisto, Estados Unidos.

    [kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/R9FGuWOOw7E" width="425" height="350" wmode="transparent" /]