El puente de diciembre de 2007 decidimos ir a una casa rural. Primero pensamos en Alcalá del Júcar, pero era bastante cara. Buscando por Internet encontramos Casa Roc en Sella. Barato, muy limpio, espacioso, con unas vistas espectaculares, y con unos anfitriones (británicos) muy amables (nos trajeron fruta fresca, nos regalaron una botella de vino y se ofrecieron a comprarnos el pan).
La casa tenía unas vistas preciosas, predominando el Puig Campana. Estuvimos cuatro días, haciendo rutas, comiendo con amigos y pasando las tardes jugando al parchís (cuánto tiempo sin hacerlo) y teniendo muchas risas. Ojo, las rutas no están bien marcadas. Nos perdimos en una de ellas y lo pasamos un poco mal. En otra nos encontramos que estaba cortada (por una valla) y nos tuvimos que dar media vuelta.