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Reyes Católicos

Isabel la Católica, una reina triunfadora y una mujer vencida

Isabel I de Castilla, segunda hija de Juan II de Castilla y de su segunda esposa Isabel de Portugal. Nacida el 22 de abril de 1451 en el Madrigal.

Mujer vencedora en el terreno político pero que, sin embargo, no tiene tanta suerte en su vida privada.

Primero, y a la muerte de su padre, fue “machacada” por su hermano Enrique, quien se aprovecha de ella y la deja al margen de la vida monárquica. Al morir Enrique IV sin determinar a su sucesor, se inicia una lucha por el trono entre Isabel I y su sobrina Juana, llamada la “Beltraneja”. No obstante, el triunfo de esta lucha es claramente para Isabel que se termina convirtiendo en reina de Castilla.

Otro triunfo de Isabel fue su matrimonio con Fernando II de Aragón. Triunfo en el plano político, ya que no lo fue tanto en el sentimental. Cuando se casaron (Valladolid, octubre de 1469) él ya tenía una hija ilegítima, además en el viaje para reunirse con Isabel en Valladolid engendró otro hijo ilegítimo. Si bien cabría esperar que Fernando hubiera dejado de “divertirse” tras su matrimonio, esto no fue así.

La maternidad, en principio, no  fue un foco de felicidad al traer al mundo una niña como primogénita. Esto truncó los sueños de Isabel y Fernando hacia el trono. No fue hasta la llegada de su primer hijo varón, Juan, cuando atisbaron un pequeño rayo de luz.

Ser madre acabó siendo el foco de muchas desgracias. Si bien tuvo seis hijos, a su muerte sólo conservaba tres. Pues la primogénita, Isabel, murió en el parto de su hijo Miguel; Juan murió de tuberculosis al poco de casarse; y el benjamín, Pedro el “Infante”, murió al poco de nacer.

En definitiva, Isabel fue una reina triunfadora (en el ámbito monárquico) pero una mujer vencida que no tuvo suerte en su vida personal.

Hermana utilizada, esposa traicionada y madre desgraciada…

Con todo esto, planteo lo siguiente:

¿Merece la figura de Isabel ser canonizada? ¿Es digna de convertirse en santa?