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“Desigualdad y Orden Social I” (Literatura de los Estados)

Durante el Medievo se desarrolló en Europa una “literatura de los estados”  explicaciones de base  teológica, política y social  que explicaban y legitimaban la desigualdad social.

La célebre repartición estamental: Belatores, Oratores y Laboratores; resultaba una explicación tripartita, semejante a la Trinidad y reflejo de la perfección del Reino de los Cielos, imbuyéndose de un carácter sagrado, de un orden divino e inmutable, que explicaba y era responsable del puesto que cada uno debía desempeñar en una sociedad armónica.  De esta se derivaba así mismo un orden moral que adjudicaba derechos y deberes, recompensas y penas.

A medida que nos acercamos a la época moderna se multiplican los argumentos laicos, que recuperaban a los autores grecolatinos, y defendían también  la desigualdad social.

La aparición de la imprenta no haría más que contribuir a la proliferación de textos e iconografía, así como mejorar la difusión de estas ideas, que siendo coherentes al contexto social del momento, incluían teorías, o articulaciones cuadripartitas: Clérigo, noble, campesino y abogado-mercader- habitante de las ciudades, incluyendo así a los grupos emergentes.

Si bien la Edad Moderna se caracteriza por una serie de trasformaciones sociales que impugnan la teoría de una sociedad estamental dividida en tres o cuatro estamentos impermeables, la idea de la inmovilidad social  perdurará en el tiempo.

Aun así se encuentran dificultades en explicar coherentemente un sistema social con profundas diferencias, que a su vez se ve agitado por las tensiones sociales derivadas de estas mismas diferencias,  y que ponía en algo más que en duda la libertad del individuo.

El humanismo español afronto este problema mediante una concepción positiva de la dignidad humana, ya que tal como dijera Fernán Pérez de Oliva en su Dialogo, la dignidad humana podía superar las barreras de la propia naturaleza. Los hombres viven en sociedad porque es la mejor manera de potenciar sus cualidades y alcanzar aquello que les está destinado. Ya que los hombres son tan diversos y Dios les permite conducirse según sus inclinaciones, los diferentes estados no son sino reflejo de la “libertad del Alma”, no hay pues queja frente a “lo que Dios nos concedió como a hijos regalados”.

La llegada de la contrarreforma impidió que se desarrollaran posibles propuestas de organización social alternativas, y aquellas pocas que se lanzaron, se hicieron con ánimo utópico, y en ningún caso con aspiraciones revolucionarias. Será característico de la segunda mitad del s. XVI que fueran los moralistas quienes trataran de explicar la sociedad, de nuevo, como reflejo de la voluntad divina.

2 replies on ““Desigualdad y Orden Social I” (Literatura de los Estados)”

Es curioso como no importa el momento histórico, que los procesos de relaciones entre grupos son siempre los mismos y siempre se dirigen por los mismos mecanismos.

La sociedad en tres estamentos impermeables se mantiene por fuertes mecanismos de influencia de la mayoría, principalmente un sistema de normas que son el orden divino y, en consecuencia, la religión y la legislación. Se presiona fuertemente para mantener el status quo,directa o indirectamente, y se silencia a las minorías lo más rápido posible para que sus argumentos no sean escuchados.

Por cierto, la movilidad social es una patraña y eso a nivel histórico también se refleja: que un burgués compre un título nobiliario no le convertía en noble ante ese estamento. En un caso más actual, un gitano que busca integrarse entre los payos recibe el mismo trato.

Bien observado Psicologo. Hay corrientes en las que nosotros hablamos de grupos oligárquicos abiertos y cerrados. Los grupos oligárquicos abiertos suelen darse en momentos y lugares de expansión. Ya comentaré, aunque de pasada,que a falta de posibilidades de acceso a la oligarquía, aquellos que querían medrar encontraban posibilidades en la incipiente sociedad indiana.

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