Ley de Talión

Buenas compañeros, hoy os traigo un pequeño reportaje sobre la Ley de Talión; para aquellos que no lo sepan, o no lo recuerden, la Ley de Talión se define, como aquella norma que impone un castigo que se identifica con el crimen cometido, es decir, de esta manera, no sólo se habla de una pena equivalente sino de una pena idéntica. Si no os suena la ley, al menos os sonará la frase sobre ella más conocida y expandida, que es:

“Ojo por ojo, diente por diente”

Ahora bien, algunos de vosotros, más bien pocos, estarán de acuerdo conmigo, en que esta norma, debería volver a estar en vigor, si bien, prácticamente cambiada en su totalidad, para impedir que sufran inocentes (es el ejemplo, de si un hombre violaba a una mujer, el castigo impuesto, era que la pareja, el hermano o el padre, de dicha mujer, violara a la hermana del agresor), lo cual es inconcebible; sin embargo, en algunos puntos, como es el asesinato, veo casi, una justicia aplicar esta ley.

Otros muchos de vosotros, la mayoría, criminólogos puros y humanistas acérrimos, estarán en contra mía, por lo que les han enseñado, o por su propio juicio moral; la verdad después de leer la siguiente noticia, os digo compañeros, que mi juicio moral esta prácticamente nulo para con los agresores gratuitos, es decir, aquellos que hacen daño a personas inocentes sin un motivo expreso para ello.

Sin más dilación os enseño la noticia,

ABC — Jueves, 05-03-09

La vida de Ameneh Bahrami se fundió en negro a finales del verano de 2004 cuando un pretendiente al que apenas conocía, compañero de clase en la universidad, le arrojó ácido en la cara tras ser rechazado por ella.

Tras un vía crucis de operaciones en Barcelona para recuperar el rostro y la visión, esta joven iraní de 30 años tiene ahora la oportunidad de pagar a su agresor con la misma moneda. Majid, el joven que la desfiguró, fue condenado a finales de 2008 a ser víctima del mismo «crimen». Ella ha decidido aplicar la ley del talión. Ojo por ojo,diente por diente, literalmente. Así lo explica en un encuentro con ABC.

-Cuatro años después de que Majid atentara contra su vida le llega la oportunidad de vengarse, ¿va eso a mitigar su dolor?

-Sí. La persona que me ha hecho esto merece pasar por el mismo sufrimiento. Sólo así entenderá mi dolor.

-Su agresor le ha suplicado que le mate antes de dejarle ciego, ¿no es cierto?

-Sí. Y también es cierto que ni él ni su familia me han pedido aún perdón.

-¿Qué sintió cuando el juez le comunicó la sentencia?

-Pues alivio. Mi intención es aplicarla no sólo por venganza sino para que ninguna chica vuelva a pasar por esto. Es una acción ejemplarizante. Él no tuvo ninguna compasión cuando me esperó horas frente a mi trabajo y me arrojó el ácido.

-Según la legislación iraní, usted sólo puede dejarle ciego de un ojo, ¿no es así?

-Sí, así es. Allí, las leyes establecen que dos ojos de una mujer equivalen a uno de un hombre. En un principio, me comentaron que debía aportar 20.000 euros si quería que pagara con los dos ojos. No obstante, él y su familia debían también indemnizarme con la misma cantidad. El gobierno me ha dicho que estamos en paz. Hemos saldado cuentas y ahora puedo cobrarme sus dos ojos.

-¿Cómo lo hará y cuándo?

-Como usted sabe estoy ciega y no puedo hacerlo yo, pero mi madre me ha dicho que hay muchos voluntarios en Irán dispuestos a ayudarme. Respecto a cuándo, ahora es Navidad en mi país, cuando acabe la celebración solicitaré el proceso.

-¿Se cree menos cruel que su verdugo?

-Sí. Él será anestesiado y no sufrirá dolor. No se le desfigurará el rostro, porque bastan unas gotas, ni tendrá las lesiones internas que yo he tenido. Debe pagar. Ojo por ojo, diente por diente, es la ley del Talión, literalmente.

-¿Cómo ha vivido todos estos años?

-Ha sido muy duro, aunque he recibido mucha ayuda, sobre todo aquí en Barcelona, donde vivo desde 2005.

-¿Por qué vino a España?

-El Gobierno de mi país me habló del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona y del doctor Ramón Medel. Me dijeron que si alguien podía ayudarme eran ellos. Acudí sin titubear. Desde entonces, mi vida cambió, incluso llegué a ver algo con uno de mis ojos.

-¿Qué pasó?

-En abril de 2005 me puse en manos del doctor Medel. Él y su equipo me reconstruyeron el párpado y la zona ocular y me devolvieron hasta un 40% de visión en mi ojo derecho. Sin embargo, en 2007 sufrí una infección por hongos y he vuelto a quedarme ciega.

-¿Qué piensa hacer ahora?

-Esperar a que la ciencia avance. Ahora el Gobierno español me paga 400 euros para el alquiler de una habitación. La comida me la dan desinteresadamente las personas que conozco. Lo que tengo claro es que quiero seguir en Barcelona.

Juzgar vosotros mismos compañeros.

By: José Pablo Lermas Giménez

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One Response to Ley de Talión

  1. rujoan says:

    Te he contestado con otra entrada.
    Rubén Grimaldos.

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