Fuente: MONREAL MARTÍNEZ, Juan y Santiago Fernández Valbuena. Presente y futuro de la población en la provincia de Alicante. CAM.1997. Serie: Cuadernos de Investigación.
En esta entrada veremos las causas y características del desarrollo demográfico de la provincia de Alicante a partir de los años 50 del siglo veinte.
El proceso socioeconómico que ha experimentado Alicante como espacio provincial desde 1950 en adelante presenta, desde una perspectiva comparada, una cierta singularidad, al tener una estructura de comportamiento en auge y progreso, que se desvía claramente del comportamiento medio nacional.
Del conjunto de factores que han contribuido a generar esta situación de prosperidad, el fuerte desarrollo y expansión del fenómeno turístico ha participado sin lugar a dudas en el crecimiento socioeconómico de la provincia, aparte de su especial aportación a la dinámica provincial.
Si siempre resulta cierto que la estructura de la población es un fiel reflejo de lo que sucede a nivel general, en este caso no lo es menos. La pujanza socioeconómica que experimenta Alicante a partir de los años 50 tiene unas claras consecuencias en el comportamiento demográfico de la región.
Por los datos censales se observa que en la provincia de Alicante se opera un cambio importante a mediados del presente siglo. Hasta el Censo de 1950, Alicante-provincia creció menos – en términos relativos – que el conjunto de la España ,pero a partir de esta fecha, la tendencia cambia, al crecer Alicante a un ritmo superior al de la media nacional. De hecho, entre 1960 y 1970 Alicante es la sexta de las provincias españolas con por su ritmo de crecimiento demográfico, viéndose únicamente superada por las provincias de Álava, Madrid, Vizcaya, Barcelona, y Guipúzcoa.
En la década de los sesenta se produce en la provincia de Alicante el fuerte estirón de su crecimiento demográfico, que permitirá situarse definitivamente por encima del ritmo de crecimiento nacional. En la siguiente década (1970) y hasta los datos oficiales de 1986 Alicante no solo mantiene la posición ganada en 1960 respecto a España, sino que duplica la tasa de crecimiento nacional.
Tres momentos se pueden diferenciar en el periodo que va de 1950 a 1986 que se caracterizan por los siguientes rasgos:
a) La ruptura de las tendencias anteriores y la emergencia de un comportamiento del crecimiento de la población superior al de la media nacional (1950-1960).
b) La consolidación del ritmo de crecimiento, que tiene lugar en la década anterior y logro del nivel máximo de crecimiento de todo el período (1970)
c) Mantenimiento y cierta desaceleración de los ritmos de crecimiento anteriores, pero conservando siempre posiciones superiores a las detentadas por la media nacional (1975-1986)
– La Natalidad y la Mortalidad como Componentes del Movimiento Natural de Población.
El Movimiento natural de la población es el resultado del comportamiento de la natalidad y de la mortalidad. De la diferencia entre estas dos variables resulta el crecimiento natural o vegetativo.
Tanto la natalidad como la mortalidad a lo largo de la primera mitad del siglo han disminuido considerablemente, siguiendo las pautas generales de estos dos fenómenos demográficos en España. La natalidad pasa de tener un valor del 33.6 por 1.000 a serlo del 18.3 por 1.000. La mortalidad, marcada por la misma tenencia, presenta igualmente para este periodo una reducción importante: de una tasa del 22.6 por 1.000 se pasa a un valor del 9.9 por 1.000. Más concretamente, el proceso de descenso de la natalidad discurre por los siguientes términos temporales: El descenso progresivo de la natalidad a partir de 1900 alcanza una primera caída sensible a causa de la gripe de 1918. Los años de 1920 a 1925 suponen una cierta recuperación que se ve interrumpida en 1926 para alcanzar la tasa bruta de natalidad en 1939 un mínimo de 14.9 por 1.000. En 1940 tiene lugar un cierto número de nacimientos diferidos por la guerra, pero la tendencia no se mantiene: los años de 1940 a 1944 alcanzan tasas bajas, inferiores al 20 por 1.000. Este fenómeno no es particular a la provincia de Alicante; la posguerra civil y II Guerra Mundial no son favorables al relanzamiento de la natalidad.
La mortalidad, por su parte, continúa un proceso de acusado descenso que no es otro que el que experimenta esta tasa para el conjunto de España.
En la segunda mitad del siglo la natalidad presenta en la provincia de Alicante (al igual que sucede para España) un escenario algo distinto del de los años anteriores. Particularmente, la década de los sesenta y de los setenta muestran unas tasas de natalidad prósperas, fiel reflejo por otra parte del auge y la prosperidad económicas que la provincia de Alicante experimenta. A lo largo de los años sesenta y principios de los setenta la tasa bruta de natalidad se sitúa por encima del 20 por 1.000 (23.3 por 1.000 entre 1961 y 1965 y 22.1 por 1.000 entre 1966 y 1970). Será bien avanzados los años setenta cuando se acuse ya un fuerte descenso de la tasa de natalidad ( 16.93 por 1.000 en 1979) coincidiendo con la aparición e instalación de la crisis económica internacional en España y sus efectos innegables en este espacio provincial.
A partir de 1980 continua la caída constante de la tasa de natalidad hasta alcanzar en 1984 el valor de 12.88 por 1.000. Con este comportamiento de la natalidad en la provincia de Alicante se produce una aproximación al valor medio nacional, estimado en un 12.14 por 1.000, que desde 1970 venía presentando casi siempre valores superiores a los de España. Esta situación explica como el descenso de natalidad en España en la década de los ochenta no es un hecho aislado sino que atraviesa prácticamente la totalidad de los espacios provinciales de la geografía nacional.
La mortalidad, igualmente que en el periodo anterior, tiene un comportamiento próximo al de España. Ello explica, por una parte, que el crecimiento vegetativo de la población en la provincia de Alicante sea por lo general superior en términos relativos al de España a partir de 1970, y, por otra, que fiel reflejo de la evolución y la mortalidad vaya decreciendo paulatinamente, tal como se observa en el comportamiento de la serie donde el año 1984 –ultimo año para el que se ofrecen datos- marca el punto más bajo de todo el período.
– Configuración del fenómeno demográfico
El comportamiento del crecimiento vegetativo está lejos de explicar el crecimiento total de la población de la provincia de Alicante.
La mejor posición del índice ‘crecimiento natural’ de Alicante respecto al de España desde mediados de la década de los 70, junto al hecho de ser esta provincia un espacio receptor de población a partir del período 1941-1950 y sin que hasta el momento haya dejado de serlo son dos razones centrales de la situación próspera de la demografía alicantina en las últimas décadas, fundamentalmente desde 1960. El mantenimiento de saldos migratorios positivos a lo largo de casi medio siglo hay que explicarlo por su economía dinámica e internacional, y el papel tan decisivo que el turismo, nacional e internacional, ha jugado en su desarrollo y sostenimiento socioeconómicos.
La evolución de los saldos migratorios en Alicante ha tenido una correspondencia bastante coherente con los ritmos de crecimiento, crisis y estancamiento económico en España. Esto justifica la dependencia entre ambos extremos, sin que ello sea obstáculo para reconocer la contribución importante y permanente del factor turismo en el comportamiento floreciente de la provincia de Alicante.