ROGLES HERNÁNDEZ, María Asunción.La inmigración en Alicante (1650-1799). Revista de historia moderna.[en línea] Alicante: Universidad de Alicante, Departamento de Historia Medieval, Historia Moderna y Ciencias y Técnicas Historiográficas N. 4 (1984).[consulta: 11-1-12] RUA. ISSN.pp. 387-415. 0212-5862 Disponible en : http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/5066
Los estudios demográficos anteriores a la época precensal entrañan una serie de dificultades en lo relativo al conocimiento de los movimientos migratorios. En esta entrada veremos algunos datos de la inmigración procedente del extranjero en Alicante en la época que nos ocupa en un trabajo basado en la en los archivos parroquiales, concretamente los libros de desposorios de la Colegial alicantina de San Nicolás.
El núcleo más nutrido de extranjeros en Alicante durante 1650-1799 está formado, fundamentalmente, por naturales de Italia en primer lugar y de Francia en segundo lugar. Los libros de desposorios de la parroquia de San Nicolás especifican el obispado o reino de los contrayentes con lo cual y salvando los cambios posteriores, hemos podido elaborar una serie de cuadros, que seguidamente reproducimos, donde aparece clasificada con detalle la inmigración italiana y francesa.
Los desposados de origen italiano se distribuyen del siguiente modo:
A través de estos datos comprobamos la preponderancia genovesa dentro de la inmigración italiana. La presencia genovesa, 274 varones y 31 hembras que suponen el 65 % de la inmigración de dicho país, está relacionada con el destacado volumen de intercambios entre el puerto italiano y el alicantino. La raíz de Alicante como foco de atracción de habitantes de la ribera genovesa no nace en los siglos XVII y XVIII, sino que viene a ser la continuación de un proceso iniciado mucho más pronto, favorecido ahora por el desarrollo que experimenta nuestro puerto y comercio. Contamos con varios documentos que atestiguan la existencia de genoveses en la ciudad, en el «repartimento» realizado para el pago del «cuartel» en 1713, aparecen 7 genoveses como comerciantes; en 1715 en una relación de mercaderes que habían adquirido Bulas de la Sta. Cruzada, figuran 11 mercaderes de puerta cerrada genoveses; en el Vecindario de 1754 aparecen 66 genoveses. Si bien Génova ocupa un primerísimo lugar, el resto experimentará variaciones importantes entre un siglo y otro, incluso en períodos de 50 años. Junto a Génova , durante los años de 1650-1699 Nápoles ocupa el segundo lugar, contando con el 15’8 % del reparto porcentual para dicho período, experimentando una intensa caída en los años posteriores. Sicilia, que cuenta con una posición poco ventajosa en la segunda mitad del XVII, se coloca en el segundo lugar durante los años de 1700-1749, consiguiendo el19’1 % del reparto porcentual, pero una vez entrada la segunda mitad del Setecientos ya no aparece ningún contrayente de origen siciliano. Milán que cuenta en el primer período con un porcentaje similar al de Sicilia, va perdiendo posiciones durante el XVIII. Por último nos referiremos al Piamonte, en 1713-14 con las paces de Rastadt y Utrecht, el ducado de Saboya ampliaba sus territorios transformándose en el reino de Piamonte; la aportación piamontesa fue muy importante en la segunda mitad del XVIII donde alcanzó el 11 % del total de la inmigración italiana. Podríamos concluir este apartado diciendo que los italianos están muy representados en las partidas matrimoniales de San Nicolás. Ocupa un papel hegemónico Génova, seguida a larga distancia por aquellos territorios pertenecientes o muy vinculados a la Corona española-Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Milán y Piamonte.
Inmigración francesa.
La inmigración francesa ha sido objeto de trabajos muy importantes; a nivel del Reino de Valencia Poitrineau ha constatado la importancia de dicha inmigración y su repercusión en el aumento demográfico del País Valenciano. La destacada presencia de desposados de origen francés en nuestra parroquia, nos obliga a efectuar un estudio detallado de dicho país:
Con estos datos comprobamos una corriente inmigratoria prácticamente ininterrumpida durante los 150 años. En 1650-1699 Provenza ocupa el primer lugar con un 28’9 % sobre el total de franceses inmigrados, pero una vez entrados en el XVIII, fundamentalmente en la segunda mitad, los porcentajes se reducen. Bearn experimenta una evolución contraria a Provenza, escasa aportación en el XVII y claro papel hegemónico en el XVIII, situándose en el primer puesto en los años de 1750-1799. Provenza, en función de la importancia del puerto de Marsella, y el Bearn, debido a la pobreza de la zona y su relativa proximidad a la frontera española, figuran entre los primeros puestos en la aportación francesa. El resto de las provincias tendrá mayor o menor importancia según nos situemos en un período o en otro, así Auvernia, Lorena o el Rosellón que cuentan con contingentes razonables en el XVII, se verán enormemente disminuidas en el XVIII. Otras zonas, como Gascuña, Languedoc, etc. Verán incrementados sus porcentajes durante el XVIII. Al parecer el nivel profesional de los franceses residentes en Alicante, estaba constituido por una mano de obras más cualificada que la italiana. El mismo Poitrineau al hablar de la ocupación de los franceses residentes en Alicante durante el XVIII, nos indica que se encuentran monopolizando las actividades comerciales más sobresalientes de la ciudad, señalando además, que el contingente de inmigrantes franceses de baja condición se había reducido respecto al siglo de Oro. El Vecindario de 1754 nos puede servir para hacernos una idea de la cualificación profesional de estos franceses, en él aparecen 48 negociantes, 23 mozos de comercio, 12escrituarios, 7 tratantes, 2 cónsul y vicecónsul, 1 cajero, 1 escribano, 1fabricante de medias, 1 peluquero, 4 horneros, 4 caldereros, 4 criados, 1 estudiante y 7 personas en las que no se especifica el oficios. Además de una mayor cualificación profesional, la colonia francesa era también más numerosa. En 1754 contaba con 113 individuos mayores de 15 años, frente a 66 genoveses, 7 piamonteses, 1 milanés, 1 napolitano,8 ingleses, 3 holandeses, 2 alemanes y 2 irlandeses. Podemos concluir diciendo que la presencia francesa es muy importante en ambos siglos; incluso en los momentos más hostiles, bombardeo de las ciudad por parte de las tropas de Luis XIV y la Guerra de Sucesión, siguen celebrándose matrimonios con contrayentes franceses. Únicamente muy a finales del XVIII y en los primeros años del XIX la situación delos franceses residentes en el Reino de Valencia empezó a deteriorarse.
Otros países.
Tras el análisis de los dos países con mayor aporte de inmigrados, haremos una breve referencia al resto de los países.
De entre estos lugares destaca en primer lugar el norte de África, con contrayentes originarios en su mayor parte de Oran. Los Países Bajos ocupan también un lugar destacado con 34 varones y 7 hembras. Suiza que cuenta únicamente con 1 varón para e siglo XVII, ve incrementada dicha cantidad en el XVIII donde aparecen 10 contrayentes, probablemente soldados mercenarios. Portugal, a pesar de la proximidad nos proporciona tan sólo 14 varones en los 150 años abarcados. En definitiva y referente a la inmigración extranjera, queda constatada su importancia; 845 varones y 127 hembras. Con presencia sobresaliente de italianos y franceses. Tratándose, en todo momento y en todos los países de una inmigración masculina, 87 % frente a 13 % de las mujeres.