Gestión del tiempo

Miguel estudia Ingeniería Química y me comenta que no tiene mucho tiempo para estudiar, que entre las clases de teoría, las de problemas, las prácticas de laboratorio y el traslado desde su pueblo a la universidad, no le queda apenas momentos para estudiar. Además no tiene más remedio que trabajar los fines de semana en un bar. Se siente desbordado y apesadumbrado y piensa que no acabará nunca la carrera. Quiere que le diga cómo sacar más tiempo para estudiar.

En realidad, el tiempo en sí mismo, no se puede gestionar. El tiempo se limita a pasar. Nos gustaría, a veces, que los días tuvieran 30 horas, pero entonces, seguro que los llenaríamos de cosas y querríamos más. Al final también sería insuficiente.

Las actividades que realizamos

Pero lo que sí podemos manejar es las cosas que hacemos, nuestras actividades, en el tiempo que tenemos.

Cuando analizamos en qué empleamos el tiempo, a menudo, nos llevamos sorpresas.

Te propongo que lo primero que hagas sea esto, registrar lo que haces en tu tiempo.

  • REGISTRA: tu actividad cada hora, indicando lo que hiciste en periodos de 15 minutos cada uno. Repite este ejercicio al menos tres días. Lleva contigo un pequeño cuaderno de notas y escribe al final de cada hora, cada una de las actividades que hayas realizado cada 15 minutos

 

Hora Registro temporal de Actividades
08:00
08:15
08:30
08:45
09:00
09:15
09:30
09:45
… …

Al cabo de 3 ó 4 días, puedes ordenar las actividades por categorías (ocio, estudio, trabajo remunerado, deporte, familia, traslados, TV, lectura de ocio, esquemas de asignaturas, resúmenes de asignaturas, reparaciones en casa, etc.), y luego ordenarlas de mayor a menor tiempo invertido en su realización, con lo que obtendrás una distribución aproximada de prioridades que actualmente tienes.

Una vez que hayas agrupado las actividades a las que dedicas tu tiempo, puedes tomar decisiones.

  • DECIDE: a qué actividades vas a dedicarles más tiempo y a cuáles les vas a recortar, con una Meta en tu cabeza: conseguir estudiar obteniendo mejor rendimiento.
  • DEFINE: Una vez establecida tu meta, pasa a definir OBJETIVOS más concretos, medibles, alcanzables, realistas.

Observa con detenimiento tus asignaturas y prioriza su estudio.

Puedes tener en cuenta la regla de Pareto 80/20, es decir, el 20% de tus actividades generan el 80% de tus resultados.

El otro 80% de tus actividades sólo genera el 20% de lo resultados restantes.

Aunque sea tomada como regla general, el análisis de Pareto te puede dar buenas pistas para averigurar qué asignaturas puedes aprobar con menor tiempo de dedicación y qué tareas abordas, quizá en exceso, y te producen menos resultados.

  • PLANIFICA: El paso siguiente consiste en detallar con plazos de tiempo las tareas que vas a llevar a cabo para lograr superar una asignatura, es decir, vas a PLANIFICAR tu trabajo.

Se puede comenzar con una tabla para cada Asignatura, en la que tendremos tres columnas para mes, día y tareas. Marcaremos la fecha del examen en la última fila de la tabla y en la primera la fecha de hoy. A lo largo del resto de filas podemos ir marcando momentos importantes, como entrega de trabajos, exámenes parciales, pruebas de progreso que nos propongamos, sesiones de estudio individual, sesiones de estudio en grupo, etc.

  • EVALÚA: Si incluímos cada 20 días momentos para evaluar nuestro progreso en la asignatura, ¡ estupendo !

Cuando la familia interfiere en los estudios

Alejandra es estudiante de Grado en Matemáticas, tutora de su madre, cuidadora de su abuelo materno y de un hermano pequeño. Además administra el negocio familiar y se ocupa de la casa (limpieza, comida, etc.). A menudo se reune con clientes, abogados y cuando los cuidadores de su abuelo descansan, se hace cargo de él, normalmente los fines de semana. Su madre, con una enfermedad mental, a veces se la “lía parda”, la casa hecha un desastre cuando Alejandra no se ocupa y su padre vive en su mundo y no le sirve de ayuda. Su pareja se agobió y decidió terminar la relación. En sus estudios, Alejandra cursa las últimas 9 asignaturas. Le gustaría terminar este año académico pero comenta que entre que coge el autobús para venir a la universidad y que tiene las tareas familiares, no le queda mucho tiempo para el estudio y, el poco que tiene se ve perturbado por las preocupaciones y gestiones de su familia. Afirma que su memoria está disminuyendo.

Más que estudiante, podríamos decir que Alejandra es una superwoman, y muchos estarían de acuerdo.

El volumen de ocupaciones y el desgaste al que está sometida le deja muy poco tiempo para estudiar y, sin embargo, su rendimiento en los estudios es más que aceptable. Podría haber terminado antes la carrera, sí, pero desatendiendo las necesidades de su familia. Podría estudiar más, sí, pero sin atender el sustento familiar, y ahora estarían en el umbral de pobreza.

La principal razón de su sensación profunda de falta de memoria es debida en parte a su poco tiempo para estudiar y en parte a su angustia. El estrés familiar al que está sometida unido a su ansia por terminar los estudios y encontrar una salida laboral acorde, alimentan esa sensación y su ansiedad. El coctel perfecto para que su atención disminuya cuando estudia y por tanto baje su recuerdo a largo plazo, creando esa falta de memoria de la que se queja.

Mis consejos han incidido en:

  • Hacerle ver que su objetivo final permanece intacto, que es el plazo de tiempo el que puede variar. Su constancia dará los frutos.
  • Que practique un poco de higiene mental, distribuyendo los tiempos para la familia, para los asuntos económicos, para los estudios y para el ocio y sus necesidades. Que esboce un horario e intente cumplirlo en su mayor parte.
  • Dado que ocupa tiempo considerable en visitas y traslados, que aproveche para “sacarse las chuletas” y repasar contenidos que haya trabajado en otro momento. La evidencia científica afirma que son más efectivos que sesiones maratonianas en la biblioteca.
  • Que se rodee de compañeros que le animen a estudiar y que puedan resolverle dudas si es necesario.
  • Que valore adecuadamente lo que ha conseguido hasta el momento y se mantenga firme en su propósito.

¿Te animas tú a darle algún consejo en los comentarios?

Trabajar, atender el hogar y estudiar una carrera sin morir en el intento

María Teresa es madre de tres niños en edad infantil, cuidadora de su madre septuagenaria y su hermana con discapacidad, esposa de un laborioso marido que trabaja hasta las 8 de la noche o más tarde, y además estudiante en la Universidad de Alicante.

Este curso sigue la carrera con una evaluación no contínua ya que sus labores de casa y de cuidadora no le permiten acudir a clases como le gustaría. Tiene momentos libres cada día pero afirma sentarse delante de los apuntes embobada y pasando hojas sin saber muy bien qué está haciendo. Finalmente, cuando sus hijos vuelven del colegio, ocupan su espacio en el salón y revuelven sus notas y apuntes. Para cuando Mayte termina de preparar la comida, vuelve al salón y ya no encuentra sus notas, ni tiempo para buscarlas.

Le gustaría organizarse para encontrar tiempo y hacer algo que realmente le gusta: estudiar Trabajo Social.

Asesor: Anota todas las actividades diarias que realizas en una hoja semanal, tanto las labores de casa como el tiempo que desdicas al estudio (ejemplo horario semanal en pdf).

Mayte: (dibuja un cuadro semanal con sus labores de casa, de atender a los niños y su familia y de su tiempo libre para estudiar, descargar el horario de mayte)

Asesor: Analicemos el tiempo que empleas en “actividades ladronas de tiempo“, veamos si se puede CONCENTRAR y DELEGAR tareas, y distinguir lo urgente de lo importante.

Mayte: es cierto, las compras pueden concentrarse, preparar comidas y cenas también, preparar la mesa pueden hacerlo mis hijos, mis hijos pueden venir solos del colegio sin que yo tenga que ir a recogerlos, la casa de mi madre no tiene que estar limpia todos los días, …

Asesor: Veamos los tiempos que has de acompañar a tus hijos si son altamente aprovechables, algo aprovechables o nada aprovechables.

Mayte: Ciertamente, cuando estoy viendo como entrenan, podría estudiar algo, de hecho me llevo los apuntes pero al final no logro rendir.

Asesor: La calidad de esos momentos, podríamos clasificarla de ALGO aprovechables si en vez de trabajar los apuntes te llevas FICHAS, MAPAS DE CONCEPTOS, “CHULETAS”, ¿verdad? Esto mejorará mucho tus recuerdos de las materias porque se mantendrán más tiempo vivas en tu memoria.

Mayte: Tienes razón, no había probado antes con las “CHULETAS”, pensaba que era algo deshonroso.

Asesor: Ahora fijémonos en los momentos de la semana que dispones de 2 horas diarias de soledad y sin tareas del hogar. ¿Cuando te sientas a estudiar trabajas con algún objetivo?

Mayte: No. Me asaltan muchos pensamientos, dudas, cosas que tengo que hacer y me siento delante de los apuntes pasando hojas sin retener nada.

Asesor: Bien, fíjate un Objetivo ALCANZABLE en una hora. Lee, Subraya y haz un esquema de lo leído. Finaliza esa hora de trabajo siempre con un Esquema. Repite ese proceso en la siguiente hora. Más vale tomar poca materia pero que de tiempo a trabajar en una hora, que mucha y no consigas terminar con un Esquema.

De manera que vas a combinar cada día, momentos en los que trabajarás con los apuntes y libros el método de Exploración, Lectura, Subrayado, Esquema y Resumen; junto con otros momentos, cuando estás viendo cómo tus hijos entrenan, en los que sacas tu chuleta y repasas los contenidos que los días anteriores has sintetizado en esquemas, mapas de conceptos o chuletas (ver la planificación sugerida a Mayte).

Para el estimado lector: ¿Qué otros momentos en el día a día encuentra factibles de ser aprovechados en el horario de Mayte? ¿Alguna sugerencia?

 

 

Cómo adquirir buenos hábitos de estudio en la universidad

Estás en la Universidad y las estrategias que empleabas en secundaria, seguramente no serán lo suficientemente efectivas ahora. Quizá el “empollar” la última semana te salve en algún momento, pero no es la mejor forma.

A continuación encontrarás algunas ideas para instaurar buenos hábitos de estudio que te garanticen el éxito.

  • Antes de entrar en clase, revisa los materiales que el profesor va a explicar ese día, o revisa el temario y haz una lectura exploratoria de algún libro que trate sobre esa parte antes de que empiece la clase.
  • Toma apuntes en clase, activamente. ¿Para qué quieres repetir lo que está escrito en los libros? Mejor toma nota de las claves que los profesores dan, de cómo resolver ciertos problemas, dónde encontrar las cosas, su opinión, sus críticas. Si se repite más de dos veces en clase, es posible que salga en los exámenes.
  • Para cada hora de clase se necesita dos o tres de repaso en casa. Estudia en casa al menos una hora antes de la siguiente clase.
  • Si te gusta hacer relaciones sociales, hazlas pero que sean primero de un grupo de compañeros para compartir apuntes y estudiar juntos. Os ayudaréis a aclarar dudas y estar al día. Si tus compañeros están en diferentes cursos, quedar semanas antes de los exámenes os ayudará a centraros más y motivaros para el estudio.
  • Date descansos a corto y largo plazo, después de estudiar toda la tarde, puedes salir una rato el viernes por la noche.
  • Si eres una persona a la que le cuesta mucho esfuerzo concentrarse y obtener resultados, trata de no sobrecargar el número de créditos en cada cuatrimestre.
  • Aprende las cosas importantes, como lo que se escribe en negrita, de los libros, aunque el profesor no lo comente en clase; puede que él piense que estás estudiando del libro.
  • Piensa que cada test que hagas en la universidad puede ser una prueba que más tarde tendrás en tu puesto de trabajo y quizá afecte a tu salario. Piensa en la aplicación práctica que tendrá en ese puesto de trabajo que tanto deseas.
  • Planifica tu tiempo. Estable un toque de queda por las noches y un toque de diana por las mañanas. Ten tiempo suficiente para descansar y para trabajar, en las vacaciones ya te lo podrás saltar.
  • Escoge bien las asignaturas que vas a estudiar para los exámenes finales.
  • Concéntrate mejor acudiendo a la biblioteca donde hay buen ambiente de trabajo. Aíslate del mundo, apaga el móvil y fíjate un objetivo claro para una hora seguida de trabajo antes del primer descanso.
  • Haz exámenes de ejemplo. El profesor u otros compañeros pueden facilitártelos. Consulta con tu profesor las dudas que te plantean.
  • Acude a las tutorías desde el principio de curso, no esperes a la semana previa de los exámenes, el profesor tendrá colas en la puerta de su despacho, estará cansado y hastiado de ver que sólo al final se acuerdan de él.
  • Date momentos de respiro, de relajación, de vez en cuando. Descansa algún fin de semana dando algún paseo, saliendo al campo, con los amigos.

La clave para afianzar cualquier hábito nuevo reside en intentarlo al principio con mucha constancia. Es difícil después de las vacaciones de verano, ya sé, pero por eso mismo, necesitamos poner el doble de esfuerzo, seguir un horario fijo para que después no nos cueste tanto.

No esperes a que las dos o tres hojas del comienzo se conviertan en un montón demasiado grande más adelante que te desmotive.