20 meses

Este verano Joanneta ha dado un salto lingüístico espectacular. Es como si de repente hubiese aprendido la lengua de un tirón y la reprodujese de forma imperfecta. La novedad gramatical más importante es el uso de los verbos. Utiliza ‘está’, ‘n’hi ha’ (hay), etc., por señalar algunos. Repite cualquier palabra, sea en castellano, en catalán o en inglés. Creo que ya es plenamente consciente de que la gente que conoce habla lenguas distintas y que, por lo tanto, hay formas diferentes de decir las cosas: ‘bon dia, buenos días, good morning’. Su vocabulario básico es en catalán, pero, como cualquier bilingüe-trilingüe, mezcla parte de los varios léxicos que conoce. Su lenguaje es, por supuesto, creativo, es decir, no sólo repite cosas, o usa las cosas que nosotros le hemos enseñado, sino que ellas crea o aprende por sí misma. Por ejemplo, de repente empezó a decir: ‘nena sit down’ sin que nadie se lo haya enseñado así. Probablemente, lo aprendió hace un mes en el playgroup, pero no lo había dicho hasta ahora. Describe el mundo que le rodea: ‘la foto del gatet’ a todas horas. Ella dio este nombre a esta foto. Todavía cambia sonidos obviamente, pero la característica más importante de su lenguaje o protolenguaje es la constante renovación y creatividad. Joanna tiene una lengua de trapo. Good job, Joanna!

Novedades: canciones y ODP

Joanneta parece haber aprendido ya que ella es ‘la nena’ y no ‘el nene’. El domingo pasado cantó por primera vez una canción. En realidad sólo tarareó, pero lo hizo de forma consciente y voluntaria. Hasta ahora había seguido el ritmo con la cabeza y con el cuerpo, pero no había cantado nada. Cada vez son más frecuentes las frases de dos o tres palabras. Como es lógico el orden de palabras sigue un principio de más a menos informatividad. Vamos, lo que Givón llamó el orden pragmático, y que de tanto en tanto se cuela también en la conversación coloquial de los adultos.

19 meses

Cuando analizaba el orden de palabras para mi tesis doctoral, hablaba de cosas que sucedían ocasionalmente en la conversación coloquial y que algunos atribuían también al lenguaje infantil. Ahora Joanna hace algunas de estas cosas. Por ejemplo, los enunciados aparentemente desordenados (desde un punto de vista sintáctico) que se ordenan, sin embargo, desde un punto de vista informativo-pragmático. Joanna dice ‘caca↑ nene↑ no’, es decir, ‘la nena no ha hecho caca’, ordenando los contenidos por su importancia informativa y por el contexto de producción. Es obvio que lo más importante (o al menos lo más inmediato mentalmente) aparece al principio, como forma ecoica de lo dicho anteriormente (¿te has hecho caca?); después la referencia al sujeto (nene) y por último la información conclusiva valorizadora (no). Sigue, además, con la adquisición de los deícticos. Lo más interesante es que no sólo marcan palabras o cosas, sino ideas previamente expresadas. Por ejemplo, si le dices ¿nos vamos al balcón? Ella dice ‘ésta’ que equivale a algo parecido a: ‘esta idea me parece bien’. Lo más destacado en la fonética es la sistemática sustitución de las velares por las dentales. Por ejemplo: [k] por [t]. La palabra ‘carro’ pasa a ‘tato’ y ‘caca’ a ‘tata’.

18 meses

Joanna ya tiene 18 meses. Lingüísticamente lo más característico es el uso de deícticos. Usa ‘este’ [‘ete] de forma genérica. También ‘ací’ (=aquí). Usa artículos como [e] que equivale a ‘el’; o también [a] ‘a mamá’. Y utiliza frases de dos palabras: [‘papi ‘aba]. Ya lo hacia antes, pero parece haberlo generalizado. Incluso de tres: ‘ya mami nono’ ‘Nono ya mami’ (= mamá deja de dormir o la hora de dormir ya ha terminado) ‘Esta aigua papi’ (=esta agua es para el papi). Podría decirse que ya ha logrado articular una proto-sintaxis. También es capaz de contar hasta cuatro y, lo más importante, saber que esos sonidos tienen que ver con grupos de cosas o con subir varios escalones. Es capaz de repetir muchísimas palabras, por no decir, todas las que le decimos. Con respecto a las tres lenguas, domina el catalán, le sigue el castellano y pronuncia algunas palabras en inglés. Por ejemplo ‘night-night’ cuando se va a dormir. Está comenzando también a identificar personas y lenguas. Por ejemplo, sabe que el English tiene que ver con los nenes del playgroup al que asiste, y con María, la profesora de Baby-deli. El otro día se despidió de ella con bye-bye. Su capacidad de compresión de las preguntas, e incluso de las cosas que oye de forma casual, es sorprendente. Se refiere a sí misma como ‘nene’, pero sabe que ‘xiqui’ y Joanna también son maneras de llamarla. Cada día aprende y dice una cosa nueva.

Pediatras

La pediatría es una profesión sobre la que tenía poca información y la verdad es que cuanto más la conozco más me sorprende. Los pediatras no parecen ponerse de acuerdo sobre casi nada. No hay una propuesta clara sobre los alimentos que los niños -especialmente los bebés- deben tomar y cuándo; sobre cuánto tienen que dormir -lo que es normal o no-; sobre si hay que poner tal o cual vacuna; sobre cuándo deben empezar a hablar; sobre cuándo deben mantener el cuello recto; etc., etc. Todo son dudas. Todos les parece bien o nada les parece bien. Entre ellos, por otra parte, llevan a cabo cruentas batallas sobre teorías y métodos. Cualquier padre que se precie conoce la polémica González-Estivill. Me río yo de los generativistas y antigenerativistas. Independientemente de sus guerras internas, en lo que sí parecen coincidir todos los pediatras es en aplicar el percentil. Este término (que uno aprende rápidamente cuando comienza a ser padre), y aquí empieza la paradoja, informa sobre lo que es normal medir, sobre cuánto se debe pesar, o sobre los centímetros que debe tener el perímetro craneal del niño o bebé. Los pediatras no te darán respuestas sobre cosas concretas, pero sí te indicarán que mires el percentil. El otro día mi niña fue al pediatra y como consecuencia de ello tuve noticia de otro percentil: los bebés de 18 meses tienen que ser capaces de poner cubos uno encima del otro como mínimo hasta tres (el hijo de la pediatra hacía seis, según ella misma informaba). Mi hija no hace nada de eso, entre otras cosas porque no tiene cubos. Obviamente, tiene otras cosas. A la respuesta de mi mujer, la pediatra categóricamente respondió: ‘No la lleváis a la guardería y hay que estimularla. Os voy a poner deberes para el próximo mes’. Y yo me pregunto: ¿Se estimulan más los niños en la guardería? La mayor parte de guarderías tienen 5 o 6 niños por cuidador. ¿Pueden estimularlos a todos? Hay gente que dice que los niños se estimulan estando con otros niños. Es posible que los niños sí; los bebés, no. ¿Quién conoce a un bebé que juegue con otros bebés? En fin, mi hija es capaz de distinguir una planta de romero de un rosal. Y sabe que este último pincha, por lo tanto, no se debe tocar. Mi hija juega a escribir desde hace tantos meses que casi no me acuerdo; es capaz de montar y desmontar bolis, juguetes, llamar por el móvil, y un montón de cosas para las cuales necesitaría cientos de posts. Pero no sabe poner un cubo encima de otro… Qué ciencia esta de la pediatría…

Partículas pragmáticas

Como afirmaba Guberina, el padre del método verbo-tonal, aprender una lengua, no importa si es la L1 o una LE, es una consecuencia de aprehender el espacio. Joanneta mejora día a día su capacidad de movimiento independiente y con ello mejora su aprehensión del espacio, y por ende sus habilidades lingüísticas. Como novedad destaca que ahora le ha dado por ir a su habitación (o a otra) y cerrar la puerta con ella dentro. Es difícil reseñar todas las palabras que es capaz de repetir, porque son muy numerosas, pero, lo novedoso es la puesta en marcha de la adquisición de palabras pragmáticas, palabras que se vinculan con el contexto de producción. Dice ‘vamos’, ‘vale’, ‘aire’ (=venga, rápido), ‘ciao’, ‘adiós’, ‘bye-bye’, ‘hala’, ‘gràcies’, ‘ya’ (todas ellas pronunciadas a su manera, claro, aunque bastante bien) y todas ellas vinculadas exactamente con el contexto correcto. ‘Vamos’ [‘mãmo], la usa cuando quiere que la acompañemos a algún sitio. Te coge de la mano para que vayas con ella. Un día estaba tumbado en el sofá e incluso me trajo las zapatillas. ‘Ya’ lo dice para acabar una acción; también ‘ya está’. ‘Gràcies’ [‘gatjes] es para dar y recibir cosas. A veces se confunde y cuando te da algo, te da ella las gracias. Es interesante señalar que ‘ciao’ (también usa ‘bye-bye’ [‘baoβao]), que pronuncia perfectamente [‘tʃao ‘tʃao], la aprendió por sí misma, es decir, simplemente de oírnosla decir. ‘Hala’ [‘aajla] es una exclamación que indica alegría y que usa cuando llega, por ejemplo, la comida. Con respecto a la entonación, podría decirse que junto a la entonación afirmativa es capaz de hacer una especie de entonación exclamativa (lo de ‘hala’ es un ejemplo). Falta todavía la interrogativa. No obstante, es capaz de reconocer y contestar preguntas: ‘Qui és la més guapa? [‘nãna] (<Joanna)'. Le sigue encantando jugar a ['nãna], es decir, a pintar y rayar papeles. Ha aprendido también a soplar. Esto le vendrá muy bien para la [f]. Algo que me ha llamado mucho la atención es que el lenguaje, su proto-lenguaje, parece ayudarle ya a expresar su monólogo interior, y, por consiguiente, su capacidad de análisis del mundo que la rodea. A veces, en una situación determinada, por ejemplo, cuando está moviendo su carrito de una parte a otra, se para, se pone seria y de forma reflexiva dice: 'no, no', como si el análisis de la situación le llevase a emitir una conclusión. Quizás quiere decir: 'no puedo pasar, esto no es lo que quería', etc. Para aprender más de partículas pragmáticas, consultad: http://dpde.es/.

Jugar a [‘nãna]

Creo que los primeros años de vida son algo así como un proceso de continuo reajuste. Se reajusta el sueño (no siempre lo rápidamente que les gustaría a los padres), se reajusta la vista (se enfoca, se adapta al medio), se reajusta el lenguaje o quizás la manera de comunicarnos. Es interesante ver cómo Joanna ensaya con las distancias. Coge la tapa de un boli, acerca el boli, falla, lo intenta otra vez, falla de nuevo y por fin acierta. Los jugueteros no hacen más que inventar juguetes tontos que gustan a los padres pero no a los niños. A los niños les gusta más el papel que el regalo. Es típico, pero es así. Deberían preguntar a los niños y ver lo que realmente quieren. Quieren un boli porque tiene un botón para abrir y cerrar, porque tiene una tapa. Quieren un mando o un móvil porque tiene botones y hace luz cuando los tocas. No quieren un móvil de mentira, porque es un juguete que no se parece nada a un móvil real. Quizás lo que quieren los niños no es lo más adecuado para ellos desde el punto de vista de la seguridad, pero creo que, a pesar de esto, los jugueteros están bastante desenfocados con respecto a sus deseos. Como cada vez que le daba un papel para que rayase, le escribía su nombre, Joanna, ahora ella a pintar lo llama [‘nãna] (<Joanna). Éste es uno de sus juguetes favoritos. Jugar a ['nãna].

17 meses

Joanneta cumple hoy 17 meses. La explosión lingüística sigue en marcha. Cada vez su vocabulario tiene más palabras. Se ha añadido recientemente ‘gràcies’ [‘tate] y ‘please’ [‘pi]. También repite [‘ti] (<three), cuando le digo: ‘one, two, three’. Es interesante de igual modo el surgimiento de una especie de deícticos. El famoso ['me] que empezó significando 'me gusta' se ha convertido en 'yo' y 'para mí'. También 'me gusta', claro está. La palabra 'tete' que empezó siendo un sustantivo, principalmente aplicado a su primo, ahora también sirve para 'este' o algo similar. La palabra 'sí' ['ti] funciona como adverbio afirmativo, pero también como 'ahí/aquí'. Es capaz de repetir muchísimas palabras con mayor o menor destreza. Las oclusivas dentales y las nasales no le causan problemas, pero las velares suelen pasar a dentales. Por ejemplo: 'caca' pasa a ['tata]. Con respecto a los gestos, ha aprendido a hacer el gesto del silencio. Se acerca perfectamente el dedo índice a la boca. En ocasiones lo hace, o lo repite, y baja la voz; otras, simplemente, juega a hacerlo. Cuando le dices: Qui és la més guapa? responde 'Nana' (<Joanna). A veces la comunicación con ella es perfecta; otras se enfada porque no entendemos lo que quiere. Dice ‘ah, ah’ hasta que acertamos. Hoy ha dicho [‘tata] (‘caca’) y ciertamente se la había hecho.

Palabras gramaticales

El lenguaje de Joanna es cada vez más gramatical. Tiene al menos cuatro adverbios: sí, no, ya, més. Todos ellos íntimamente relacionados con situaciones pragmáticas: negar, afirmar, decir basta, querer más. Ayer, por primera vez, repitió dos palabras en inglés: look (mira) y three [‘ti] (tres).