La Nueva Atlántida (escrita por Francis Bacon y publicada en 1624 a pesar de estar inacabada) entra dentro de lo que denominamos grandes obras utópicas. En un contexto histórico en el que el desarrollo del Estado moderno es una de las cuestiones políticas más importantes, este tipo de textos construyen desde un punto de vista ilusorio la construcción de un Estado ideal. El resultado, una sociedad inmersa en una felicidad completa causada por la armonía de las instituciones gubernamentales.
A diferencia del resto de obras utópicas en la Nueva Atlántida todo gravitará en torno al futuro de las ciencias y la evolución técnica. Según Bacon este plano se conseguirá gracias a la perfecta concordia entre la humanidad y la naturaleza. Una relación que, a pesar de la manipulación humana, no ha sido en absoluto desvirtuada. Veremos a lo largo de la obra como este tipo de acciones nunca van en contra de la propia naturaleza.
Estamos portanto, ante una obra de la que desgranar multitud de reflexiones y dilemas. Cuestiones que hoy en día siguen abiertas y vigentes.