Categories
Relatos

Ajedrez

Antonio era un gran jugador de ajedrez, había practicado durante años y era capaz de ganarnos jugando a la ciega, esto es de espaldas al tablero, no había nada que nos humillase más.
Antonio no era muy inteligente pero era un gran jugador de ajedrez, nada mas entrar en su casa podías sentir el acecho, las baldosas del suelo eran rombos blancos y negros que pasaban a ser cuadros blancos y negros dependiendo de que lado de la habitación los mirases.
Nada mas entrar en su casa estabas a su merced, notabas que se movía a su aire, mientras tu no sabías hacia que lado moverte. Mi chica como siempre era la reina de la partida y yo como siempre deseaba ser su caballero, con armadura o sin armadura, era indiferente, por ella me enfrentaría a cualquier peligro, pero nunca fui un caballero ejemplar, ya se sabe si no controlas tu caballo y no tienes los pies en el suelo estas perdido, por eso discretamente intente, ser tan solo un peón mas en la partida, y así perdí a mi reina, ya se sabe que las reinas no esperan por nadie y no están hechas para compartir su tiempo con peones, mientras la veía alejarse, seguía sentado en aquel sillón intentando aprender como demonios mover el caballo para cambiar mi destino mientras mi reina se alejaba con un alfil, entre miradas tiernas, buscando la torre mas hermosa.

2 replies on “Ajedrez”

Hola Angel
Me alegro que estes bien, he visto las fotos de los sitios que estais visitando tu y tus compis de viaje, tb. he leido algún que otro “texto” y me he reido con el del avión concretamente, me creo que estuvieras “acojo…” yo creo que me bajo del avión aunque hubiera estado “equilibrado” y todos los equipajes al 5O % colocados.
Bueno a disfrutar que es lo que toca, desde aqui seguimos el itinerario.
Muchos besis para ti y las chicas.
Reme N.

oh!!!! dios mio, que fantasticas fotos las del volcan. Yo mientras me quedo sentada frente al ordenador viendo el mundo desde la ventana y soñando en que aventura quepo donde entren marido y niños. Habeis despertado en mi una sensacion de libertad que sin duda tengo que experimentar, y si no lo consigo, por lo menos he soñado, soñar es gratis.
Besos a mis superaventureros desde el otro lado de la tierra.

Comments are closed.