En la famosa Plaza del Obradoiro vamos a dirigir nuestra mirada al Hospital de los Reyes Católicos, hoy convertido en Museo Parador. Se trata de una recia construcción de carácter hospitalario, que promovieron muy intensamente los Reyes Católicos, con el fin de dar cobijo a los enfermos y pobres, limitar el alcance de las epidemias y mantener la salubridad de las ciudades.
Este edificio, proyectado por Enrique Egeas y construido entre 1501 y 1511, fue durante años el lugar en que descansaban los peregrinos que llegaban a la catedral tras recorrer todo el camino de Santiago. Es éste el motivo de su construcción, y aunque dicho camino de peregrinación siempre ha contado con fieles que lo recorren, es en el mismo siglo XVI cuando entra en decadencia; la época de la veneración de reliquias y de los Santos Lugares ha pasado y el nuevo humanismo conduce la religión hacia otro derroteros.
Del conjunto de este hospital, vamos a destacar la portada, magnífico ejemplo de lo que se conoce como gótico plateresco, en que se combinan elementos de ambas dialécticas estilísticas para dar lugar a manifestaciones de gran personalidad. En este caso, se desarrolla un programa iconográfico religioso que se une con motivos propios del plateresco, como los grutescos y los candelieri, además de con los medallones que muestran las efigies de Isabel y Fernando.
Los Reyes se igualan a los santos y se localizan junto a ellos. Esto es verdadero renacimiento, humanismo, antropocentrismo.
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