El nombre del blog se debe a que somos un grupo de investigación de la Universidad de Alicante emplazada en San Vicente del Raspeig. Un lugar bastante árido cuyo escudo local tiene el lema de “sequet pero sanet” (sequito pero sanito). Alguno se ha creído que el lema es latín. No es valenciano. De aquí viene lo de desierto.
Escudo de San Vicente del Raspeig (Alicante)
El término completo hace alusión a un tipo particular de alteración de las rocas de los desiertos que aparecen como “barnizadas” por un pátina submilimétrica de colores rojos a negros, brillante por estar pulida por la acción del viento.
El barniz es muy llamativo y es una característica de las regiones áridas. Ha llamado la atención de todos los estudiosos de dichas regiones y se suele asociar a bajas precipitaciones, polvo en suspensión y erosión eólica. El color de rojo a negro se debe a que se trata de óxidos de hierro y manganeso. Muchos petroglifos de antiguas civilizaciones de zonas áridas están rascados sobre la pátina de barniz del desierto.
En recientes años se había llegado al consenso de la necesaria acción de los microorganismos para capturar y concentrar en la superficie de las rocas el hierro y el manganeso junto con minerales arcillosos. Sin embargo, no se han podido caracterizar las microbiotas. No se han podido sembrar microorganismos que generen el barniz. Aunque haya consenso, no se ha podido reproducir artificialmente y no sabemos a qué microorganismos les debemos el barniz.
Resumiendo, todos los trabajos apuntan a la existencia de microorganismo que favorezcan la formación del barniz, pero nadie los ha encontrado. La principal razón esgrimida es que se necesita mucho tiempo para su desarrollo y es de crecimiento muy lento, en el orden de los miles de años.
Barniz del desierto en el Teneré al sur de Agadez (Niger)
Y mientras tanto, se ha llegado con sondas robotizadas a Marte. Las cámaras de dichas sondas fotografían la superficie marciana y en ellas se ve, que en todas partes del planeta rojo está lleno de barniz del desierto.
Image Credit: NASA/JPL-Caltech/Cornell/NMMNH
Entonces, tenemos un dilema, si el barniz del desierto necesita de microorganismos, Marte está lleno de restos que nos indican que hubo o hay vida microbiana, pero también, si Marte no tiene vida entonces el barniz del desierto de la Tierra no necesita de vida microbiana.
Así que es bonito pensar que después de todos los avances técnicos y de conocimiento una cosa tan llamativa y que se reconoce desde siempre sigue siendo un pequeño misterio.