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Conflictos En España

Conflictos en Castilla (III).

UNA MUJER DE ARMAS TOMAR

En el contexto de la revuelta comunera, hay que destacar a una mujer, algo extraño en la sociedad machista de la época, donde las mujeres no ocupaban cargos políticos importantes, ni cargos públicos sino que se veían confinadas en sus casas con la obligación de cuidar a sus maridos y sus hijos. Pero se encuentran casos excepcionales de mujeres que lucharon por sus derechos y sus opiniones, como fue el caso de:

María Pacheco.

Supuesto retrato de María Pacheco

Nacida en 1496 en Granada. Su padre fue nombrado por los Reyes Católicos alcalde perpetuo de la Alhambra, en el palacio del sultán Yusuf II. Educada junto a algunos de sus hermanos en un ambiente renacentista, María era una mujer culta, con conocimientos de latín, griego, matemáticas, letras e historia.

En 1511 se produce su matrimonio con Juan de Padilla, algo que parece no fue de su agrado al ser Juan de un rango inferior. Al suceder más tarde Juan a su padre en el cargo de Capitán de gentes de armas, el matrimonio se trasladó a Toledo en 1518.

María apoyó y quizás instigó a su marido para que en 1520 tomase parte activa en el levantamiento de las Comunidades en Toledo. Y como ya he puesto anteriormente tras múltiples enfrentamientos entre las tropas comuneras y las realistas, finalmente Juan fue arrestado y ejecutado en 1521.

En ausencia de su marido, María gobierna Toledo hasta la llegada del obispo de Zamora, Antonio de Acuña, cuando se ve obligada a compartir el poder con él. María liderara la última resistencia de las Comunidades en Toledo, que la logró alargar 9 meses, quizás motivado a que el ejército real tuvo que ir a Navarra para combatir una invasión francesa.

Para mantener el orden en Toledo, María llegó a apuntar los cañones del Alcázar contra los toledanos. E incluso llegará a requisar, entrando de rodillas en el Sagrario de la catedral , la plata que allí se contiene para poder pagar a las tropas.

Mientras tanto las tropas realistas, con diversos combates, cercan finalmente Toledo. El 1 de septiembre de 1521 comenzó el bombardeo. El 25 de octubre de 1521 se firmó una tregua favorable para los sitiados, el llamado armisticio de la Sisla, de modo que los comuneros evacuaron el Alcázar, aunque conservando las armas y el control de la ciudad. Esta situación inestable culminó el 3 de febrero de 1522 con un nuevo alzamiento de la ciudad, en el que María Pacheco y sus fieles toman el alcázar y liberan a los comuneros presos. No obstante, la sublevación es sofocada por las tropas realistas al día siguiente. Gracias a  algunos de sus familiares, que militaban en el bando realista, María Pacheco logra huir disfrazada de la ciudad con su hijo de corta edad y se exilia en Portugal, donde murió en 1531.