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Conflictos Imperio Política exterior.

Los enemigos del Imperio IV.

El Papado.

No promovió los objetivos internacionales del emperador, pese que Carlos creía tener derecho a contar con dicho apoyo. Igual que otros gobernantes en Europa, el papa sentía cierto recelo del poder territorial del emperador. Y junto a los motivos políticos, tampoco estaba muy contento con ciertas prerrogativas religiosas adquiridas o asumidas por Carlos. Por una parte, en 1523, Carlos V consiguió de Adriano VI la concesión perpetua del derecho de presentación de los obispados españoles. Y por otra, la Santa Sede tampoco vio con buenos ojos el interés del emperador por convocar un Concilio general para tratar temas como la decadencia moral de la Curia o el cisma protestante.

Además hay que comentar la importancia que Carlos V le concedió a la extensión de los territorios conquistados en el Nuevo Mundo, ya que los veía como una fuente de ingresos necesaria para acometer los gastos de sus múltiples compromisos.

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Conflictos Imperio Política exterior.

Los enemigos del Imperio III.

Los príncipes alemanes y la Reforma Protestante.

El problema del protestantismo (tuvo su origen en la figura de Martín Lutero) fue el que acabó arruinando la política de Carlos V. El emperador era contrario a la herejía, pero no pudo disponer de medios para acabar con ella, tal como hizo en España y en los Países Bajos.

Las opiniones de Lutero fueron interpretadas como un ataque a la Santa Sede y en 1520 fue excomulgado por León X quien presionó a Carlos V para que reprimiese por la fuerza la extensión de la herejía, pero el emperador prefirió un procedimiento más pacífico y en 1521 convocó la Dieta de Worms donde Lutero defendió su postura siendo proscrito.

En 1529, Carlos V ratificó la postura de Worms contra el luteranismo. Esta decisión provocó las protestas de los príncipes luteranos, que empezaron a mejorar su organización política. En 1530 Carlos se dirigió a Alemania con el fin de terminar con la cuestión protestante. Convocó la Dieta de Augsburgo optando por la vía de la concordia, llamando a Augsburgo a los principales teólogos pero no se llegó a un acuerdo.

Los protestantes reforzaron su posición política con la formación de la Liga de Schmalkalden. Carlos quiso evitar la violencia y le solicitó al papa la convocatoria de un Concilio pero éste se negó. Agotadas las dos vías pacíficas, Carlos V reconoció no tener fuerza para una represión violenta y aplazó la resolución del problema.

En 1532 Carlos aceptó un arreglo provisional del tema protestante, la Paz de Nuremberg, que establecía que nadie podría ser condenado por herejía hasta la convocatoria de un concilio.

En 1545, Carlos V intentó sin éxito negociar un acuerdo en la Dieta de Worms, allí se convenció de la imposibilidad de solucionar la ruptura por las vías pacíficas y solicitó a la Santa Sede ayuda para enfrentarse militarmente a la Liga Schmalkalden, el papa aceptó la solicitud. A finales de ese mismo año comenzaron las sesiones del Concilio de Trento. En 1546, Carlos convocó una nueva Dieta de Ratisbona, pero las negociaciones fracasaron de nuevo. Poco después Carlos declaró proscritos a dos de los príncipes luteranos más influyentes, lo que dio inicio a la guerra contra la Liga. En 1547 las tropas imperiales atacaron el corazón de Alemania, logrando la victoria de Mühlberg. Muerto Francisco I (1547) y dominados los príncipes luteranos, Carlos se encontró con una ocasión excelente para lograr el control efectivo del Imperio y el fin del cisma protestante, pero las medidas tomadas por el emperador no tuvieron el éxito deseado.

En 1548, Carlos trató de solucionar el problema religioso con independencia del Papado, proponiendo un compromiso llamado Interim, en el que imponía a los protestantes el respeto a la doctrina católica y a la autoridad del papa. El documento no satisfizó ni a los protestantes ni a la Iglesia Romana y quedó sin efecto.

En 1551, Francia volvió a cobrar protagonismo con Enrique II que se alió con los príncipes protestantes a cambio de tres plazas de gran importancia estratégica y consiguió que Solimán abandonase su tregua, tomase Trípoli y se acercase a la frontera austriaca. Además, Mauricio de Sajonia abandonó las filas imperiales para aliarse a los protestantes. Acuciado por las amenazas y con grandes dificultades financieras, Carlos asistió al desmoronamiento de su idea imperial.

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Conflictos Imperio Política exterior.

Los enemigos del Imperio II.

El Imperio Otomano.

Los turcos dificultaron el comercio con el Mediterráneo Oriental y atacaron las posesiones italianas de Carlos. No obstante, no hubo un riesgo real de invasión de las costas españolas aunque la amenaza fue latente durante todo el reinado. Franceses y berberiscos eran aliados de los turcos y la posibilidad de que los moriscos españoles les ayudasen desde dentro generaba mucha inquietud. Esta amenaza se manifestó tanto por tierra como por mar.

En el frente terrestre ( a lo largo del Danubio), Solimán el Magnífico tomó Belgrado en 1521 y en 1526 inició una gran campaña sobre Hungría. Los turcos llegaron a Budapest (la aportación de Carlos V a la defensa del Danubio no fue muy grande al estar más pendiente de sus guerras contra Francisco I). En 1529 llegaron a asediar Viena pero en 1532 el emperador acudió personalmente y los turcos se retiraron a Budapest. El emperador tras su marcha dejó en Viena un contingente armado.

Por lo que se refiere  a la amenaza marítima (por todo el Mediterráneo), Solimán inició su ofensiva conquistando en 1522 la isla de Rodas contando con el apoyo de Jeireddin Barbarroja que desde Argel organizó numerosos ataques de corsarios berberiscos sobre las costas napolitanas, el Levante español y las Islas Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia.

Hasta 1532, las expediciones turcas y berberiscas causaron el temor en el Levante español. Carlos V no fue capaz de organizar una fuerza naval suficiente para combatir al turco por mar. Así que con el fin de romper el frente musulmán mediterráneo y poner una base entre Argel y Constantinopla, Carlos V consiguió tomar Tunéz en 1535, en ese momento en manos de los turcos.

Tras la Tregua de Niza con Francia, Carlos V trató de organizar una nueva ofensiva contra el Turco, suscribiendo una alianza con Venecia y el Papado pero sufrieron una derrota en 1538 y en 1540 se deshizo tras la firma entre Venecia y el Imperio Otomano de un tratado particular de paz. Sin el apoyo de la flota veneciana, Carlos V se planteó la toma de Argel pero fue todo un fracaso.

A partir de este momento, la posición de Carlos en el Mediterráneo empeoró progresivamente, los turcos tomaron todas las plazas españolas del Norte de África, los berberiscos entorpecían el comercio y las comunicaciones entre España e Italia…

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Conflictos Imperio Política exterior.

Los enemigos del Imperio I.

Francia.

La rivalidad franco-hispana ya existía antes de la llegada al trono de Carlos V, ya que la idea de un asedio diplomático a Francia ya la había promovido Fernando el Católico, al forjar la alianza hispano-germano-inglesa, que Carlos V reforzó.

Francisco I, rey francés, pretendió el trono imperial y siempre mantuvo una actitud de constante hostilidad respecto a Carlos V. Francia estaba rodeada por el poder del emperador: al norte, Carlos V dominaba Flandes y el Artois; al sur, las coronas de Castilla y Aragón; al este, el Franco-Condado, por ello el objetivo de la política francesa era resistir el poder de los Habsburgo, aliándose a sus enemigos.

El enfrentamiento entre Carlos V y Francisco I tiene su origen en la posesión de Borgoña por la corona francesa y en las aspiraciones de los dos monarcas de dominar Italia. Comenzó en 1521 y se prolongó hasta la firma de la paz de Cateau-Cambrésis en 1559

  • 1ª etapa (1521–1526): Francia, se apoderó del Milanesado y ayudó a Enrique II a recuperar el Reino de Navarra, tras su conquista en 1512. Sin embargo el monarca francés fue derrotado y hecho prisionero, junto al monarca navarro, en la batalla de Pavía. Francisco fue llevado a Madrid, donde firmó el Tratado de Madrid (1526), por el cual no volvería a ocupar ni el Milanesado ni apoyaría al rey de Navarra (pacto que renunció meses después por firmarlo bajo coacción) y entregaría Borgoña a Carlos, además de renunciar a Flandes e Italia.
  • 2ª etapa (1526–1529): las tropas imperiales asaltaron y saquearon Roma (Saco de Roma), obligando al papa Clemente VII, aliado de Francisco I —tras la Liga de Cognac—, a refugiarse en el castillo de Sant´Angelo. Mediante la Paz de Cambrai, España renunció a Borgoña a cambio de que Francisco I renunciara a Italia, Flandes y el Artois, además de entregar la ciudad de Tournay. Coronado por el papa como emperador del Sacro Imperio Romano (1530), Carlos I continuó sus luchas contra Francia.
  • 3ª etapa (1535–1538): se produjo por la invasión francesa del ducado de Saboya, aliado de España, con la intención de continuar hacia Milán. Acabó con la firma de la tregua de Niza debido al agotamiento de ambos contendientes.
  • 4ª etapa (1542–1544): concluyó debido a la reanudación del conflicto con los protestantes en Alemania. Agotados, los dos monarcas firmaron la Paz de Crépy, mediante la cual España perdió territorios del norte de Francia —comoVerdún, etc.— y próximos a Flandes; una vez más Francia renunciaba a Italia y Países Bajos, entrando Milán en la política matrimonial mediante un previsible enlace hispano-francés.
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Conflictos En España

Conflictos en Aragón (II).

PERSONAJES DESTACADOS EN LA REVUELTA DE LAS GERMANÍAS

Joan Llorenç

Nacido en Valencia en 1458, está considerado como el ideólogo y fundador de la revuelta de las Germanías de Valencia.

De origen catalán, se estableció en la ciudad de Valencia y ejerció el ofico de tejedor. Fue un agermanado del gremio de los paraires. Su objetivo no era otro que reivindicar activamente la restauración del monopolio gremial en la manufactura textil. Formaba parte de la burguesía local de la ciudad de Valencia y actuó como el primer líder de la la Junta de los Trece.

A su muerte, el carácter moderado de la revuelta se sustituyó por uno más radical y bélico, capitaneado por Vicente Peris. En este proceso, la revuelta adopta una evolución ideológica, desde un carácter reivindicador político y comercial de la burguesía local, a una revolución de clases generalizada a todo el Reino de Valencia.

Vicente Peris.

Nacido en Segorbe en el año 1478 . Fue capitán general del ejército agermanado, durante  la revuelta de las Germanías en el Reino de Valencia.

Era terciopelero y fue el líder radical de la revuelta que sustituyó al moderado Juan Llorens.

Obtiene un gran éxito militar el 25 de julio de 1521 al derrotar en Biar al virrey Diego Hurtado de Mendoza y sus caballeros.

El movimiento perdió unidad y la noche del 18 de febrero de 1522, con el fin de reavivar la revuelta, se introduce en Valencia, instalándose en su propia casa y congregando a sus partidarios, lo que desembocó en un duro combate durante toda esa noche por las calles de Valencia, hasta que un grupo de soldados consiguió incendiar su casa. Vicente Peris se entregó al capitán Diego Ladrón de Guevara. El 3 de marzo de 1522 entran definitivamente las tropas reales en Valencia, realizándose la ejecución de Vicente Peris y sus más directos colaboradores.

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Conflictos en Aragón (I).

Las Germanías (1519-1523).

Las Germanías de Valencia y Mallorca coincidieron en el tiempo con las Comunidades castellanas. No obstante, ambos movimientos tuvieron características distintas y no hubo ningún intento de contacto o coordinación entre ellos. Mientras la revuelta comunera tuvo un trasfondo fundamentalmente político, los alzamientos de las Germanías en Valencia y Mallorca fueron esencialmente conflictos de clase y pusieron de manifiesto la oposición popular al poder de la aristocracia (y no al del rey).

Precedentes: Los gremios de la ciudad de Valencia consiguieron de Fernando el Católico un privilegio que les autorizaba a armarse y organizarse militarmente en hermandades o “germanies” en el caso de que hubiesen de hacer frente a ataques berberiscos, lo que fue ratificado por Carlos I.

Por otra parte, los estamentos privilegiados del Reino de Valencia se molestaron porque Carlos I no se personó en la ciudad del Turia para jurar los fueros y ser proclamado rey, por estar más pendiente de iniciar la defensa de la idea imperial. Por ello, en el año 1519 la nobleza urbana salió de la ciudad y se refugió en las tierras del interior, abandonando sus tradicionales funciones defensivas lo que llevó a los gremios valencianos a asumir la defensa de la ciudad, organizandose en “germanies”.

La Germania se extendió por todo el Reino e incluso llegó hasta Palma de Mallorca. Carlos V ordenó negociar una solución pacífica: revocación de los jurados, disolución de Germanías y respeto a la autoridad virreinal lo que provocó que los agermanados secuestraran las rentas reales y se prepararan para la guerra contra los nobles y el virrey.

Las hostilidades entre los dos bandos comenzaron en 1521 (ya terminada la revuelta comunera). La guerra tuvo dos frentes: en el norte, las tropas reales vencieron a las agermanadas en Oropesa y Almenara, pero en el sur, fueron vencidas en Gandía. Pero el saqueo de Orihuela invirtió la situación y los agermanados fueron perdiendo poder y adeptos. Solo quedaron algunos focos de resistencia en Xátiva y Alzira, gracias, en parte, a la aparición del “Encobert”, que decía ser nieto de los Reyes Católicos, lo que le convertía en legítimo sucesor de estos, pero murió en Burjassot en 1522.

La represión fue encomendada a la nueva virreina, Germana de Foix, viuda de Fernando el Católico.

La Germania mallorquina fue muy similar a la valenciana, aunque de desarrollo más tardío. Fue sofocada en marzo de 1523 después del desembarco de un pequeño ejército imperial en Mallorca, que tomaron la isla sin grandes dificultades.


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Conflictos en Castilla (III).

UNA MUJER DE ARMAS TOMAR

En el contexto de la revuelta comunera, hay que destacar a una mujer, algo extraño en la sociedad machista de la época, donde las mujeres no ocupaban cargos políticos importantes, ni cargos públicos sino que se veían confinadas en sus casas con la obligación de cuidar a sus maridos y sus hijos. Pero se encuentran casos excepcionales de mujeres que lucharon por sus derechos y sus opiniones, como fue el caso de:

María Pacheco.

Supuesto retrato de María Pacheco

Nacida en 1496 en Granada. Su padre fue nombrado por los Reyes Católicos alcalde perpetuo de la Alhambra, en el palacio del sultán Yusuf II. Educada junto a algunos de sus hermanos en un ambiente renacentista, María era una mujer culta, con conocimientos de latín, griego, matemáticas, letras e historia.

En 1511 se produce su matrimonio con Juan de Padilla, algo que parece no fue de su agrado al ser Juan de un rango inferior. Al suceder más tarde Juan a su padre en el cargo de Capitán de gentes de armas, el matrimonio se trasladó a Toledo en 1518.

María apoyó y quizás instigó a su marido para que en 1520 tomase parte activa en el levantamiento de las Comunidades en Toledo. Y como ya he puesto anteriormente tras múltiples enfrentamientos entre las tropas comuneras y las realistas, finalmente Juan fue arrestado y ejecutado en 1521.

En ausencia de su marido, María gobierna Toledo hasta la llegada del obispo de Zamora, Antonio de Acuña, cuando se ve obligada a compartir el poder con él. María liderara la última resistencia de las Comunidades en Toledo, que la logró alargar 9 meses, quizás motivado a que el ejército real tuvo que ir a Navarra para combatir una invasión francesa.

Para mantener el orden en Toledo, María llegó a apuntar los cañones del Alcázar contra los toledanos. E incluso llegará a requisar, entrando de rodillas en el Sagrario de la catedral , la plata que allí se contiene para poder pagar a las tropas.

Mientras tanto las tropas realistas, con diversos combates, cercan finalmente Toledo. El 1 de septiembre de 1521 comenzó el bombardeo. El 25 de octubre de 1521 se firmó una tregua favorable para los sitiados, el llamado armisticio de la Sisla, de modo que los comuneros evacuaron el Alcázar, aunque conservando las armas y el control de la ciudad. Esta situación inestable culminó el 3 de febrero de 1522 con un nuevo alzamiento de la ciudad, en el que María Pacheco y sus fieles toman el alcázar y liberan a los comuneros presos. No obstante, la sublevación es sofocada por las tropas realistas al día siguiente. Gracias a  algunos de sus familiares, que militaban en el bando realista, María Pacheco logra huir disfrazada de la ciudad con su hijo de corta edad y se exilia en Portugal, donde murió en 1531.

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Conflictos En España

Conflictos en Castilla (II)

PERSONAJES DESTACADOS DE LA REVUELTA COMUNERA.

Juan de Padilla.

Nacido en Toledo en 1490, fue un hidalgo y revolucionario español, casado con María Pacheco en 1511, con cuyo enlace entraría a formar parte de la noble familia de los Mendoza.

Al morir su padre en 1518, le sustituye en el cargo de capitán de la milicia de Toledo. Probablemente enojado con el rey Carlos I, por no concederle un cargo al que se creía con derecho hereditario, se unió a los descontentos con el monarca en 1520. Este mismo año, es nombrado capitán general de las tropas comuneras.

Finalmente las tropas realistas acabaron con las comuneras y hicieron prisionero a Padilla, que fue decapitado el 24 de abril de 1521. Pero la rebelión en Toledo persistió de la mano de su esposa, María Pacheco.

Juan Bravo.

Nacido en 1483 en Guadalajara, formaba parte de la baja nobleza, hijo del alcaide de la fortaleza de Atienza. Era primo de María Pacheco, esposa de Juan de Padilla.

Se casó en 1504 con Catalina del Río, con este enlace llegó a formar parte del patriciado urbano de la ciudad de Segovia. Pero su esposa murió y en 1510 se vuelve a casar con María Coronel, hija de un rico converso regidor de Segovia. Con lo que en 1519 fue designado regidor y jefe de las milicias de Segovia.

Organizó militarmente la ciudad de Segovia e impidió que las tropas realistas entraran en la ciudad. Sin embargo, fuerzas realistas se hicieron fuertes en el Alcázar de Segovia y allí permanecieron hasta el final de la revuelta comunera. Acudió a Tordesillas para recabar apoyo de la reina Juana, pero no se consiguió.

Finalmente fue capturado por las tropas realistas y decapitado el 24 de abril de 1521.

Francisco Maldonado.

Nacido en Salamanca en 1480. Era señor del pequeño concejo de El Maderal, en la actual província de Zamora.

Los sectores de la pequeña nobleza del linaje de los Maldonado se aliaron con la incipiente burguesía y las clases populares de la ciudad, en contra de la política imperial de Carlos V.

Compartió con su primo, Pedro Maldonado, la dirección de las milicias salmantinas pero tanto él como su primo fueron apresados y Francisco ajusticiado el mismo día que Bravo y Padilla.


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Conflictos En España

Conflictos en Castilla (I).

En Castilla, había un gran malestar por diversos motivos:

  1. La proclamación de Carlos como rey de Castilla y Aragón en 1516, en Bruselas, no sentó bien en Castilla, ya que en vida de su madre, sólo era gobernador general de sus reinos y además había de ser considerado heredero por las Cortes.
  2. El envío a Flandes de una gran cantidad de dinero para financiar el viaje del rey y su corte.
  3. La posible influencia en la nueva corte de los flamencos o de los nobles castellanos partidarios de Felipe el Hermoso y contrarios a Fernando el Católico.
  4. Había en España muchos que preferían al hermano menor de Carlos, el infante Fernando, criado en España y que gozaba de cierta popularidad.

Todo esto, agravado con la marcha de Carlos en 1520 para asegurarse el título de emperador, provocaron una serie de conflictos, entre ellos:

El conflicto de las Comunidades (1520-1521):

Los incidentes empezaron en la ciudad de Toledo. Los regidores, encabezados por Juan de Padilla, tomaron el alcázar, expulsaron al corregidor y constituyeron una junta. Los procuradores que habían votado a favor de la concesión del préstamo fueron acusados de traición.

La oleada de disturbios culminó en la formación, por iniciativa de la ciudad de Toledo, de la “Junta Santa” en Ávila. La situación de revuelta se generalizó cuando las tropas reales enviadas por Adriano de Utrech para reprimir la revuelta de Segovia incendiaron Medina del Campo, que se había negado a hacerles entrega de su artillería.

A finales de 1520, las ciudades rebeldes castellanas habían formado un ejército dirigido por Juan de Padilla, que decidió trasladarse a Tordesillas, donde estaba recluida Juana la Loca, con el objetivo de que esta diera legitimidad a la rebelión, pero la reino decidió no apoyar a ninguna de las dos partes.

La revuelta estaba compuesta por componentes de la baja nobleza y de las oligarquías urbanas, con el apoyo del bajo clero. Pero finalmente se acabó adhiriendo la aristocracia por dos motivos.

  • El nombramiento real de dos corregentes castellanos, sin cesar a Adriano de Utrech.
  • La extensión de la rebelión al campo en los feudos de algunos grandes señores.

El final de la revuelta se produjo por diversos motivos, además de por la participación de la aristocracia:

  • La suspensión de la recaudación del servicio “votado” en las Cortes de Santiago (A Coruña).
  • La aceptación de no volver a otorgar cargos públicos de Castilla a extranjeros.
  • La prohibición de salida de moneda castellana del reino.

Finalmente, Carlos I ordenó a los regentes la firme represión de la rebelión y la disolución de la Junta Santa. En 1521 se apresaron los principales líderes comuneros y se ejecutaron lo que conllevó la rendición de las ciudades castellanas (salvo Toledo que resistirá bajo el mando de María Pacheco, viuda de Padilla, hasta 1522).