[El siguiente texto forma parte del convenio de colaboración con el blog Disculpen las Molestias y está escrito por Kane, uno de sus autores]
Datos de la viñeta: Mingote, ABC, 19-5-2009
Autor del comentario: Kane
El joven de la viñeta lleva razón. ¿Acaso ocurrió algo en esos cuarenta años que merezca la pena recordar, al margen de el épico enfrentamiento contra el franquismo en la que que tantos, tantos aseguran haber participado? Al igual que ocurre con el adjetivo “orwelliano“, con el que se le llena la boca a izquierdas y derechas a partes iguales y puede usarse ya hasta mientras se pasea al perro, el término “antrifranquista” ha sido a estas alturas tan prostituido que no significa nada. El mejor ejemplo del momento es probablemente Pío Moa, prueba viviente de que las palabras adecuadas y un revisionismo apenas cuidadoso pueden convertir a un criminal en héroe de la libertad. En palabras de la COPE: “El historiador gallego, que fue uno de los pocos antifranquistas que se jugó la vida contra la Policía del régimen [..]”. Jugarse la vida. No hay duda de que es una forma insuperable de hacer referencia al interesante pasado del personaje como terrorista en los GRAPO. Al final ocurrirá como con todo: los auténticos mártires serán gente modesta, o llevarán muertos hace bastante tiempo, y no aquellos que no hacen sino hablar constantemente de lo mucho que aseguran haber luchado contra el régimen.