En estos cuatro (casi cinco) años que llevo metida en el mundo de Alós, me ha pasado de todo. Desde cambiar el enfoque de lo que iba a trabajar sobre la autora hasta cambiar de Institución y volver a mi alma mater, la Universidad de Alicante. Esta vuelta a casa ha supuesto un verdadero antes y después en mi trabajo investigador. Comenzando por la labor de lazarillo que está realizando mi director (que conste que esto no es peloteo, lo digo de corazón, él lo sabe bien) y continuando porque, gracias al traspaso, pude solicitar una beca predoctoral de la Generalitat Valenciana y, contra todo pronóstico, la conseguí (es necesario poner los créditos y más si provienen de fondos públicos). Así que he me aquí, becaria predoctoral con una ACIF 2022 en el bolsillo: feliz, centrada y con muchas ganas de llegar a mi objetivo, es decir, defender mi tesis. Y en qué consiste esa tesis que quiero hacer, alguno podrá preguntarse. Sencillo y tratando de explicarlo en una sola frase: tengo la ferviente idea de que el proyecto literario de Concha Alós buscaba otro humanismo posible libre de las garras del patriarcado (lo de garras lo pongo aquí que estamos en un contexto informal, pero en el momento de la defensa prometo no decirlo).
Y mientras llega ese momento estelar que cualquier sujeto metido en esto de la investigación ansía (o teme a partes iguales); en lo sucesivo voy a tratar de mostrar por aquí en qué me baso para pensar tal escabechada idea y, de paso, intentaré contaros en qué consiste ese proyecto humanista de nuestra escritora valenciana. Todo un reto. A ver si lo consigo.
De momento, y a modo de propina, me gustaría terminar esta entrada con las propias palabras de Concha Alós pronunciadas en 1965 en un ciclo de conferencias para el Ateneo de Barcelona junto a Carmen Kurtz y Mercedes Salisachs:
No creo poder encasillarme como novelista social o adscrita a una idea o tendencia. Intento reflejar la vida y la gente que me rodea, que vivo yo. De ahí que esta conferencia se llame “La vida en mis libros”. La he dividido en cuatro partes: el paisaje y el ambiente, la lucha por la existencia, la muerte y Dios y, por último, la soledad y el amor. Es decir, el hombre en un lugar, con un trabajo, con una preocupación metafísica y con sus problemas y anhelos.
Exactamente a estos principios responde mi obra, basada en una concepción podríamos decir humanista, intentando recoger todos los factores que nos forman y constituyen nuestra realidad.
Esta cita pertenece a la memoria del curso 1964/65 del Ateneo de Barcelona, el discurso de Alós fue digitalizado y facilitado por la Biblioteca y Archivo del Ateneo con signatura: Ref. Arxiu: AB/AC11.
Esa “concepción humanista” es la que pretendo desentrañar. Deseadme suerte.