El pasado 12 de mayo se aprobó la Ley 14/2011 de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. La elaboración de esta ley ha sido un compromiso del Gobierno de la presente legislatura, que el Ministerio de Ciencia e Innovación ha podido culminar gracias a la colaboración de todos los agentes implicados en el Sistema de I+D+i de nuestro país.
Las Comunidades Autónomas, las universidades, los agentes sociales, los expertos e investigadores y los ciudadanos a través de los diversos cauces que se han habilitado para ello, han aportado, desde sus diferentes sensibilidades, sus puntos de vista a la elaboración del texto y es obligatorio agradecer ahora todas estas contribuciones que han hecho posible su consecución.
La Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación deroga la Ley de Investigación Científica y Tecnológica de 1986, estableciendo un marco general para el fomento y la coordinación de la investigación científica y técnica con el fin de contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar social mediante la generación y difusión del conocimiento y la innovación.
El texto se compone de cuatro Títulos y uno Preliminar. En este se recogen el objeto y los objetivos de la Ley y se define el Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, que está integrado por el Sistema de la Administración General del Estado y por los Sistemas de cada una de las Comunidades Autónomas, e incluye a agentes de coordinación, de financiación y de ejecución.