William Gilbert (1544-1603), contemporáneo de Kepler y Galileo, llevó a cabo cuidadosos estudios de las interacciones magnéticas y publicó sus resultados en un libro, De Magnete -la primera descripción exhaustiva del magnetismo, publicada en 1600-. Gilbert estudió medicina y llegó a ser un médico de prestigio y en el año 1600 fue nombrado médico personal de la reina Isabel I de Inglaterra, aunque no debió ser muy bueno en ese cometido pues la reina falleció casi inmediatamente. El único legado personal que dejó la reina antes de morir fue una suma de dinero para William Gilbert con la cual éste pudo continuar sus estudios sobre magnetismo.
El magnetismo era uno de los ejemplos preferidos de los magos para probar la existencia de cualidades ocultas y Gilbert llegó a comparar los efectos de los imanes con los del alma. En sus estudios Gilbert concluyó que la Tierra puede considerarse como un imán gigante con sus polos situados cerca de los polos norte y sur geográficos. Asimismo, comprobó que las fuerzas de atracción y repulsión entre imanes disminuían con la distancia y oncluyó que las acciones magnéticas de un imán se extienden alrededor de la región que rodea al imán.
Mª Carmen Pérez y Paloma Varela, Orígenes del electromagnetismo. Oersted y Ampère. Nivola libros y ediciones. Madrid, 2003.
Agustín Udías Vadiñas, Historia de la Física: De Arquímedes a Einstein. Editoríal Síntesis. Madrid, 2004.