Llibre Repartiment

Valencia es una de las ciudades que forma parte del movimiento repoblador de la Corona de Aragón tras la reconquista; por ello, para entender mejor en qué condiciones vienen estos nuevos ciudadanos, vamos a dar una pequeña visión desde el punto de vista administrativo de cómo se realizó este reparto de las tierras recién conquistadas.

La ciudad de Valencia llibre_repartimentcae en manos cristianas en 1238, cae ante las manos de cruzados, vasallos del rey de Aragón y otros en busca de botín. Estos últimos se llevarían una decepción al permitir la libre salida de todos los musulmanes cargados con todo lo que pudieran llevar. Tras abandonar el último musulmán la ciudad el monarca tomó posesión de todas las tierras por derecho de conquista, por tanto, todas las tierras que posteriormente repartiría entre sus súbditos eran otorgadas como una concesión del monarca.

La gran necesidad de familias que sustituyeran a la población que recientemente había sido forzada a abandonar la ciudad hizo que a quienes acudieran a la llamada repobladora se les concediese una serie de ventajas. Pronto llegarían campesinos en busca de la autosuficiencia, puesto que se les otorgaría tierra propia, gremios de oficios a los que se les concedió el monopolio en su sector y artesanos en busca de aprovechar este nuevo mercado.

Cada nuevo colono recibía una parcela en la ciudad y una parcela de cultivo. Pero el reparto no se realizó igualmente entre todos estamentos de la población, mientras que a la nobleza y al clero se reservaba las tierras más fértiles y las mejores casas de la ciudad, a las clases populares se les otorgarían un solar de 50 m2  y 9 hectáreas para el cultivo. El sueño de estas clases para autosuficiencia caerá en picado cuando dividan estas entre sus hijos, lo cual complicaría la productividad de estas tierras; aunque otros, imitando a los nobles, compraran nuevas tierras aumentando sus posesiones. Por otra parte, la corona dona las mezquitas, oratorios y cementerios a la Iglesia.

El auge económico de la ciudad en el S. XIV, hizo que el consell decidiera una renovación urbanística. Aprobó el derrumbe de las casas musulmanas tanto dentro como fuera de la muralla, permitiendo así asentarse a los colonos que seguían viniendo a la ciudad.

Será ahora el consell el encargado de proceder al reparto de las tierras, mediante el stabliment, es decir “El acto jurídico por el cual un consell asignaba una determinada parcela a un labrador, bien por cesión, a instancia de parte o bien por compra” (F.A. Roca Traver, 2006).

 

 

 


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